A pesar de que están cayendo cada
vez más en desuso, la finalidad de los cepos es causar una agravación de la
pena impuesta a los infractores de las normas relativas al tráfico
automovilístico inmovilizando el vehículo en cuestión. Un elemento que, además
de la multa que conllevan para el propietario, pueden acabar por dañar alguna
zona de la llanta o del paso de rueda al ponerlo o retirarlo dado su peso y
tamaño.
A fin de que esto no ocurra y de
evitar costes tanto económicos a las administraciones, una empresa americana
llamada Ideas That Stick ha creado un sofisticado cepo denominado The Barnacle
(La lapa) que acaba con todo ello. Se trata de un dispositivo ligero fabricado
en plástico que se coloca sobre la luna delantera y dos grandes y potentes
ventosas se adhieren al cristal de tal forma que, según asegura la empresa, es
imposible despegarlas de forma manual. Así se consigue anular la visibilidad al
conductor y el coche queda inmovilizado.
Para retirarlo, el propietario del
vehículo deberá pagar la multa por medio de su smartphone, tras lo cual se le
enviará un código de desbloqueo que deberá introducir en el cepo para
liberarlo. A raíz de ahí, el conductor dispondrá de 24 horas para devolver el
dispositivo en el punto de entrega que más le convenga.
Otra de sus ventajas es que se
puede plegar para que sea más sencillo transportarlo pues, de acuerdo con sus
creadores, en un maletero se pueden meter en torno a diez de estos cebos.
Este innovador dispositivo se
comercializa desde la propia página web de la empresa y su precio asciende
hasta los 499 dólares (452 euros) si se adquieren menos de diez unidades, 480
dólares (434 euros) si se compran diez o más unidades y 600 dólares (543 euros)
si se piden de forma individual.
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