Viajar en autobús, metro o tren puede llegar a ser
hasta un 30% más barato en España que en el resto de principales capitales
europeas. Así se desprende de los datos difundidos por la Asociación de
Empresas Gestoras de Transportes Urbanos Colectivos (Atuc) con motivo de la
Semana Europea de la Movilidad, que se celebra desde mañana y hasta el 22 de
septiembre.
El informe –que analiza la movilidad de las
principales capitales europeas- muestra cómo los ciudadanos que se deciden por
el transporte público como método de desplazamiento, pagan de media 1,5 euros
en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, mientras que en el resto de
grandes urbes de la UE cuesta algo más de 2 euros.
Eso sí, el bolsillo del español no sólo nota el ahorro
en un viaje sencillo, sino que cuando se trata de cubrir trayectos ilimitados
durante el mes en curso, el abono mensual también sale más ‘rentable’ en
España. En concreto, en Madrid se paga un 26% menos que en otras grandes
capitales europeas. Así, en las 19 áreas urbanas españolas más importantes, la
Administración cubre el 52,8% de los costes operativos. Es decir, en promedio
los usuarios no llegan a pagar ni la mitad de lo que cuestan los servicios de
transporte urbano.
Estas tarifas han favorecido que en España se utilice
más el transporte público que en el resto de la UE, donde lo usan dos de cada
diez viajeros. En nuestro país, con Madrid a la cabeza, cuatro de cada diez
ciudadanos eligen moverse en autobús, metro o tren. De hecho, y según los datos
del Instituto Nacional de Estadística (INE) del pasado mes de junio, en España
ya usan estos medios de transporte 234,7, millones de personas.
En este contexto, el peaje que pagamos los españoles
por tener un transporte público más barato es que es más lento que en el resto
de países vecinos, pues la velocidad media de los autobuses urbanos en las
ciudades analizadas es de 20 kilómetros por hora, mientras que en Madrid es de
poco más de 13 kilómetros la hora.
A pesar de ello, los españoles recorremos más
kilómetros al mes en transporte público que nuestros vecinos europeos, ya que
en autobús, por ejemplo, llegamos a acumular más de 40 kilómetros cada mes
gracias a las 2,23 paradas que hay por cada 1.000 habitantes (en Europa es de
2,63).
Cuidamos el medio ambiente y también el bolsillo
Para tratar estos y otros asuntos, las ciudades y
municipios se darán cita en la Semana Europea de la Movilidad con el objetivo
de poner en marcha una serie de actividades para concienciar a la población de
los beneficios del uso del transporte público, tanto para el medio ambiente
como para el bolsillo.
Precisamente, de cada 100 euros que los hogares
españoles dedican al transporte, 90 todavía van destinados al vehículo
particular, mientras que el transporte público solo representa 5 euros, según datos
del INE.
Una cuestión que no es baladí si se tiene en cuenta
que en la UE hay una media de entre 350 y 500 vehículos por cada 1.000
habitantes y apenas un tren de metro puede sustituir el uso de 400 automóviles,
según los datos de Atuc.
No obstante, desde la Asociación plantean la
convivencia del transporte público con otras alternativas de movilidad
sostenible, como la bicicleta o las flotas de carsharing, otras opciones de
transporte que son más respetuosas con el medio ambiente y que permiten ahorrar.
Medidas para lograr un trasporte público más
sostenible
La Semana Europea de la Movilidad no sólo es sólo una
cita importante para que los ciudadanos conozcan los beneficios del transporte
público, sino que también es un escenario idóneo para que tanto Atuc como el
resto de principales operadores europeos de transporte urbano reclamen a la UE
la adopción de una serie de medidas que garanticen la sostenibilidad del
sistema de transporte público, tanto en términos medioambientales como
económicos.
En este sentido, Atuc apuesta por un modelo de
movilidad sostenible mediante el que se ponga la calidad de vida de las
personas como centro de atención, logrando que las ciudades españolas sean más
limpias, sanas y habitables y para muestra un botón: utilizando el transporte
público se evita la emisión de 2,5 millones de toneladas de CO2 al año.
Tal y como explica el secretario general de la
Asociación, Jesús Herrero, “hay que poner en marcha soluciones inteligentes en
las que el transporte público se integre con los demás medios de transporte,
convirtiéndose en el eje de una movilidad urbana sostenible. También es
necesario conceder una protección especial a los peatones y a los ciudadanos
que circulan en bicicleta, así como poner en marcha acciones que permitan la
utilización moderada y respetuosa con el medio ambiente del vehículo
particular”.
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