La planta
de la marca de Stuttgart se encargará de suministrar los propulsores del
Panamera y, más adelante, al resto de marcas del grupo.
De manera
paralela al lanzamiento de la segunda generación del Panamera, Porsche ha
estrenado una nueva fábrica en su ciudad natal, Stuttgart-Zuffenhausen, que
será la encargada de suministrar los motores V8 del modelo.
La marca
alemana ha realizado una inversión de 80 millones de euros para su
construcción, dará empleo a 400 empleados y tendrá una producción diaria de 200
bloques V8 al día.
El
proceso de fabricación de cada motor, que comienza cada 4 minutos, dura 6,2
horas, pasa por 110 ciclos de trabajo y aporta 2.300 datos sobre la producción,
permitiendo a los trabajadores detectar errores, aislarlos y corregirlos.
Todo el
guiado por las etapas de producción se realiza gracias a 16.000 imanes, lo que
aporta flexibilidad y permitirá añadir o eliminar secciones según sea
necesario.
Aunque en
principio solo se fabricarán los propulsores para el Porsche Panamera, conforme
pase el tiempo se irán añadiendo modelos de otras marcas del grupo Volkswagen
(Bentley Continental, Volkswagen Passat…) hasta capitalizar la producción de
los V8.
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