DANDO EJEMPLO
El cielo gris de una mañana
templada se oscurece y las gotas de lluvia comienzan a mojar el suelo, los
cabellos, las cazadoras, los chaquetones, los jerséis, las camisas… Los cambios
de temperatura propician un variopinto vestuario… “Con este tiempo no sabes qué
te vas a poner”. Algunos corren a cobijarse de la lluvia que va aumentando su
espesor, otros, más precavidos, abren sus paraguas casi al mismo tiempo
ofreciendo una multicolor coreografía, todos aceleran el paso… “Qué engorro de
lluvia, si no fuera por la falta que hace”. Una mole de color carmín se detiene
en la parada. Los usuarios comienzan a subir la escalerilla y van cerrando el
paraguas que deja caer un fino hilillo de agua. Los agudos pitidos de la máquina
validadora, el chasquido de los zapatos mojados, el crujir de los asientos, el
carraspeo de las secas gargantas, algún esporádico estornudo son los sonidos
inevitables del interior del autobús en una jornada lluviosa.