Conducción eficiente y segura
Esta recomendación es permanente, pero ante las bajas
temperaturas toma mayor importancia. Las arrancadas deben ser suaves, se debe
llevar el motor a bajas revoluciones (sin caer en el ralentí) y hay que
anticipar las frenadas aprovechando en todo lo posible el freno motor. Desde
Arval se alerta que una conducción agresiva aumenta el consumo y puede provocar
un accidente al pasar sobre zonas húmedas y heladas. Por el contrario, una conducción eficiente y
segura permitirá evitarnos esos euros de más en gasolina y algún susto en
cartera por culpa de un golpe evitable.
Mantenimiento óptimo
De vital importancia, sobre todo si el coche ‘duerme’ en
la calle. Hay que revisar que estén correctos los niveles del aceite —los
cilindros trabajarán más y aumentará el consumo—, anticongelante —mantiene en
óptimas condiciones de los líquidos que van al motor—, y líquido de frenos
—para evitar excesos de presión en la frenada que acortarán la vida útil de las
pinzas—. Son acciones que cualquier conductor puede hacer y en caso de duda
siempre puede echar mano del manual del coche. Esta actitud preventiva nos
puede ahorrar el disgusto de tener que llevar el coche al taller y añadir una
factura más a nuestra cuenta corriente.
Atención a la presión de los neumáticos
Una presión incorrecta aumenta el consumo. Con el frío se
reduce por lo que hay que revisar e hinchar los neumáticos al menos 0,2 bares.
También merece atención el dibujo, al pisar sobre superficies húmedas pierde
adherencia por lo que aumenta su trabajo. Debe tener una profundidad muy
superior a los 1,6 mm que es el mínimo legal. Todo ello provoca que se
incremente el gasto de combustible y se reduzca el presupuesto del mes.
Baterías
El frío les resta capacidad de acción, están pensadas
para que funcionen a unos 25º y, si son veteranas, podrían no arrancar el
vehículo. Esto supone que se cambien un importante número de baterías cuando
aún pueden seguir funcionando. Para aumentar su temperatura antes de accionar
la llave de contacto, rodearla de paños calientes y secos, y retirar cuando
arranque. Este consejo ayudará a evitar tener problemas con la batería y
ahorrarnos dinero y tiempo.
Cuidado con la calefacción y los elementos electrónicos
Los asientos, volantes calefactables y las lunetas
térmicas utilizan electricidad de la batería para su funcionamiento, que en su
recarga aumenta el consumo del motor. Arval recomienda usarlos de forma
moderada al inicio de la conducción para a continuación seguir con la
calefacción
Evitar la sobrecarga del vehículo
Por cada cien kilos extra de carga, el consumo aumenta un
5%, por lo que Arval recomienda sacar del maletero todo lo que no vayamos a
necesitar en nuestros desplazamientos rutinarios, y que solo sirven para ocupar
espacio y aumentar el peso del conjunto del vehículo. Un maletero utilizado de
forma sensata y eficiente es una manera de espaciar un poco más las visitas a
la gasolinera. Lo mismo sucede con la baca. Es conveniente no dejarla puesta
por mucha pereza que de quitarla después de un fin de semana en la nieve, pues
llevarla vacía aumenta el gasto de carburante el 2%.
Aprovechar fórmulas para compartir coche
Existen fórmulas para compartir vehículo en trayectos
habituales. De este modo, se puede reducir el consumo de combustible de tantos
vehículos con un solo ocupante, y espaciar las visitas al taller para
revisiones. En este caso, además del consabido beneficio medioambiental, los
gastos quedan mucho más repartidos, una ventaja económica que permitirá que el
mes de enero no se nos haga económicamente demasiado largo y cuesta arriba.
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