Repsol está desatando una
auténtica batalla comercial en los hidrocarburos. A la oferta de rebajar los
precios en todos sus surtidores los viernes, se añade ahora el lanzamiento de
una nueva red de gasolineras de bajo coste bajo la enseña de Campsa Express.
Los precios de gasolina y diésel suben casi un 2% en la última semana.
La petrolera ha puesto en
funcionamiento una prueba piloto con diez estaciones de servicio, que ya están
funcionando, para realizar un estudio en profundidad que les ayude a decidir si
hacer una apuesta a gran escala para introducirse en este segmento de la
distribución de carburantes. La idea es llegar hasta las 12 gasolineras para
poder probar los resultados de esta nueva red.
Según explicaron fuentes de
la petrolera, estas instalaciones no dispondrán de personal y se gestionarán
directamente con equipamiento técnico para el cobro a los conductores. Las
gasolineras, además, tampoco tendrán tiendas de conveniencia, ni otro tipo de
servicios, con la intención de poder reducir al mínimo los costes de la misma y
poder ofrecer importantes descuentos a los usuarios, que van hasta los 8
céntimos por litro.
En la estrategia que ha
definido la petrolera figura ubicar este tipo de gasolineras al lado de
cooperativas agrícolas, zonas industriales y cercanas a centros comerciales con
el fin de poder competir con el usuario que busca un mayor descuento como los
transportistas o agricultores. La petrolera además analiza las implicaciones
para la marca y sus atributos de calidad.
Repsol, que lleva desde noviembre del año pasado con esta
operación, pretende seguir alrededor de seis meses más con esta prueba de
lanzamiento y tomará posteriormente una decisión.
La primera petrolera
española estudia también el efecto que tiene en la estación el hecho de no
poder aplicar los descuentos de su tarjeta Solred. La compañía realiza cerca de
un 25% de sus ventas dentro de los descuentos que ofrece pero no puede incluirlos
en este tipo de gasolineras porque perderían la rentabilidad.
Las gasolineras han sufrido
en los últimos cuatro años una caída de las ventas del 25%, lo que supone que
la media actual por estación de servicio se sitúa en los 2 millones de litros al
año. Al mismo tiempo, los propietarios de estaciones de servicio siguen
atentamente la evolución de este tipo de instalaciones por si pudiera
suponerles algún contratiempo.
Fuentes de la petrolera
indicaron que se está teniendo en cuenta la implicación de las mismas y se
cuidará no dañar a ninguna.
Repsol mantiene en este
momento un total de 1.000 estaciones de servicio en propiedad y gestionadas por
la propia compañía, lo que supone que sobre estas gasolineras será sobre las
que tendrá un margen de actuación.
Una de las redes más grandes
Repsol tiene una de las
redes más extensas de Europa que está atendida por cerca de 20.000 empleos
directos. En un litro de carburante, el coste de la materia prima representa
alrededor del 39%; la logística y la comercialización el 9%; los impuestos alrededor
del 50% y el beneficio de la compañía el 2%. Los impuestos recaudados en las
estaciones de servicio de Repsol representaron alrededor del 6% de la
recaudación tributaria neta del Estado, es decir, alrededor de 6.500 millones,
lo que implica además que una guerra de precios suponga unos menores ingresos
para el Gobierno a no ser que se recupere el consumo.
La compañía además está
también realizando innovaciones en sus estaciones de servicio tradicionales.
Repsol sigue con la campaña de diversificación de sus tiendas de retail, que ya
le suponen alrededor del 30 por ciento de los ingresos, y acaba de cerrar un
acuerdo para vender comida japonesa, sushi, en las mismas.
Repsol ha sellado un acuerdo
con la cadena Sushimore y espera tener cerca de 30 locales antes de que acabe
el verano. La petrolera además sigue probando la alianza firmada con Burguer
King. La firma, que prometía convertise en uno de los mayores franquiciados en
España, apenas ha logrado abrir trece restaurantes.
Según fuentes consultadas por
este diario, los resultados son dispares puesto que hay algunos que indican han
tenido unos excelentes resultados, como por ejemplo, el abierto en Alcobendas,
frente a los malos datos del instalado en las llamada Cuesta de las Perdices de
Madrid.
Repsol ha invertido más de
3.000 millones en modernizar sus refinerías para lograr una mayor tasa de
conversión. La petrolera asegura que esta inversión, al igual que el
lanzamiento de esta cadena de bajo coste, no servirán para bajar el precio
medio puesto que los carburantes están en un mercado globalizado y la
producción se exporta.
La petrolera mantiene unos
costes comerciales de cerca de 1.000 millones de euros al año con los que logra
que el 25% de las estaciones de servicio abran todos los días a todas horas y
el 75%o abre 16 horas.
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