domingo, 16 de octubre de 2016

LA OPINIÓN de José Luis Vilaplana


SÓLO UN MOMENTITO…

Seguro que ya estoy despierto, pero me cuesta asimilar lo que veo.

Esta es una página de tráfico, de vehículos y yo un abogado, pero de verdad hace falta decir que se incumplen determinadas normas y que eso es sancionable, hay acciones que todo el mundo debiera aprender desde pequeñito que no están bien, que es insolidario y que ocasiona un daño, quizá no esa vez, pero seguro que alguna vez, ¿hace falta que llegue ese momento? De verdad, os insisto, y sé que quien me lee no lo necesita, las normas no son un capricho, todas tiene un por qué y a veces, más de uno.

Seguro que no te sorprende que alguien pare encima de un paso de cebra (aparque), de por sí, incumple el Reglamento General de circulación, pero lo que es más grave, directamente no permite, algo básico para muchas personas, andar, moverse, ir de un sitio a otro, algo que a todos nos parece que nos viene de serie, pero no todos, desafortunadamente vienen con ese extra. Pero si con una muleta, un simple bastón o una silla de ruedas, incluso las que viene con su estupendo motorcito, si tu coche está parado en el paso de cebra, donde tiene el rebaje de la acera, a él, ella, tú, yo quizá mañana, no va a poder pasar. ¿Ah, que te sorprende?, pues rápidamente quítate la cara de sorpresa y no vuelvas a hacerlo, simplemente. Tu acción, tiene consecuencias ¿lo sabes?.

Pero es que a veces no nos damos cuenta, que todo lo que hacemos tiene consecuencias, las normas no son un capricho. Compraba el pan esta tarde para la cena, y fui a un pequeño supermercado de los que  siembran cualquier barrio de tu ciudad, ya al entrar me costó, pues es un pequeño aparcamiento, y había coches aparcados justo a la entrada, pero estaban fuera de las líneas blancas que demarcaban las plazas del parking. Sé que tengo deformación profesional, pero directamente fui a aparcar más adentro, donde se delimitaban perfectamente las plazas. Pues bien no tarde ni 5 minutos en comprar el pan, y esperando a pagar en la caja, veo un señor muy apurado hablando con la cajera, y en pocos segundos  por los altavoces empiezan a sonar matriculas de varios coches a fin de que fueran a moverlos, ya que impedían que entrara un enorme camión que venía a abastecer al supermercado. Consecuencia, al salir, había un gran camión obstaculizando la entrada y salida, ni se entraba, ni se salía, y el camión no descargaba. Cuando se diseñó, hubo alguien (arquitecto, quizá) que pensó, diseñó y pintó las plazas pensando en esta circunstancia. Que poco nos cuesta pensar un poco. Aunque sólo sea para un momentito, el pan. Tu acción tiene consecuencias, ¿lo sabes?.

Mas grave me parece cuando encima, somos padres (educamos con el ejemplo), y llevamos a hijos (aprenden viendo y más de los padres/madres), la circulación es fácil pues no debería necesitar un código de circulación, pues como digo yo a mis clientes, el derecho es aplicar la lógica. O es que no es lógico pensar, que a las 9:00 de la mañana ES IMPOSIBLE que TODOS LOS PADRES Y MADRES del colegio paren SU COCHE CON sus hijos en la MISMA, MISMITA PUERTA DEL COLEGIO, y si esto es así, se puede entender que si siguiendo con el ejemplo, todos pararan en segunda y a veces en tercera fila, la lógica es el colapso. Pues no, parece que aquí la lógica no impera, impera el que es un momentito y que da igual.  Falso.

         La circulación, tiene una base de “Perogrullo”; circular. Las calles están diseñadas para circular, y las plazas para aparcar (lo repetiré hasta la saciedad). Si no se puede circular, se produce el atasco, y en consecuencia, el caos y al final el retraso en dejar a los hijos, con la consiguiente tensión en los padres/madres, que trasladan a mis/tus hijos/hijas. Sorprende, que la más de las veces, el sitio para parar correctamente el coche suele estar a apenas 50/75 metros, el más lejos, y las más de las veces ves a madres/padres, que van vestidos para jugar al pádel, es decir; “paro con mi coche en doble fila, ocasiono un inmenso atasco, porque no puedo andar esos 50, máximo 100 metros, pero luego iré a hacer deporte” en fin, si es verdad que a veces la lógica (aquí iría el icono de inmensa ironía) nos puede. Y de verdad, no es para un momentito. Las acciones tienen sus consecuencias. ¿Lo sabes?

         Un momentito, impide andar, un momentito impide circular, un momentito es el inicio de soñar con la educación en MAYÚSCULAS.

         No es sanción es educación, la educación que damos hoy, será de la que NO nos quejemos en un futuro, no le demos oportunidad a nuestros hijos de ser irrespetuosos y maleducados, si se aprende a hacer bien las cosas, no por la sanción, si no porque ASÍ ES LO CORRECTO, pensando en los demás, no siendo egoístas e insolidarios, las normas y las sanciones sobrarán. Soñar no cuesta nada, y si eso significara que no existieran leyes y menos abogados. Muchos se alegrarían. ¿A qué si? 

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