El
pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes la norma que obliga a los
fabricantes de coches a reducir las emisiones de CO2 de los vehículos hasta 95
gramos por kilómetro de aquí a 2020, si bien prevé disposiciones que la flexibilizan,
tal como reclamaba Alemania y han criticado los grupos ecologistas.
Según ha asegurado el ponente de la posición
favorables de la Eurocámara, el 'popular' alemán Thomas Ulmer, el objetivo de
reducción representará un ahorro de 50 millones de toneladas de emisiones de
CO2 por año.
El acuerdo que han ratificado los eurodiputados
fue cerrado el pasado noviembre entre los 28, la Eurocámara y la Comisión
Europea e introduce los llamados 'supercréditos' que ponderarán los coches más
limpios dentro de la gama de un mismo fabricante.
Así, en el periodo 2020-2022, un coche que
contamine menos de 50 gramos por kilómetro se computará como de dos pasajeros
el primer año, de 1,67 pasajeros el segundo y de 1,33 el tercero; y no será
contado como de un pasajero hasta 2023.
Durante las negociaciones, los grupos
ecologistas han criticado esta medida porque consideran que permitirá a los
fabricantes compensar el impacto de sus vehículos más contaminantes con una
producción mucho menor de coches bajos en emisiones y evitar así la sanción por
exceder el límite previsto.
Los fabricantes que produzcan menos de 1.000
coches anuales estarán exentos de la norma con la que la UE pretende reducir
las emisiones contaminantes de los coches, desde los 130g/km previstos para
2015 hasta los 95g/km en 2020.
El acuerdo, que ha recibido el apoyo de 499
eurodiputados frente al voto en contra de 107 y 9 abstenciones, necesita aún el
visto bueno formal del Consejo para entrar en vigor
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