En un momento en el que las
matriculaciones de empresa representan ya la tercera parte del mercado
contribuyendo a un parque más joven y seguro -un aspecto que tanto preocupa a la
nueva Dirección General de Tráfico- el
vehículo corporativo sigue siendo, sin embargo, el gran olvidado de las
políticas orientadas al automóvil.
En este contexto, parece
lógico que las empresas no estén por la labor de asumir nuevas inversiones en
flota en el corto plazo, pero ¿cuáles son sus principales frenos? ¿qué cartas
barajan para optimizar sus costes de movilidad? ¿qué medidas solicitan al
Gobierno para impulsar el coche corporativo?...
A éstas y otras cuestiones
de actualidad dará respuesta la nueva edición del Barómetro del Vehículo de
Empresa (CVO), promovido por Arval y realizado entre más de 4.800 gestores de
flotas en dieciséis países, incluido
España.
El director del CVO,
Alejandro Madrigal, desvelará hacia dónde va el vehículo corporativo,
profundizando en temas como el futuro del coche como incentivo o la propia
telemática, percibida por los empleados como un Gran Hermano que todo lo ve y
no como una herramienta básica para mejorar la gestión de la flota.
No podía faltar el
eléctrico, ¿le encontrarán las empresas su sitio este año? ¿están dispuestas a
fomentar el uso mixto del vehículo corporativo para recreo personal incluso en
fin de semana? Y por último: ¿es cierto que el futuro de la movilidad
empresarial pasa irremediablemente por la conducción compartida?...
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