A pesar de que están cayendo cada
vez más en desuso, la finalidad de los cepos es causar una agravación de la
pena impuesta a los infractores de las normas relativas al tráfico
automovilístico inmovilizando el vehículo en cuestión. Un elemento que, además
de la multa que conllevan para el propietario, pueden acabar por dañar alguna
zona de la llanta o del paso de rueda al ponerlo o retirarlo dado su peso y
tamaño.