1. Amortiguadores
Los amortiguadores proporcionan confort en la conducción
y representan una garantía de seguridad ya que ayudan a controlar el vehículo a
altas velocidades y en situaciones de riesgo. De hecho, se le considera uno de
los tres componentes esenciales del llamado “triángulo de la seguridad”, junto
a los neumáticos y los frenos.
El correcto funcionamiento de un amortiguador depende de
diversos factores, como el estado de la carretera, la carga del vehículo, el
kilometraje y efectos de desgaste como el frío, el calor y la humedad. La
acción de estos factores hace que el efecto del amortiguador se reduzca
paulatinamente, hasta que deja de funcionar correctamente. Al no ser un
desgaste muy perceptible para el conductor, se aconseja realizar revisiones
periódicas cada 20.000 kilómetros
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2. Escobillas limpiaparabrisas
En caso de lluvia, las escobillas limpiaparabrisas
representan un papel fundamental. Si no barren bien y no evacuan correctamente
el agua, (o granizo o nieve), impiden que llegue bien una información preciosa
a nuestros ojos. Unos segundos pueden resultar vitales.
Si las escobillas dejan zonas por barrer, originan
extraños empañados, hacen ruido o saltos, ha llegado el momento de su
reposición. ASETRA aconsejam como adecuado su cambio después del verano. No hay
nada peor para sus componentes que las prolongadas jornadas de sol y las altas
temperaturas. Ahora, además, suelen incorporar detectores de desgaste muy
interesantes de incorporar.
3. Filtros
filtro aire
Deberías controlarlos al menos una vez al año. En los
vehículos se montan de varios tipos, que ya te explicamos en este artículo:
FILTROS DE ACEITE
El desgaste normal del motor implica la aparición de
partículas metálicas que se desprenden de los componentes y van a parar al
lubricante. El filtro de aceite tiene como misión retener dichas partículas que
perjudicar el rendimiento del motor o incluso dañarlo gravemente. Dado que los
períodos de reposición de los aceites se han dilatado mucho en los vehículos
nuevos y a pesar de que la calidad de los filtros ha mejorado de forma notable,
resulta imprescindible reponer este elemento cada vez que se cambia el
lubricante. Si te atreves a cambiar tú mismo el aceite, puedes seguir estos
siete pasos.
FILTROS DE AIRE
Un filtro en buenas condiciones garantiza que el aire que
llega al motor no contiene partículas abrasivas. De esa manera, la combustión
se realiza en las mejores condiciones y el consumo de combustible se mantiene
en los niveles recogidos en el catálogo del vehículo, al igual que ocurre con
las emisiones contaminantes.
Es importante que el filtro se revise siempre en las
operaciones de mantenimiento del vehículo. El final de su vida depende mucho de
los lugares por los que se circula. De ahí que, en caso de andar por caminos
polvorientos habitualmente, sea necesario proceder con mucha más frecuencia a
su reposición que si se conduce por ambientes mucho más limpios.
FILTROS DE COMBUSTIBLE
Su funcionamiento difiere si se trata de vehículos de
gasolina: eliminar las impurezas del combustible antes deque lleguen al motor,
mientras que en los vehículos que funcionan con gasóleo sirven para eliminar el
agua y evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor. En ambos
casos, su tarea es primordial para garantizar la salud del motor. Deben
revisarse siempre que el vehículo entre al taller para su mantenimiento.
FILTROS DE HABITÁCULO
Si el resto de los filtros que se montan en un vehículo
tienen como fin garantizar la salud del motor del coche, el de habitáculo se
ocupa de la de salud de sus ocupantes. ¿Cómo lo hace? “Atrapando” las
partículas de polvo y los granos de polen que están en suspensión en el
ambiente. Evitan, por tanto, que entren al vehículo y aminora su negativa
incidencia especialmente en los alérgicos, además de proporcionar una sensación
de limpieza y bienestar en el interior del habitáculo. Importante sobre todo
cuando se viaja con algún alérgico.
4. Neumáticos
neumaticos equilibrado
Muchos factores influyen en la vida útil de un neumático:
desde los propios componentes de las cubiertas y el almacenamiento previo a su
venta, hasta la manera de conducir de su usuario, o la climatología y las
características del pavimento por el que rueda. Por tanto, es muy difícil
determinar un número estimativo de kilómetros (hay marcas que duran más que
otras). Sin embargo, al ser el nexo de unión entre el coche y la carretera, su
papel en la seguridad es primordial.
Debes mantener correctamente los índices de presión
aconsejados por el fabricante. Conviene que estés siempre muy pendiente de la
aparición de vibraciones y ruidos, del desgaste anómalo (mayor por unas zonas
que por otras), de cualquier comportamiento extraño detectado en una frenada.
Puede que haya llegado el momento del cambio e incluso que nos avisen también
de fallos en otros componentes relacionados con la seguridad. ASETRA recomienda
acudir a un especialista al menos una vez año si los neumáticos llevan
instalados más de cuatro años, cuando el kilometraje anual no supere los 14.000
kilómetros. Si se hacen más kilómetros, conviene visitar el taller antes.
5. Frenos
Con los frenos en mal estado necesitaremos más metros
para parar el coche ante cualquier emergencia. El desgaste de los componentes
del sistema de frenos depende mucho de las características de la conducción y
también del medio habitual por el que ruede el vehículo (atascos en las
ciudades, recorridos en montaña, con abundantes curvas, etc).
Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado
por un especialista al menos una vez al año. No es fácil detectarlo, puesto que
los componentes del freno se van deteriorando poco a poco y, salvo que sea muy
marcada la diferencia (se va para un lado, tardar en “reaccionar”, ruidos,
chirridos, etc) en cuyo caso el paso por el taller debe ser inmediato. Hemos
hablado ya de cómo mantener los frenos en buen estado.
6. Lubricantes
cambio aceite del coche
Los lubricantes minimizan el desgaste de las piezas del
motor, canalizan las partículas metálicas surgidas de ese desgaste hacia el
filtro, ayudar a la refrigeración y evitar diminutas fugas en el circuito por
sus propiedades sellantes.
El período de vida útil de los lubricantes se ha elevado
mucho en los coches modernos. Hace 20 años, la media de cambio estaba en torno
a los 5.000-8.000 kilómetros, pero hoy los fabricantes de vehículos hablan de
reposiciones más distanciadas, por
encima de los 30.000 kilómetros para sus nuevos modelos… aunque dilatar más de
15.000 kilómetros el cambio de lubricantes hace que el motor sufra en exceso.
Los talleres aconsejan comprobar el nivel del depósito de
lubricante (cada 1.500 kilómetros), una costumbre excelente que ahorra muchos
sustos… y que ahorra disgustos y dinero. Si debes reponer, elige el tipo de
lubricante aconsejado por el fabricante del vehículo.
7. Iluminación
Los faros de tu vehículo te permiten ver… y ser visto. Ya
no es obligatorio llevar lámparas de repuesto en el coche (debido a la
dificultad de su montaje e incluso a los riesgos eléctricos que puede suponer
la operación de cambio en ciertos vehículos), no hay que olvidar que sí que es
obligatorio mantener el sistema de iluminación y señalización en condiciones
óptimas.
Para ello, es conveniente comprobar mensualmente el buen
funcionamiento de todas las luces (posición, cruce, carretera, freno, marcha
atrás, intermitentes y antinieblas) y mantener su superficie exterior libre de
barro y suciedad. Asimismo, siempre que se detecte alguna irregularidad (una
bajada en la intensidad, por ejemplo) debe consultarse a un especialista.
8. Sistema de escape y catalizadores
escape contaminante
Los sistemas de escape tienen como una doble misión en el
cuidado del medio ambiente: deben reducir las emisiones contaminantes y el
ruido de los gases al salir del motor. No se puede evitar su deterioro, debido
a su dura tarea, sobre todo cuando se circula mucho por ciudades o sobre firmes
irregulares. Notarás fugas o corrosiones por una falta de potencia del motor y
por el incremento de consumo de lubricante.
Asimismo, y según indican los principales fabricantes,
circular con catalizadores (muy demandados por los amigos de lo ajeno) o tubos
de escape defectuosos puede aumentar el peligro de incendio del vehículo y
provocar asfixias e intoxicaciones en lugares cerrados.
Los catalizadores dejan de cubrir su función protectora
del medio ambiente a los 80.000 kmpor eso no está de más revisarlos a partir de
los 60.000 kilómetros. Para evitar dañarlo se aconseja evitar subirse a los
bordillos y calentar el vehículo manteniendo durante un par de minutos el coche
al ralentí antes de iniciar la marcha.
9. Correa de distribución
La correa de distribución sincroniza los cuatro tiempos
del motor, la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape y la
chispa de la bujía. Es muy importante seguir los consejos del fabricante del
vehículo porque, al ser un elemento que se desgasta, su rotura puede ocasionar
una grave y cara avería en el motor.
Es prácticamente imposible para un conductor medio
detectar su deterioro, así que la mejor previsión es reponerla por una unidad
media en base a los intervalos aconsejados por el fabricante.
10. Medio ambiente
Algunas de las piezas que se reponen en los vehículos
tienen consideración de residuos peligrosos y resultan muy contaminantes
(además de ser considerado un delito). Los talleres de reparación y
mantenimiento de vehículos cumplen una normativa estricta para la correcta
recuperación y reciclaje de los residuos. Si cambias tú algún componente, acude
al punto limpio más cercano. Y si piensas jubilar tu coche, hazlo
responsablemente.
Fuente: coches.com
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