Bertone, reconocido mundialmente como uno de los mejores
centros de diseño de la historia del automóvil, no podía crear en el año de su
centenario nada mejor que un deportivo extremo para conmemorar tan importante
efeméride.
Lleva el nombre del creador de la firma de diseño a la
que dio su apellido, y es un objeto de deseo en el mercado internacional del
lujo, un símbolo de Italia.
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Luce el formato clásico de los supercar de Bertone,
expresado en un solo volumen, bajo y musculoso, con una longitud de 4,80
metros, una anchura de 1,95 metros, una altura de 1,22metros y una distancia
entre ejes de 2,60 metros. Un formato y unas dimensiones que recuerdan a
algunos históricos Bertone del pasado: Alfa Romeo Carabo (1968), Lancia Stratos
0 (1970) y Lamborghini Countach (1971). Y llevando a consecuencias extremas el
concepto de volumen único, desarrolla un estilo inédito que lo proyecta con
fuerza hacia una dimensión futura.
Construido totalmente a mano, es un verdadero fuera de
serie italiano como los grandes vehículos deportivos que han escrito la
historia del automóvil y del lujo en todo el mundo. Máxima expresión de los
fuera de serie, se produjo en un único ejemplar para el evento único que supone
el centenario de Bertone. Su valor intrínseco supera el estatus de símbolo. El
Nuccio es la expresión más avanzada y evolucionada del estilo italiano, una
obra de arte en movimiento.
La carrocería del Nuccio expresa el concepto cab forward
inventado por Bertone en 1967 con el Carabo. Esta arquitectura permite que el
habitáculo se adelante para dejar espacio al motor central ?en el Nuccio un V8
de 4,3 litros y 480 CV de origen Ferrari?, facilitando integrar el parabrisas
con el capó en un solo cuerpo. Su silueta en cuña está formada por un juego de
volúmenes cóncavos y convexos.
El elemento más llamativo es, sin duda, el enorme
parabrisas de forma convergente, ligeramente trapezoidal. Esta elección
estructural ha dado origen a una solución gráfica sorprendente: dos nervaduras
externas que, contorneando el parabrisas, sobresalen originando dos montantes
alargados en correspondencia con las tomas de aire laterales. El techo se
inspira en la vanguardia de la arquitectura y disfruta por primera vez de la
tecnología tensioestructura, más ligera y robusta que el bastidor de largueros.
Para valorizar esta elección de estilo, inédita en el mundo del automóvil, el
techo se ha pintado con una especial tonalidad naranja.
Los faros, con iluminación por led?s, responden a un
desarollo horizontal y se extienden por toda la anchura de frontal, al igual
que lo hacen los grupos ópticos en la zaga. En el capítulo de la seguridad el
Nuccio presenta una novedad absoluta: luces de Stop anteriores. Cuando el coche
está frenando, la luminosidad de las ópticas anteriores aumenta de intensidad
para señalar que el vehículo está reduciendo la velocidad.
El habitáculo de Nuccio se presenta con la exclusiva
elegancia que se espera de un vehículo fuera de serie. La consola central nace
de un apoyabrazos alto y asciende hacia el salpicadero con un plano inclinado
en el que se ubican todos los mandos. Los instrumentos son analógicos, con un
enorme cuentavueltas central, y todos lucen el mismo color que el habitáculo,
antracita y naranja. Los asientos anatómicos de cuero naranja retoman el motivo
bicolor de la carrocería al llevar vivaces inserciones
en tono antracita.
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