La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor,
Reparación y Recambios (GANVAM), que representa a más de 6.000 empresas
dedicadas al mantenimiento y reparación, estima que la puesta en marcha de un
“Plan 360 de impulso a la posventa” permitirá aumentar en un 10% los ingresos
anuales de los talleres. Sólo en el último año su facturación se contrajo un
4%.
De esta forma, el déficit de matriculaciones y el
creciente envejecimiento del parque siguen lastrando la actividad de la
posventa, aquejada también de la rebaja de la cobertura de las pólizas y el
menor número de kilómetros que ahora se recorren. Concretamente, los vehículos
de menos de cinco años, que son los que más pasan por el taller, están
perdiendo peso como “clientes” en detrimento de los más antiguos, lo que
explica en parte que el volumen de reparaciones cayera un 6% en 2014.
Precisamente, el mayor peso de los vehículos de más de
diez años –que representan ya más de la mitad del parque- también supone un
problema añadido para la posventa, sobre todo para los servicios oficiales. Ya
no sólo porque cuanto más viejo es el coche, menos se repara y menos
rentabilidad deja al taller al ceñirse únicamente a las averías
imprescindibles; sino porque muchas veces, como al propietario no le compensa
la reparación, acaban abandonados a su suerte en los talleres, lo que les
genera una pérdidas anuales cercanas a los 300 millones de euros.
Por si fuera poco, esta hipersensibilidad del consumidor
al precio impulsa la proliferación de centros clandestinos. De hecho, alrededor
de un 20% de las operaciones de reparación y mantenimiento se efectúan en
talleres ilegales, lo que obliga al sector posventa a lidiar también con la
competencia desleal de pseudoprofesionales que actúan al margen de las reglas
del mercado, generando unas pérdidas de más de 1.000 millones al año.
Además, la situación de los talleres se ve agravada en
ocasiones, como se ha venido denunciando en el Foro de Talleres del que forma
parte Ganvam, por la relación con las aseguradoras, que tratan de imponer el
precio de mano de obra, baremos y peritaciones que rebajan en hasta un 40% el
tiempo de reparación que emplean los centros, así como descuentos no negociados
en piezas de recambio.
Plan 360 de Impulso a la Posventa
Ante esta coyuntura, Ganvam ha puesto en marcha un “Plan
360 de impulso a la posventa” con el objetivo último de revitalizar un área de
negocio estratégica para el sector de automoción. Este plan se orienta, por un
lado, a aumentar su rentabilidad de los talleres y, por otro, a conseguir un
redimensionamiento certero de un sector que se mueve entre los 40.000 y 45.000
talleres; esto pasa por que los centros de reparación vigentes cumplan con los
criterios que marca la normativa aplicable pero también por cerrar aquellos
ilegales que han proliferado al calor de la crisis.
Un registro limpio de polvo y paja
De esta forma, Ganvam aboga por la creación de un
registro oficial de talleres que permita conocer con exactitud el número de
centros actuales de reparación; así se puede inventariar aquéllos que realmente
cumplen con sus obligaciones legales y fiscales para actuar directamente sobre
los que actúan de una manera arbitraria y con absoluta impunidad.
Fomentar la auto-inspección
Precisamente para que los talleres puedan cumplir
masivamente con estas exigencias legales, Ganvam viene pidiendo a las Administraciones inspectoras que avisen a los
centros de reparación antes de realizar las campañas de inspección y les
faciliten además los protocolos con los puntos que se exigirán en esos exámenes
con el fin de que se pongan al día voluntariamente y puedan garantizar desde ya
un servicio diez al usuario final. Así lo viene realizando la asociación con
Madrid, Navarra o Galicia, entre otras.
Cerco a los talleres ilegales
Con el fin de acabar con la lacra de los más de 10.000
centros que ahora mismo suponen un foco de ilegalidad Ganvam, junto con ANFAC,
viene colaborando activamente con la Guardia Civil, lo que culminará en breve
en un acuerdo de colaboración entre las partes para poner fin a estar práctica
que atenta contra la seguridad vial, el medio ambiente, el consumidor, la
seguridad de los trabajadores, la calidad de esta actividad industrial y las
haciendas públicas.
Además, dado que la erradicación de la reparación pirata
es una demanda histórica que el Proyecto del nuevo Reglamento General de
Circulación recogía en su borrador inicial pero que desafortunadamente se
retiró, la patronal trabaja también para su reposición manteniendo reuniones de
alto nivel con la DGT y los distintos ministerios implicados.
Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez
Torres, “la reparación ilegal tiene un impacto negativo en el consumidor, que
queda desprotegido al no disponer de facturas, presupuestos ni las garantías de
reclamación. Además supone un riesgo para la seguridad vial, ya que no es
posible garantizar que los vehículos reciben una reparación segura; por no
hablar del impacto medioambiental de un negocio incapaz de garantizar el
cumplimiento de la normativa de gestión y reciclaje de los más de 38 tipos de
residuos que genera la actividad del taller”.
Avances legislativos para proteger a los talleres
Ganvam continúa también avanzando con iniciativas como la
que permite a los talleres desprenderse de los coches abandonados en sus
instalaciones sin represalias o responsabilidades, tras la aprobación del
artículo 86 de la Ley de Seguridad Vial relativo al "Tratamiento Residual
del Vehículo", conseguida a instancias de esta patronal. Sólo el año
pasado los centros de reparación llevaron al desguace 3.790 vehículos
abandonados por sus propietarios, es decir, que se ha multiplicado por tres el
volumen desde que se puso en marcha la medida hace cuatro años.
Otro de los frentes en los que trabaja la patronal, y que
será motivo, entre otros, de una respuesta de la Dirección General de Seguros a
mediados de marzo, es en la revisión y actualización de normativas que
contengan incongruencias que perjudiquen la actividad de los talleres como es
el caso de la Ley del Seguro. Concretamente, al amparo de esta ley, algunas
aseguradoras tienen la costumbre de peritar in situ un vehículo y abonar la
indemnización del daño a su titular al momento pero sin IVA, lo que perjudica
al sector reparador.
Y es que cuando el conductor acude al taller para reparar
su vehículo, éste les exige el pago del 21% de IVA que no han percibido con la
indemnización, un “sobrecoste” que acaba disuadiendo al propietario del
vehículo a ir adelante con la reparación, empujando al conductor a ir a un
pirata.
Una fiscalidad más favorable
Por otro lado, con el fin de favorecer la existencia de
un parque circulante más seguro, desde Ganvam se viene solicitando a la
Administración la aplicación de un IVA reducido para las reparaciones que
afecten a la seguridad vial, así como deducciones fiscales en el Impuesto de
Sociedades y en el IRPF para el sector de la posventa.
Planes de achatarramiento
En este sentido, la continuidad de los planes de ayudas a
la compra suponen un balón de oxígeno también para los talleres pues están
basados en el achatarramiento, lo que favorece la renovación del parque y la
entrada de nuevos vehículos al parque,. La bolsa de 2/3 millones de vehículos
nuevos no matriculados por la crisis representa un negocio potencial para los
talleres pues se trata de “ventas retenidas” que captarán cuando la
recuperación macro llegue a la calle.
Liberalización de las ITV’s
Por último, Ganvam junto a Anfac y Faconauto viene
defendiendo también la eliminación de las incompatibilidades que impiden a los
operadores del sector del comercio y la reparación de vehículos participar en
la actividad de la inspección técnica de vehículos, apostando por un modelo
mixto donde, a través de inspecciones aleatorias realizadas por los peritos
independientes que las comunidades autónomas designen, se garantice la
imparcialidad absoluta y un mejor servicio en beneficio del usuario final.
Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez
Torres, “la situación que atraviesan los talleres es muy complicada y así se lo
estamos haciendo saber a la Administración. El área de ventas se sostiene con
el PIVE, pero la posventa de automoción necesita un plan de acción integral que
permita depurar una actividad lastrada ya no sólo por efectos coyunturales como
la antigüedad del parque sino también y sobre todo por la competencia desleal
de quien opera al margen de la ley sin importarle el consumidor final, la
seguridad vial y el medio ambiente”.
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