La FIA, los equipos, la FOM
y los organizadores están tratando de solucionar la celebración de la prueba a
pesar de las previsiones.
La amenaza del tifón
Phanfone es cada vez mayor y además parece que el momento álgido será
precisamente a las tres de la tarde, hora para la que está prevista la carrera.
En estos momentos se suceden
las reuniones entre la FIA, los equipos, la FOM y los organizadores del gran
premio. Monitorizando paso a paso la evolución del tifón y con los informes de
los meteorólogos en la mano, el máximo organismo internacional ha propuesto dos
opciones. La primera sería adelantar la carrera al sábado, hace la
clasificatoria en el momento en que estaba prevista la tercera sesión de libres
y a la hora de la lucha por la pole sería la carrera. Esa opción parece casi
descartada por motivos contractuales, derechos de televisión, etcétera…
La segunda sería adelantar
cuatro horas la carrera, que pasaría de disputarse a las tres de la tarde a
hacerlo a las once de la mañana (cuatro de la mañana hora peninsular española),
terminaría a la una y en ese momento se produciría una estampida del circuito
porque el principal riesgo, además, es que llegaría el ciclón y los equipos no
podrían ser capaces de trasladar todo el material a tiempo para la próxima
prueba en Sochi, Rusia. En Suzuka se espera una decisión porque el tifón parece
cada vez más cerca y aunque no llegaría en su punto álgido a esta zona, sí
sería lo suficientemente fuerte como para impedir la carrera.
Por otra parte está
Ecclestone, para quien, aunque no lo reconozca, la situación ideal sería que la
carrera se cancelase una vez en marcha, pero tener la señal de televisión
emitiendo una hora o más imágenes del circuito lleno de agua, del viento
etcétera… mientras el resto de medios hablan de ello al día siguiente.
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