domingo, 14 de febrero de 2016

LISTOS PARA EL SUV. ÉRASE UNA VEZ... UN COCHE NUEVO




25 niños de siete años preguntan todo lo que quieren saber del proceso de creación de un coche con motivo del lanzamiento del primer SUV compacto de SEAT

“Yo a mi coche le pondría alas”, o “A mí me gustaría que llevara mega reactores”, algunas de sus propuestas cuando piensan en qué le pondrían a un vehículo nuevo
Martorell, 09/02/2016. - “¿Cómo se comienza un coche?” “¿Cuántos días se necesitan para fabricar un coche nuevo?”. Estas son tan solo una pequeña muestra de las preguntas formuladas por un grupo de niños de siete años. Ávidos de curiosidad y con la frescura, espontaneidad e ingenuidad propias de la edad, gracias a ellos hemos podido saber qué hay detrás del proceso de creación de un coche en el año en que SEAT lanzará al mercado su primer SUV compacto.  

El día comienza como siempre. Los 25 alumnos de la clase ‘Minions’ de la escuela La Salle Gràcia de Barcelona, llegan a las 9 de la mañana. Guardan la mochila, cuelgan la chaqueta en su perchero y se ponen la bata. Esperan al profesor de turno, pero, de repente, quien entra por la puerta son dos desconocidos: Xavier Agustín y Amanda Gómez, ingeniero y diseñadora del Centro Técnico.

Xavier rompe el hielo: “Nos gustaría mucho saber qué le pondríais vosotros a un coche nuevo”. Y entonces, los pequeños se sueltan: “Mega reactores y que pueda ir dentro del agua”, dice Léonard. “Yo le pondría alas”, suelta Ona. “Una bicicleta gratis”, exclama Júlia. “A mí me gustaría apretar un botón y que el coche conduzca solo”, explica la otra Júlia de la clase. “De eso, algo hay”, comenta Xavier. “Tenemos coches que se aparcan solos. Tú sólo tienes que darle a los pedales y el volante gira solo. Y queda perfectamente aparcado”. “También tenemos vehículos que detectan si un coche se nos cruza por delante”, continúa el ingeniero. “Entonces, él solo se para”. Silvia sugiere que el coche “suba la ventana cuando se lo digas”. Y entonces Xavier se levanta de su taburete y se le acerca mientras le muestra el Smart Watch que lleva en la muñeca. “¿Ves este reloj? Pues con él puedes abrir las puertas, mirar cuánta gasolina has gastado, ¡e incluso saber dónde has aparcado!” “Ala...!”, suspiran asombrados los niños.

Ahora, los pequeños se reparten en dos grupos. “¿Dónde comienza el coche?”, pregunta Artau. “Con algo que seguro, seguro, tenéis en esta clase”, replica Amanda. “Lápices”, adivinan. “¡Exacto! Todos los coches se comienzan dibujando, sólo con un papel y un lápiz, como vosotros” Y les enseña algunos bocetos de modelos de SEAT, mientras los niños no salen de su asombro. “Qué chulo”, murmuran.

Al lado, el grupo de Xavier también tiene preguntas. “¿Cuántos días necesitáis para hacer un coche?” “De media, unas 17 horas”. “¡Uau!” exclaman los niños. “Pero una cosa es cuánto tardamos en fabricarlo, y otra el tiempo que dedicamos en pensarlo y empezarlo a producir. Para eso estamos entre 3 y 4 años”. 

En el grupo de Amanda comienza el juego. Mientras todos imitan los movimientos de los robots, la diseñadora de SEAT les explica que en SEAT “hay más de 2.000 robots que fabrican los coches y parece que están bailando por su perfecta sincronización”. El grupo de Xavier se suma a la fiesta. Todos disfrutan ya con las piezas que han llevado consigo ingeniero y diseñadora. Es el momento de mayor alboroto, pero no por ello dejan de preguntar, como cuando Amanda les enseña un asiento o algunas de las telas y texturas que ha llevado consigo para la ocasión, y Xavier les explica cómo es un airbag. “Esto es como un globo, pero se hincha mucho más rápido, en lo mismo que tu tardas en pestañear”.

Y cuando la jornada llega a su fin, la gran sorpresa. Ellos, los pequeños expertos, merecen un premio. Así que ingeniero y diseñadora se los llevan al teatro del colegio. Los niños suben al escenario, desconcertados, donde unas cortinas cerradas les aguardan. De pronto, comienzan a correr y desvelan una gran pantalla. “¿Qué vamos a ver?”, se preguntan algunos en voz baja. “Vais a ser los primeros en ver nuestro nuevo coche, el primer SUV compacto de la historia de SEAT”. Y ahí, de golpe, se proyecta la imagen más esperada. Boquiabiertos, no alcanzan a pronunciar palabra. “Ala...” verbalizan a lo sumo.



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