El Mazda 3 es el modelo
compacto de la marca japonesa que lucha en el segmento más competido del
mercado español. Se enfrenta a rivales como el Renault Mégane, el Ford Focus,
Opel Astra, Peugeot 308, Citroën C4, Kia C'eed, Hyundai i30, Honda Civic, Seat
León, Skoda Spaceback y el todopoderoso VW Golf, entre otros. Mazda presenta la
tercera generación con dos carrocerías, la de cinco puertas que probamos en
esta ocasión, y la de cuatro puertas o de tres volúmenes. El Mazda 3 ha sido
incluido entre los siete modelos que optan al Coche del año en Europa que se
conocerá a principios de marzo en la antesala del Salón del Automóvil de
Ginebra.
La estética del Mazda 3 es deportiva y estilizada. Podrá gustar o no,
lo cierto es que se diferencia de los modelos europeos sin tener las típicas
líneas estridentes de las marcas japonesas. Se puede decir que el Mazda 3 se ha
europeizado. Más si cabe en su interior. Es aquí donde el conductor va a
apreciar más el cambio. El primero es la sensación de calidad de los
materiales, mejor que en la anterior generación. Después, el diseño es limpio,
no hay mucho botón. Todo se ha simplificado más como ocurre, por ejemplo, en el
Peugeot 308. En el volante están los mandos del control de velocidad de crucero
a la derecha, mientras que a la izquierda se manejan las funciones de audio,
del teléfono y del ordenador de abordo. En la consola central predomina la
pantalla táctil de 7 puldadas, más visible que la de la anterior generación. Es
fija, como ocurre en la Clase A de Mercedes y no se escamotea como sí pasa en
el Audi A3. Desde una rueda situada detrás de la palanca de cambios se manejan
las funciones de la pantalla. La posción de conducción es cómoda y se puede ir
sentado bajo. Es fácil encontrar la postura ideal con los reglajes manuales. Lo
único que se le puede achacar, por lo menos ne la versión probada es que la
sujección lateral es menor que la que ofrece un VW Golf o un Peugeot 308. El
Mazda 3 de cinco puertas mide 4,47 metros, una de las cotas más altas del
segmento. Sin embargo, a pesar de ser más largo, las dimensiones interiores no
son espectaculares. El maletero, por ejemplo, cuenta con 364 litros, muy lejos
de los 415 litros del Skoda Spaceback. Las formas son regulares y el acceso
para la carga es cómodo. La versión probada no llevaba rueda de respuesto,
incorporaba el kit reparapinchazos. Las plazas traseras son de fácil acceso a
pesar de ser un vehículo relativamente bajo. El espacio es inferior al que
ofrece el Hyundai i30. Dos adultos pueden viajar de forma cómoda si no miden
más de 1,80 metros. El tunel central de la transmisión resulta incómodo para
que la persona que se sienta en el centro pueda colocar las piernas. Mecánica
La versión probada incorpora el motor de cuatro cilindros que cubica dos litros
y da 120 caballos de potencia. Se alimenta de gasolina y se asocia a un cambio
manual de seis velocidades y la tracción es delantera. Mazda utiliza la
tecnología SkyActiv para aligerar de peso el chasis y la carrocería y no aplica
el dwonsizing (bajada de cilindrada) como en otras marcas. Por ejemplo, VW,
tiene un motor de 1.4 litros turbo con 122 caballos; Mazda lo tiene con dos
litros de cubicaje, atmosférico (sin turbo) y con 120 caballos. La marca japonesa
asegura que "nuestros motores de gasolina consumen como los diésel".
Mazda homologa para este motor un consumo de 5,1 litros por cada 100
kilómetros. Durante la prueba, en los tramos de montaña donde hemos ido más
altos de revoluciones, con mayor gasto de combustible, la media durante 150
kilómetros fue de 6,8 litros. Sin embargo, en un tramo de autovía de otros 150
kilómetros a una velocidad media de 107 km/h el consumo medio fue de 5,9 litros
con dos personas a bordo y una maleta pequeña en el maletero. El comportamiento
dinámico del Mazda 3 resulta más que aceptable y mejora la anterior generación.
Todas las marcas están aligerando sus estructuras para ganar eficiencia (a
menor peso, menor consumo), lo que dota a sus vehículos de una mayor agilidad.
Este Mazda resulta divertido de conducir porque entra bien en las curvas y es
difícil que pierda la trayectoria. El tacto de la dirección y el manejo del
cambio son muy precisos. Los 120 caballos de potencia del motor son suficientes
para mover el Mazda 3 en casi todas las situaciones. Quizá sólo resulte escaso
cuando se circula por carretera de montaña, al salir de una horquilla con una
fuerte pendiente, al Mazda 3 se muestra perezoso para ganar velocidad; algo que
no nos ocurrió con el Golf de 122 caballos ayudado por el turbo. La entrega de
potencia es muy lineal, el funcionamiento del motor es suave y el habitáculo
está muy bien insonorizado. Durante las pruebas había un fuerte viento, que se
notó muy poco en el interior. Se puede decir que la relación potencia/gasto de
combustible/confort de esta mecánica es más que aceptable. Rivales y
equipamiento El Mazda 3 con este motor parte de un precio de 18.700 euros. El
Renault Mégane con el motor de gasolina de 116 caballos parte de 15.100 euros.
El equipamiento del Mazda 3 está en línea con la mayoría de los modelos del
segmento C de los compactos. La firma nipona ofrece el Pack Comfort+Visual por
1.500 euros adicionales que incluye los faros bi xenon, las luces de LED's
diurnas, los cistales traseros tintados, el sensor de aparcamiento trasero,
lavafaros y los sensores de lluvia y crepuscular. También se puede añadir la
opción del navegador por 400 euros más, aunque el software que incorpora no es
muy rápido ni intuitivo. Si se elige el nivel de acabado Luxury (con este motor
este acabado parte de 21.200 euros) se puede incorporar el Pack Safety+Cuero
(3.500 euros) que incluye el aviso de cambio involuntario de carril, el cambio
automático de las luces de largo alcance, el control de velocidad de crucero
adaptativo, la frenada de emergencia, la iluminación frontal adaptativo, la
tapicería de cuero y el asiento del conductor con ajuste eléctrico.
Mazda 3, un motor de
gasolina equilibrado y poco consumista,Motor- transporte-reseñas motor
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