Con climatología adversa hay
que llevar siempre las luces puestas, de esta forma mejoraremos nuestra
visibilidad y seremos vistos.
No debemos arriesgar nuestra
seguridad cruzando badenes inundados o zonas anegadas, ya que podemos ser
arrastrados por la corriente.
Para reducir el riesgo de accidente por lluvia, el Real Automóvil Club de
España-RACE quiere recordar algunos consejos importantes para mejorar la
seguridad en carretera. Realizar una conducción suave, aumentar la distancia de
seguridad para disponer de tiempo y espacio ante un problema, o revisar los
elementos de nuestro vehículo, mejorando la visibilidad, ayudan a reducir el
riesgo con climatología adversa. La baja iluminación y las condiciones
climatológicas adversas influyen en la accidentalidad en carretera y en zona
urbana. Por ello, es muy importante extremar la precaución, y circular con un
vehículo en perfecto estado.
Para disponer de una buena
visibilidad e iluminación con mal tiempo es importante el buen estado de los
limpiaparabrisas, de la óptica de los faros y la intensidad de las lámparas,
comprobando el correcto funcionamiento, y controlando la altura de los faros
para no "cegar" al resto de usuarios. Para poder estar atento a
cualquier imprevisto que surja en la carretera, debemos obtener toda la
información de nuestro entorno. Para ello, hay que mantener limpio el
parabrisas, revisando el nivel del líquido incluyendo algún tipo de
anticongelante, de esta forma podemos limpiar el barro y la suciedad que suelta
en resto de vehículos con la calzada mojada.
También es importante
reducir el vaho interior que se forma con el frío y la humedad, dirigiendo la
ventilación hacia el parabrisas, conectando los sistemas antivaho o abriendo un
poco la ventanilla (así se igualan las temperaturas).
CONDUCCIÓN Y CLIMATOLOGÍA
ADVERSA
Aumente la distancia de
seguridad, adecúe la velocidad a las circunstancias del tráfico, evite
adelantar en vías de doble sentido, y preste especial atención a peatones,
ciclistas o motoristas, ya que la lluvia reduce la visibilidad, aumenta la
distancia de detección y provoca reacciones imprevisibles en el vehículo
(pérdida de adherencia, riesgo de perder el control...). Es fundamental
circular con unos neumáticos en perfecto estado, con una presión correcta y una
profundidad del dibujo por encima de 1,6 mm. En caso de aquaplanning, sujetar
firmemente el volante, no acelerar y nunca tocar el freno.
Con climatología adversa,
hay que llevar siempre las luces puestas, ya que una menor iluminación aumenta
el cansancio al volante. Llevar el vehículo en perfecto estado, con un buen
reglaje de luces y limpiaparabrisas, mejorará los niveles de seguridad, ya que
veremos y seremos vistos con tiempo suficiente.
Las condiciones
climatológicas adversas, como la niebla o la lluvia se suman a una menor
luminosidad propia del otoño, haciendo más difícil la conducción, ya que
disponemos de una menor cantidad de información por la falta de luz. Este hecho
obliga a mantener un mayor nivel de atención, lo que provoca un mayor nivel de
fatiga. Una mala ventilación o una temperatura elevada en el interior del
vehículo empeoran la comodidad para conducción. Hay que renovar el aire, evitar
la sequedad en el habitáculo, y disminuir los niveles de monóxido de carbono
que pueden entrar los conductos de ventilación.
PRECAUCIÓN CON LOS BADENES Y
ZONAS ANEGADAS
Durante la conducción
deberemos estar atentos a las circunstancias del tráfico, de las señales
informativas y de las indicaciones de los agentes. Nunca debemos arriesgar
nuestra seguridad cruzando badenes inundados o zonas anegadas, ya que
desconocemos la profundidad o los posibles socavones ocultos por el agua,
corriendo el riesgo de dejar nuestro vehículo atrapado en la balsa de agua. Es
importante recordar que cuando un vehículo se ve anegado, pierde toda la
tracción, y puede ser desplazado sin control alguno por parte de los ocupantes.
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