LA ROTONDA

 

SENTIDO COMÚN

El sentido común se refiere a la capacidad innata que tienen las personas para comprender y tomar decisiones razonables en situaciones cotidianas basadas en la experiencia y el conocimiento general. Se trata de un tipo de sabiduría práctica que no depende de un razonamiento lógico o de un conocimiento especializado, sino que se apoya en lo que se considera "sentido común".

 El sentido común implica la capacidad de evaluar situaciones y tomar decisiones que parecen obvias o naturales para la mayoría de las personas. Por ejemplo, saber que debes llevar un paraguas cuando ves nubes oscuras en el cielo, o entender que debes esperar tu turno en una fila. Estas acciones se basan en la observación de la realidad y la comprensión de las normas sociales y culturales, y no requieren un razonamiento lógico o un conocimiento especializado.

 Sin embargo, es importante destacar que lo que se considera "sentido común" puede variar de una cultura a otra y de una persona a otra. Lo que es comúnmente aceptado como sentido común en una sociedad puede no serlo en otra. Además, el sentido común no siempre es infalible y puede llevar a decisiones incorrectas o sesgadas en ciertas situaciones.

Es cierto que, a pesar de la importancia del sentido común en la vida cotidiana, muchas personas no siempre lo utilizan de manera efectiva.

Los seres humanos a menudo están sujetos a sesgos cognitivos que pueden nublar su juicio y afectar su capacidad de aplicar el sentido común de manera imparcial. Estos sesgos pueden incluir prejuicios, estereotipos y otros factores que influyen en la toma de decisiones.

 Las normas sociales y las presiones del grupo a menudo pueden llevar a las personas a actuar en contra de su sentido común. Por ejemplo, seguir la corriente o ceder ante la presión de grupo puede hacer que las personas tomen decisiones que van en contra de su juicio personal.

 En la sociedad actual, las personas a menudo están ocupadas y distraídas, lo que puede dificultar la toma de decisiones basadas en el sentido común. La falta de tiempo para reflexionar y analizar situaciones puede llevar a decisiones impulsivas en lugar de considerar de manera adecuada las opciones disponibles.

En la era de la información, las personas pueden verse inundadas por noticias falsas o información sesgada, lo que puede llevar a una percepción distorsionada de la realidad. Esto puede hacer que el sentido común se base en datos erróneos o parciales.

Algunas decisiones cotidianas pueden ser muy complejas, lo que dificulta la aplicación del sentido común. En tales casos, las personas pueden depender más de datos concretos o la orientación de expertos en lugar de confiar en su intuición.

La educación formal y la capacitación en pensamiento crítico son fundamentales para mejorar la capacidad de utilizar el sentido común de manera efectiva. Las personas que carecen de estas habilidades pueden tener dificultades para tomar decisiones basadas en el razonamiento lógico y el conocimiento general.

En resumen, el sentido común es una herramienta valiosa en la toma de decisiones cotidianas, pero su efectividad puede verse obstaculizada por sesgos cognitivos, influencias sociales, falta de reflexión, información sesgada, la complejidad de las decisiones y la falta de educación. Reconocer estos desafíos y trabajar en el desarrollo de habilidades de toma de decisiones informadas puede ayudar a las personas a hacer un mejor uso de su sentido común en la vida diaria.

En general, el sentido común es una guía útil en la vida diaria, pero no debe ser la única fuente de toma de decisiones. Es importante equilibrar el sentido común con el pensamiento crítico y la consideración de datos y hechos relevantes, especialmente en situaciones más complejas o que requieran un conocimiento especializado.

Con afecto, y respeto,

Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com