Aplicará medidas de
reconversión, de movilidad interna y de salidas voluntarias
De los 15.000 puestos que
planea suprimir, 4.600 serán en Francia
El plan se escalonará en tres
años y no afectará a las fábricas en España
Renault ha avanzado este
viernes un plan de ajuste con el que pretende reducir en unos 2.150 millones de
euros su estructura anual de costes y que supondrá la supresión sin despidos de
unos 15.000 empleos en el mundo, de los cuales 4.600 en Francia aunque no
implicará el cierre de ninguna de sus plantas.
Según indica el grupo en un
comunicado, la reducción de efectivos afectará al 8% de su plantilla global y
se escalonará en los tres años de puesta en marcha completa del plan. En
concreto, el grupo automovilístico francés aplicará "medidas de
reconversión, de movilidad interna y de salidas voluntarias". El recorte
anunciado deja de lado la cuestión de en qué medida seguirá recurriendo o no a
interinos y trabajadores con contratos temporales.
El presidente de la compañía,
Jean-Dominique Senard, ha confirmado en rueda de prensa 'online' que se
pretende reducir costes en 2.150 millones de euros hasta 2022 y que el objetivo
de este nuevo programa hasta 2023 costará 1.200 millones de euros y busca devolver
la competitividad a la compañía y garantizar su desarrollo a largo plazo en el
marco de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Estudiará su realidad
industrial en Rusia
Si bien no cerrará sus
fábricas, sí paralizará todos sus planes de aumento de capacidad productiva,
como los previstos en Marruecos y Rumanía, y estudiará su realidad industrial
en Rusia y realizará un estudio de la racionalización de la fabricación de
cajas de velocidades en todo el mundo.
En su comparecencia, Senard ha
explicado que Renault venderá a Dongfeng Motor la participación que mantiene en
la 'joint venture' Dongfeng Renault Automotive Company en China y pondrá fin a
la comercialización de vehículos bajo su marca en China.
En cuanto a Francia, la
multinacional automovilística iniciará un proceso de consultas para la creación
desde las plantas de Douai y Maubeuge de un centro de excelencia optimizado
para vehículos comerciales eléctricos y ligeros en el norte de Francia.
También se plantea la
reconversión de la instalación de Dieppe al final de la producción del modelo
Alpine A110 y en Flins creará un "ecosistema de economía circular",
que contempla la transferencia de actividades de Choisy-le-Roi. También hará
una revisión estratégica de sus operaciones de fundición en Bretaña.
El diálogo comenzará a
mediados de junio
A partir de mediados de junio
se abrirá en Francia un procedimiento de consulta de información con los
representantes de los empleados. La empresa subraya que el ajuste se llevará a
cabo mediante "un diálogo ejemplar" con los trabajadores y también
con las autoridades locales en cada país.
Esta semana, el presidente
francés, Emmanuel Macron, anunció ayudas en torno a los 8.000 millones de euros
a los fabricantes automovilísticos galos, después de que estos se
comprometiesen a reubicar la producción de "valor añadido" en Francia
y a "consolidar y mantener" toda la producción industrial actual en
las plantas francesas.
El anuncio de los planes de
Renault llega tras días de rumores y después de que el ministro de Economía
francés, Bruno Le Maire, lamentase la grave situación que vive la compañía
automovilística debido a la crisis del coronavirus y llegase a asegurar que
"se juega la supervivencia" y "puede desaparecer".
En el primer trimestre de este
año, Renault perdió más de 5.000 millones de euros tras caer su facturación un
19,2%. Sus ventas de vehículos sufrieron un recorte del 25,9%, hasta 672.962
unidades.
Además, un día antes de la
presentación del plan, la agencia de calificación Moody's había bajado la
calificación de Renault de 'Ba1' a 'Ba2' (ambas en grado de especulación) y con
perspectiva 'negativa' debido a la "desaceleración" provocada por el
coronavirus que ha causado un "debilitamiento" de la compañía.
Las fábricas de España
seguirán
Según ha indicado Senard
durante la rueda de prensa, Renault no contempla la reducción de su producción
en sus cuatro fábricas en España (Valladolid (2), Palencia (1) y Sevilla (1)).
El fabricante francés emplea a
más de 11.000 trabajadores en territorio español, unos 9.000 de ellos en
producción, distribuidos en cuatro fábricas, en Palencia, Sevilla y Valladolid
(donde cuenta con dos, una de carrocería-montaje y otra de motores).
El 16 de marzo, dos días
después de aprobarse en España el estado alarma, la empresa decidió parar toda
su actividad industrial en España y anunció la aplicación de un ERTE a los
11.000 trabajadores.
Tras el anuncio de Senard, UGT
y CCOO han sentido alivio por el caso de España pero muestran preocupación por
la suspensión de 15.000 empleos en el mundo y urgen a las administraciones
españolas a garantizar que no se pierda capacidad productiva en el sector.
Renault anuncia sus planes de
futuro en la misma semana que su alianza con Nissan y Mitsubishi y la propia
marca Nissan han hecho lo propio, dejando a la firma francesa como líder de la
alianza en Europa, Sudamérica, Rusia y Norte de África y centrada en los
vehículos conectados.
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