El parque automovilístico
español no deja de envejecer. Y este es uno de los problemas que más acusa al
sector, ya que la crisis económica ha pasado factura. En 2018 experimentó un
crecimiento del 2,7%, superando los 27 millones de vehículos, aunque también
volvió a crecer su antigüedad.
En este sentido, los coches
que superan la década de vida superan ya el 62%, así como alrededor de un 13%
tienen más de siete años. Así lo refleja el Arval Mobility Observatory, en
colaboración con la sociedad de estudio CSA. Este estudio refleja la realidad
presente del mundo de la movilidad, así como sus previsiones a corte y medio
plazo. 
Un parque de vehículos más
viejo aumenta la probabilidad de siniestros en las carreteras
Su director, Manuel Orejas,
pone el foco en el achatarramiento. «No se achatarra en referencia a lo que se
compra, así que, sin una ley en este sentido, no se mejorará», detalla, además
de puntualizar que «apostar por el renting es una de las posibles soluciones a
la avanzada edad media de nuestros vehículos debido a su modernidad». Del total
de su flota, más del 53% son coches con menos de dos años y solo el 8,2% supera
la década de edad, tal y como publica ABC.
De acuerdo con los datos de la
Dirección General de Tráfico (DGT), en España has más de seis millones de
vehículos registrados con una antigüedad superior a los 20 años. Asimismo, la
edad media supera ya los 12 años.
Por otro lado, el 94,6% de los
coches con más de diez años de vida suman más de 100.000 kilómetros en sus
contadores, mientras que un 73,3% los completa antes de alcanzar esta
antigüedad. Y es que solo el 23,6% de las unidades que circulan por las
carreteras españolas cuenta con menos de 50.000 kilómetros.
Pero la cosa no queda ahí
porque las previsiones son más que inquietantes. Porque el estudio concluye que
2019 será un mal año para las matriculaciones de vehículos nuevos. De hecho, se
podría perder la cota del millón y medio de nuevas placas alcanzada en 2018.
Impacto en el medio ambiente
Como es previsible, un parque
de vehículos antiguo, tiene un impacto directo también en el medio ambiente, ya
que se trata de coches más contaminantes al tener mayores emisiones. Desde el
punto de vista medioambiental y de la seguridad vial, más emisiones y menos
sistemas de seguridad.
A todo esto, la influencia que
pueda tener a corto plazo las leyes de Cambio Climático y Transición Energética
y el contexto político, estarían enfocados a una caída de la demanda. De este
modo, se espera que el pico de crecimiento remonte a partir de 2021, en
especial de vehículos diésel.
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