El Observatorio de Movilidad Arval es uno de los estudios más completos del mercado del automóvil y de las tendencias de movilidad. La edición de este año se esperaba especialmente, para comprobar con datos los efectos de la pandemia en el mercado y la movilidad. Muchas de las cifras que arroja este estudio son muy preocupantes para el sector, pero también hay datos y tendencias que aportan optimismo.
Las malas noticias
La pandemia ha supuesto un duro golpe al sector del automóvil. Con una caída estimada del PIB de un 11% y del consumo privado del 10,3%, el mercado español de turismos cerrará 2020 con poco más de un millón de ventas (1.008.040 unidades), una caída del 31,6% respecto a 2019 (año en el que ya había bajado un 4%). Regresamos a cifras de 2014, en los últimos coletazos de la crisis anterior.
En este entorno de incertidumbre social y económica, repunta el mercado de ocasión. Aunque en términos absolutos también cae un 19,5% y baja de la barrera de los 2 millones de unidades, el ratio de vehículos de ocasión por cada uno nuevo asciende un 22,4% hasta situarse en 2,05. De nuevo, volvemos a cifras de 2013 y hasta 2022 no regresaremos a un ratio cercano al 1,5 (1,57, cifra similar a la de 2016).
El 58,4% de los coches de ocasión que se venderán este año tiene más de 10 años de antigüedad. Esto supone cerca de un millón de automóviles, cifra similar al total de turismos nuevos comercializados.
Todo ello afecta directamente al parque español, que crecerá un 1,5% hasta los 28.188.467 vehículos, pero que acentúa su proceso de envejecimiento. Esa antigüedad tiene una repercusión directa en las emisiones contaminantes y en la seguridad vial. El 65% de los coches que circulan por España tienen etiqueta B (32%) o no tienen etiqueta (33%). Los coches menos contaminantes tienen un peso mucho menor: Cero emisiones (0,2%), ECO (1,6%) y Etiqueta C (33%). Por otro lado, la tasa de accidentalidad de los vehículos con más de 4 años es superior a la de los vehículos nuevos. Y las consecuencias de esos accidentes son peores, porque disponen de sistemas de seguridad menos avanzados.
Las buenas noticias
Tras el batacazo de 2020, las previsiones para los próximos años son positivos, aunque hasta 2022 no se alcanzará un volumen similar al de 2019. Según el Arval Mobility Observatory, en 2021 se prevé un crecimiento del 23,2% (1.241.565 unidades ); en 2022, del 15,9% (1.438.903), y en 2023, del 5,7% (1.520.213).
Por otro lado, cada vez estamos más concienciados con la movilidad sostenible y reducir nuestra huella de carbono. Las empresas y el renting, que siempre son punta de lanza en las tendencias globales del mercado, apuestan por los coches electrificados. Un 53% va a comprar híbridos en los próximos tres años (ocho puntos porcentuales más que la media de la UE); un 43%, híbridos eléctricos; y un 41%, eléctricos.
También es positivo la importancia creciente que las empresas dan a la movilidad de sus empleados. Los planes de movilidad ya son un factor estratégico, y conducir hacia una multimodalidad que consiguió en el futuro que los usuarios disfruten de los medios de transporte que realmente necesiten en cada momento, con un sistema de pago centralizado a través de una app de sencillo manejo .
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