La marca BMW i representa
conceptos automovilísticos proyectados hacia el futuro y, además, es la nueva
interpretación de calidad selecta, que se expresa a través de la
sostenibilidad. Después del estreno mundial del modelo BMW i3, fabricado en
serie, BMW Group ahora amplía esta respuesta revolucionaria al reto que deberá
enfrentar la movilidad individual en el futuro, agregando un automóvil
correspondiente al segmento de los deportivos. Antes del inicio de su
fabricación en serie, BMW i presenta en Miramas, el centro de pruebas de
conducción de BMW Group en Francia, el prototipo del BMW i8, la segunda
propuesta de esta índole de la marca.
Este vehículo híbrido enchufable
(plug-inhybrid) es el coche deportivo más precursor de nuestros tiempos.
Aplicando de manera consecuente el criterio de la sostenibilidad en el segmento
de los coches deportivos, este coche demuestra una vez más cuál es la meta
fundamental de BMW i.
El BMW i8 permite
experimentar una forma revolucionaria de conducir, aunque manteniéndose fiel al
típico placer que significa estar a los mandos de un BMW. Su diseño despierta
emociones y su comportamiento dinámico se caracteriza por prestaciones propias
de un deportivo, emparejadas con valores de consumo y emisiones dignas de un
automóvil pequeño. La carrocería especialmente ligera y aerodinámica, la
moderna tecnología BMW eDrive del conjunto propulsor, la inclusión de un motor
de gasolina de 1.500 cc con tecnología BMW TwinPower Turbo de alto rendimiento,
y el sistema de gestión inteligente de la energía se combinan para formar un
conjunto que representa una solución que marca un nuevo nivel, alcanzado a
través de la aplicación de la estrategia de desarrollo EfficientDynamics. Este
planteamiento de carácter revolucionario desemboca en una relación ejemplar
entre prestaciones y consumo. El BMW i8, con habitáculo de plástico reforzado
con fibra de carbono (PRFC), establece un nuevo listón de referencia en lo que
se refiere a la optimización del peso de un vehículo híbrido enchufable. El BMW
i8 puede conducirse únicamente con el motor eléctrico y, por lo tanto, sin
ocasionar emisiones en absoluto. Pero también dispone del potencial dinámico
propio de un coche deportivo, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,5
segundos (datos preliminares).
El BMW i8 fue concebido
desde un principio como coche deportivo híbrido enchufable, ágil y de altas
prestaciones y, al mismo tiempo, extraordinariamente eficiente. Su arquitectura
LifeDrive, específica de BMW i, ofrece las condiciones ideales para la
obtención de un automóvil de peso
optimizado. El motor de
combustión, el motor eléctrico, el acumulador de energía, la electrónica
funcional, todos los componentes del chasis, así como los elementos de soporte
estructural y de absorción de impactos están montados en el módulo Drive de
aluminio. El elemento principal del módulo Life del coche de 2+2 asientos está
constituido por la jaula del habitáculo de plástico reforzado con fibra de
carbono (PRFC). Gracias a esta configuración, el coche tiene un centro de
gravedad extremadamente bajo y, además, el peso se reparte entre los dos ejes
casi exactamente en la relación de 50:50. Esta distribución equilibrada del
peso, sumada al bajo centro de gravedad, tienen como consecuencia que el BMW i8
sea un automóvil sumamente ágil.
El sistema híbrido
enchufable, desarrollado por BMW Group y específicamente adaptado al BMW i8,
representa un nuevo hito en la evolución de EfficientDynamics. Está compuesto
por un compacto motor de gasolina de tres cilindros con tecnología BMW
TwinPower Turbo, un motor eléctrico y una batería de ión-litio que se puede
recargar conectándola a una toma de corriente doméstica común. El motor de
combustión tiene una potencia de 170 kW/231 CV que se aplica en las ruedas del
eje posterior. La potencia de 96 kW/131 CV del motor eléctrico se aplica en el
eje delantero. Este conjunto propulsor permite conducir únicamente con el motor
eléctrico, en cuyo caso la autonomía es de hasta 35 kilómetros y la velocidad
máxima de hasta 120 km/h. Junto con el motor de combustión, el coche permite
disfrutar de las ventajas de la tracción total, con más agarre al asfalto,
mayor capacidad de aceleración y óptima distribución de la potencia al trazar
curvas de manera dinámica y deportiva. El motor más potente de los dos aplica
su potencia en las ruedas posteriores. Junto con el impulso adicional que se
produce mediante el sistema híbrido, el BMW i8 depara aquél placer de conducir
propio de la marca, emparejado con una ejemplar eficiencia. Cuando se inicie su
producción en serie, el consumo promedio del BMW i8, determinado de acuerdo con
el ciclo de pruebas UE previsto para vehículos híbridos enchufables, será
inferior a 2,5 litros a los 100 kilómetros, mientras que el valor de CO2 no
llegará siquiera a 59 gramos.
Relación optimizada entre
prestaciones y consumo: el BMW i8, un fascinante paso adicional en el
desarrollo de EfficientDynamics. BMW Group empezó a aplicar su estrategia de
desarrollo EfficientDynamics hace ya más de diez años. Esta estrategia tiene la
finalidad de aumentar significativamente las prestaciones y, a la vez, la
eficiencia de cada modelo nuevo de BMW Group. EfficientDynamics abarca tanto la
evolución de la tecnología ya disponible, como el desarrollo de nuevos y
revolucionarios conceptos de propulsión. Con ese propósito se combinan
conceptos de eficiencia automovilística, entre ellas el uso de materiales
ligeros, optimización aerodinámica y motores dinámicos, con soluciones como la
tecnología BMW TwinPower Turbo y con sistemas de control inteligente de todos
los flujos de energía dentro del coche. Las soluciones tecnológicas nuevas y
revolucionarias se aplican en los modelos de la marca BMW i con la intención de
aprovecharlas posteriormente también en los modelos de las marcas
principales de BMW Group.
BMW i también es la marca
precursora del grupo en lo que se refiere a la reducción de la generación de
emisiones de CO2 a cero en el tráfico urbano. Los trabajos de investigación y
desarrollo realizados a través del «project i», iniciado en el año 2007,
sentaron las bases para la obtención de soluciones de movilidad de carácter
revolucionario, que consideran especialmente los
cambios ecológicos,
económicos y sociales que se pueden observar en el mundo entero. BMW Group
atiende las necesidades individuales y las exigencias globales que plantea la
movilidad del futuro, aplicando un enfoque general a través de su marca BMW i.
Los modelos de BMW i se distinguen por tratarse de automóviles puramente
eléctricos o versiones híbridas enchufables. La nueva interpretación de lo que
debe considerarse innovador y selecto, está definida a través de un diseño
futurista, el uso inteligente de materiales ligeros, cualidades dinámicas capaces
de deparar el típico placer de conducir un coche de la marca, la gestión
precisa del flujo de energía, así como la aplicación de procesos y métodos de
fabricación que respeten los recursos naturales y que impliquen un bajo consumo
de energía. La arquitectura LifeDrive, con bastidor de aluminio para el
conjunto propulsor y habitáculo de PRFC: más fascinación, menos peso,
resistencia aerodinámica
optimizada.
La arquitectura LifeDrive,
desarrollada para los automóviles de la marca BMW i, es ideal para invertir la
tendencia del aumento del peso y, además, para obtener un diseño específico
para cada modelo. Considerando que el BMW i8 tiene una longitud de 4.689
milímetros, y que su ancho es de 1.942 y su altura de 1.293 milímetros
respectivamente, es evidente que se trata de un
automóvil de proporciones
típicamente deportivas. El carácter dinámico se acentúa adicionalmente por el
largo capó, diversos elementos aerodinámicos claramente visibles, la línea
alargada del techo, mínimos voladizos y la gran distancia entre ejes de 2.800
milímetros. Manteniendo las formas típicas de la marca BMW i, se ha logrado
trasladar la idea de deportividad emparejada con eficiencia de una manera
fascinante al diseño del deportivo de 2+2 asientos.
El BMW i8 tiene un
coeficiente de resistencia aerodinámica (valor Cd) de apenas 0,26, consiguiendo
además un ejemplar equilibrio aerodinámico. Esto significa que el preciso
guiado del aire en todas las partes de la carrocería desemboca en una relación
entre resistencia aerodinámica y fuerzas ascendentes óptima, que permite
obtener un comportamiento extraordinariamente dinámico y muy estable.
Uso inteligente de
materiales ligeros, hasta en los más mínimos detalles.
En el BMW i8 también se
aplica de manera consecuente el principio del uso inteligente de materiales
ligeros, tal como se define en la estrategia EfficientDynamics. Así lo
demuestran el módulo Drive de aluminio y el módulo Life con habitáculo de PRFC.
La utilización del material PRFC de avanzada tecnología, muy ligero y resistente
a impactos, permite reducir el peso a la mitad en comparación con el acero y en
un 30 por ciento en comparación con el aluminio, ofreciendo, como mínimo, la
misma solidez. De esta manera es posible compensar el peso adicional del motor
eléctrico y del acumulador de alto voltaje. El peso en orden de marcha del BMW
i8 es inferior a 1.490 kilogramos. Pero la arquitectura LifeDrive también tiene
un efecto positivo en el reparto del peso. La batería, montada en la parte
central inferior del coche, logra que el centro de gravedad sea muy bajo y se
encuentre en un lugar óptimo, por lo que contribuye a la seguridad. Ningún otro
modelo de cualquiera de las marcas de BMW Group dispone de un
centro de gravedad tan bajo.
La agilidad de un coche
también depende de la equilibrada distribución del peso sobre los dos ejes. En
el caso del BMW i8, esta distribución es perfecta, siendo de casi 50:50. El
compacto motor eléctrico, la caja reductora y la electrónica funcional se
encuentran junto al eje delantero, en el que el motor eléctrico aplica su
potencia. El motor turbo de combustión también aplica su
potencia al eje que se
encuentra más cerca, en este caso, el eje trasero. Lo dicho anteriormente
significa que este propulsor y la correspondiente caja de cambios están montados
en la parte posterior del coche. La solución equilibrada se completa con la
batería de ión-litio, que está montada en la zona central del coche, aunque
ligeramente desplazada hacia adelante. También
considerando criterios de
seguridad, esta es la posición ideal para el acumulador de energía eléctrica
que, además, está montado en un bastidor de aluminio.
La estructura de las puertas
está formada por un soporte de PRFC y una chapa exterior de aluminio. Gracias a
esta solución, el peso se reduce en un 50 por ciento en comparación con una
configuración de tipo convencional. La utilización de tapicerías de piel de
alta calidad, curtidas con substancias naturales, subraya el carácter
sostenible y, por lo tanto, selecto superior del
BMW i8.
La utilización de un soporte
de magnesio para el salpicadero consigue reducir el peso en dos sentidos.
Concretamente, el uso de este material en el salpicadero permite reducir en
aproximadamente un 30 por ciento el peso en comparación con el mismo componente
de, por ejemplo, un BMW Serie 6. Además, el magnesio es un material sumamente
rígido, por lo que el soporte de este material tiene un efecto estabilizante.
Gracias a estas cualidades, fue posible reducir los componentes del soporte,
con lo que se logró disminuir adicionalmente el peso en 10 por ciento. El
innovador uso de material espumado en los canales de guiado de aire del
climatizador significa una reducción del peso en 60 por ciento en comparación
con componentes convencionales. Adicionalmente, este material tiene un efecto
de insonorización, lo que significa un progreso substancial en términos de
acústica.
La conexión directa de la
electrónica funcional al motor eléctrico reduce la longitud de los cables, y
las conexiones correspondientes también pesan menos, gracias al uso parcial de
componentes de aluminio. También los componentes del chasis del BMW i8 fueron
concebidos con la finalidad de optimizar el peso. Las llantas de serie de
aluminio forjado de 20 pulgadas del BMW i8 no solamente tienen un diseño
optimizado aerodinámicamente, sino que también son especialmente ligeras. La
consecuente aplicación de la estrategia del uso de materiales ligeros incluso
implica la utilización de determinados tornillos y pernos de aluminio que,
siendo igualmente resistentes y funcionales, son aproximadamente un 45 por
ciento más ligeros que los correspondientes tornillos y pernos de acero.
Además, el BMW i8 es el
primer coche del mundo fabricado en serie que está provisto de cristal templado
químicamente. Esta innovadora tecnología de fabricación, utilizada hasta ahora
especialmente en teléfonos móviles inteligentes, le confiere al material una
solidez extraordinaria. El cristal que separa el habitáculo del maletero del
BMW i8 está compuesto de dos capas
de vidrio templadas
químicamente. Cada una de ellas tiene un grosor de 0,7 milímetros y entre ellas
se encuentra una lámina de aislamiento acústico. Esta solución tiene cualidades
acústicas óptimas y, al mismo tiempo, ofrece la ventaja de pesar la mitad de un
cristal de vidrio laminado reforzado convencional.
Máximo placer de conducir,
máxima eficiencia: motor BMW TwinPower Turbo y motor eléctrico desarrollado por
BMW Group.
El sistema propulsor del BMW
i8 está compuesto por las tecnologías BMW TwinPower Turbo y eDrive. Por lo
tanto, este vehículo híbrido enchufable combina lo mejor de ambos mundos: gran
potencial para aumentar la eficiencia y prestaciones fascinantemente
deportivas. Tanto el
motor de combustión, como
también el motor eléctrico, la electrónica funcional y el acumulador fueron
desarrollados por BMW Group. Por este motivo, todos los componentes cumplen con
los estrictos estándares de calidad, definidos en concordancia con el alto
nivel del trabajo de desarrollo realizado por BMW Group en materia de sistemas
de propulsión.
El carácter revolucionario
del BMW i8 resulta evidente si se considera que también el motor de combustión
es un estreno. El BMW i8 es el primer modelo de BMW Group fabricado en serie
que dispone de un motor de gasolina de tres cilindros. Este motor de alto
rendimiento , cuenta con la
tecnología BMW TwinPower
Turbo más reciente. Este propulsor extraordinariamente compacto tiene una
potencia máxima de 170 kW/231 CV. La potencia específica de 113 kW/154 CV por
1.000 cc, la más alta de un motor de BMW Group, es digna de un motor de un
coche
deportivo de altas
prestaciones.
El carácter del nuevo motor
de tres cilindros está directamente emparentado con los motores de seis
cilindros en línea de BMW, que brillan por su espontánea entrega de potencia,
su capacidad de subir hasta altas revoluciones y su funcionamiento
extraordinariamente sedoso. Su tecnología
BMW TwinPower Turbo incluye
una unidad turbo de alto rendimiento, sistema de inyección directa de alta
precisión de gasolina con inyectores montados entre las válvulas,, así como el
sistema VALVETRONIC de regulación variable y continua de la carrera de las
válvulas, que es capaz de mejorar la eficiencia del motor y, además, su
capacidad de respuesta. Al igual que un motor de seis cilindros, también el
motor de tres cilindros está libre de fuerzas de masas de primer y segundo
orden. Los momentos de desequilibrio, de por sí mínimos debido a las
características mecánicas del motor, se minimizan mediante un árbol de
compensación. Un elemento amortiguador de varias fases, integrado en la caja
automática, garantiza el sedoso funcionamiento del motor a bajas revoluciones.
La tecnología BMW TwinPower Turbo y las mínimas fricciones en el interior del
motor favorecen la eficiencia y, además, la capacidad del motor de subir
rápidamente las revoluciones. El motor de tres cilindros reacciona
espontáneamente a cualquier movimiento del acelerador y alcanza muy pronto su
par máximo de
320 Nm.
La segunda fuente de
potencia es el motor eléctrico síncrono, especialmente desarrollado y producido
por BMW Group para la marca BMW i. El motor eléctrico tiene una potencia de 96
kW/131 CV y entrega un par motor de 250 Nm desde el mismo momento en que se
pone en marcha. Además de la respuesta espontánea que es típica de los motores
eléctricos, la entrega de potencia también es perceptible hasta altos niveles
de solicitación. La entrega es lineal hasta altas revoluciones, gracias a las
características específicas del motor eléctrico, desarrollado especialmente
para BMW i. Aplicando la tecnología BMW eDrive se optimizaron todos los
detalles del sistema de motor síncrono de activación permanente. La disposición
específica y el tamaño de las piezas que generan el momento de impulsión tienen
un efecto de automagnetización, únicamente presente en motores de reluctancia
variable. Gracias a esta activación adicional, el campo electromagnético
generado por la alimentación de corriente también se mantiene estable a altas
revoluciones del motor.
El motor eléctrico asume una
función de impulso adicional, apoyando al motor de gasolina en fases de
aceleración. Además, puede aprovecharse para conducir únicamente de modo
eléctrico a una velocidad máxima de 120 km/h. Con el BMW i8 puede recorrerse
una distancia de hasta 35 kilómetros, conduciendo únicamente con el motor
eléctrico, es decir, sin generar emisiones y asi sin ocasionar ruidos. La
energía necesaria para este modo de conducción proviene de una batería de
ión-litio, montada en la parte central inferior del coche. La versión de este acumulador
de alto voltaje fue desarrollada y producida por BMW Group específicamente para
el BMW i8. El acumulador cuenta con un sistema de refrigeración por líquido, y
puede recargarse en cualquier toma de corriente doméstica común, así como en
una BMW i Wallbox o en una estación pública de recarga. Si se conecta a una
toma de corriente doméstica, el acumulador se recarga completamente en menos de
tres horas. Si está conectado a una BMW i Wallbox, la operación de
recarga dura menos de dos
horas.
El concepto automovilístico
y el sistema de control del conjunto propulsor del BMW i8 subrayan su carácter
precursor como coche deportivo revolucionario. En cualquier situación dinámica,
ofrece la combinación óptima entre dinamismo y eficiencia. Durante sus fases de
recuperación, la batería de alto voltaje se carga recurriendo al motor
eléctrico. El alternador/motor de arranque
de alto voltaje, encargado
de poner en funcionamiento el propulsor de combustión, también hace las veces
de generador y alimenta corriente eléctrica a la batería de alto voltaje. La
energía necesaria proviene del motor con tecnología BMW TwinPower Turbo. Y
durante las fases de deceleración, también el motor eléctrico contribuye a la
recuperación de energía de la batería de alto voltaje. De este modo se tiene la
seguridad que el BMW i8 no se quede con la batería vacía, lo que significa que
siempre cuenta con un sistema propulsor eléctrico aprovechable. La autonomía
que ofrece el sistema suponiendo una conducción puramente eléctrica suele ser suficiente
para el tráfico urbano. Una vez fuera de la ciudad, el BMW i8 entusiasma por su
comportamiento deportivo que, además, es muy eficiente gracias al impulso
adicional que ofrece el motor eléctrico, apoyando el trabajo del motor de
combustión. Considerando estos extremos, puede afirmarse que el BMW i8 es un
coche deportivo de nueva generación, capaz de compaginar un dinamismo
fascinante con una ejemplar eficiencia, que logra aumentar el placer de
conducir y, al mismo tiempo,
afianzar la conciencia ecológica.
Driving experience control y
tecla eDrive: eficiencia y dinamismo hechos a medida, simplemente pulsando un
botón.
La potencia del motor de
gasolina se transmite a las ruedas posteriores a través de una caja de cambios
automática de seis marchas. Por su parte, el motor eléctrico aplica su momento
de impulso en las ruedas delanteras a través de una caja automática integrada,
de dos niveles. El sistema compuesto por los dos motores tiene una potencia de
266 kW/362 CV y un par máximo combinado de aproximadamente 570 Nm, y,
adicionalmente, le confiere al coche una dinámica y eficiente tracción en las
cuatro ruedas. El sistema inteligente de control del conjunto propulsor del BMW
i8 garantiza el funcionamiento coordinado y preciso de los dos motores. El
funcionamiento
conjunto del motor de
combustión y del motor eléctrico se regula de tal manera que en todo momento se
percibe el carácter deportivo del BMW i8, mientras que al mismo tiempo se
garantiza un máximo grado de eficiencia del sistema completo. Combinando el
funcionamiento de ambos propulsores, este modelo presumiblemente será capaz de
acelerar de 0 a 100 km/h en
4,5 segundos. La capacidad
de aceleración es lineal también a altas velocidades, ya que el sistema
compensa eficientemente los cortes de carga necesarios para el cambio de
marchas mediante el funcionamiento coordinado de los dos motores. La velocidad
punta del BMW i8 está limitada electrónicamente a 250 km/h. Esta velocidad
máxima se alcanza y puede mantenerse aunque el acumulador de alto voltaje esté
completamente vacío, es decir, recurriendo únicamente a la potencia del motor
de combustión. La función de control de distribución permite aplicar la carga
donde más convenga al trazar las curvas optando por un estilo deportivo de
conducción.
Al entrar en una curva, los
momentos de impulsión que se aplican en los dos ejes favorecen una
configuración de mayor fuerza aplicada en el eje posterior, con el fin de
aumentar la precisión al inicio del trazado de la curva. Al salir de la curva,
es decir, en el momento en el que el ángulo de giro de la dirección se torna
más pequeño, el sistema recupera la repartición estándar del momento de
impulsión.
Adicionalmente, el BMW i8
ofrece al conductor una cantidad inusual de posibilidades para adaptar a sus
preferencias el modo de funcionamiento del conjunto propulsor y el reglaje del
chasis. Además de disponer del selector electrónico de marchas de la caja de
cambios automática, cuenta con el botón Driving Experience Control, ya
utilizado en diversos otros modelosactuales de la marca BMW, así como con la
tecla eDrive, que sí es exclusiva del BMW i8.
Con el selector de marchas
puede activar el modo SPORT, abandonando la posición «D» de selección
automática de las marchas. Una vez activado el modo SPORT, puede cambiar de
marchas manualmente.. Cuando se activa el modo SPORT, automáticamente se cambia
el reglaje del coche, favoreciendo ajustes apropiados para un estilo de
conducción francamente deportivo. En el modo SPORT, el motor de combustión y el
motor eléctrico entregan su potencia de manera más dinámica, se activa una
línea característica del pedal del acelerador de reacciones más rápidas, y se
aprovecha al máximo el efecto de impulso adicional del motor eléctrico. Pero
para que siempre se disponga de suficiente energía en estas circunstancias, el
modo SPORT también activa una función de máxima recuperación de energía durante
las fases de
deceleración y frenado.
Concretamente, en ese caso se eleva el rendimiento del motor eléctrico en su
fase de funcionamiento como generador para recargar la batería, recurriendo a
la corriente obtenida a través de la energía cinética. Además, los cambios de
marcha se producen más rápidamente y en el sistema de control dinámico de la
amortiguación, Dynamic Damper Control,
incluido de serie, se activa
un mapa característico que favorece un comportamiento marcadamente deportivo
del coche. En el tablero de instrumentos, de indicaciones programables,
aparecen diversas informaciones adicionales, además del cuentarrevoluciones,
una vez que se activó el modo SPORT.
El botón Driving Experience
Control se encuentra en la consola central y permite escoger entre dos reglajes
específicos. Cuando se pone en marcha el coche, se activa el modo CONFORT. Con
este modo se obtiene un reglaje que favorece un estilo de conducción
equilibrado entre deportivo y eficiente, además de permitir el uso ilimitado de
todas las funciones de confort. Si, por lo contrario, al pulsar el selector del
BMW i8 se elige el modo ECO PRO, el sistema favorece un estilo de conducción
que optimiza la eficiencia. En ese caso, la unidad de control del BMW i8 se
ocupa de un funcionamiento coordinado lo más eficiente posible del motor de
combustión y del motor eléctrico. En estas circunstancias y considerando la
situación dinámica del coche, el sistema inteligente de gestión de energía del
vehículo decide por sí mismo si durante las fases de deceleración se activa el
sistema de recuperación de energía de frenado, o más bien se favorece
eldesacoplamiento del conjunto propulsor para que el coche avance como si
estuviera planeando. Además, si se activó el modo ECO PRO, se reduce en la
medida de lo posible el consumo de energía eléctrica de los sistemas de
confort, tales como el climatizador, la calefacción de los asientos y la
calefacción de los espejos retrovisores exteriores, aunque siempre respetando
al máximo la seguridad de la conducción. La autonomía máxima del BMW i8 con el
depósito de combustible lleno y la batería completamente cargada es de más de
500 kilómetros, conduciendo
en el modo CONFORT.
Activando el modo ECO PRO, esa autonomía puede aumentarse en un 20 por ciento.
El modo ECO PRO del BMW i8
también puede activarse si se está conduciendo únicamente con el motor
eléctrico. En ese caso, no se activa el motor de combustión. Si el nivel de
carga de la batería resulta inferior a un valor mínimo determinado, se enciende
automáticamente el motor de
combustión. Lo mismo sucede
si el conductor pisa el acelerador a fondo, solicitando más entrega de
potencia.
El conductor puede consultar
el modo seleccionado en el tablero de instrumentos programable. El modo elegido
aparece en un color específico, acompañado de otras informaciones relevantes
para ese modo. La representación tridimensional de las informaciones subraya la
imagen futurista
del coche.
Tecnología de Chasis de al t
a cal idad, , DSC y control dinámico de la suspensión de serie.
La avanzada tecnología del
chasis del BMW i8 incluye un eje delantero de doble articulación y patas
telescópicas y un eje trasero de cinco brazos. Los componentes de este eje son
de aluminio y tienen una geometría específica, en concordancia con el criterio
de utilización inteligente de materiales ligeros. La dirección asistida
electromecánica permite maniobrar con facilidad en el tráfico urbano, aunque
ofrece la precisión típica de un coche deportivo conduciendo a altas
velocidades. El equipamiento de serie también incluye el sistema de control
dinámico de la amortiguación DDC. El efecto de los amortiguadores regulables
electrónicamente varía según el modo de conducción elegido, confiriéndole al
coche el comportamiento dinámico correspondiente en cada caso.
El sistema DSC (control
dinámico de la estabilidad) incluye el sistema de antibloqueo de los frenos
(ABS), asistencia de frenado en curvas (CBC), control dinámico de los frenos
(DBC), asistente de frenado, preparación de la activación de los frenos,
asistente de salida en cuesta , compensación de la reducción de la eficiencia
de los frenos calientes (fading) y función de secadode los discos. El modo de
control dinámico de la tracción (DTC), que se activa pulsando una tecla, sube
el umbral de respuesta del control de la estabilidad.
De esta manera, el conductor
del BMW i8 tiene la posibilidad de dejar patinar ligeramente las ruedas
motrices para poner el coche en movimiento más fácilmente sobre nieve o calzada
resbaladiza. Esta función también es ventajosa al trazar curvas deportivamente
y a gran velocidad.
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