Los seguros a todo riesgo para automóviles cubren la
garantía de daños propios, pero la indemnización que conceden las aseguradoras
tienden a disminuir con el paso de los años.
Por ello, a partir de un
determinado momento en la vida útil del vehículo es más aconsejable contratar
una póliza a terceros básica o, como mucho, ampliada con incendio, robo o
rotura de lunas.
A pesar de que la garantía más frecuente reportada por
las aseguradoras es la referida a daños propios, en un 46% de los partes, según
datos de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de
Pensiones (ICEA), una vez que el coche tiene seis o más años deja de interesar
la contratación de un seguro a todo riesgo.
Así lo asegura la Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU), desde donde recuerdan que la indemnización máxima por un parte de daños
propios disminuye vertiginosamente con el paso del tiempo, toda vez que está
ligada al valor venal del vehículo, es decir, a "lo que pagaría por él un
concesionario".
De este modo, a partir del sexto año de antigüedad, lo
habitual es que convenga más contratar un seguro a terceros básico o, tal vez,
a terceros ampliado con incendio, robo, o lunas, evitando asegurarlo a todo
riesgo siempre y cuando no se disponga de bonificaciones acumuladas de años
anteriores. En este último caso, el coste la póliza a todo riesgo puede
acercarse al precio del seguro obligatorio, potenciando la conveniencia de
seguir acogiéndose a la garantía de daños propios.
EcoDiario.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.