- 50 medidas con proveedores
acordadas en 30 seminarios: exitoso primer año para el “Programa CO2” del departamento
Compras de Audi
.- Puntos clave: el aluminio,
el acero y los materiales para fabricar las baterías
.- Bernd Martens, responsable
de Compras: “Estamos creando más transparencia en la cadena de suministro”
A lo largo de 30 seminarios
realizados con proveedores, se han desarrollado hasta el momento 50 medidas con
el potencial de reducir las emisiones de CO2 en 1,2 toneladas por vehículo.
Existe un potencial específico de reducción de CO2 en los ciclos cerrados de
los materiales, con el aumento progresivo de la utilización de materiales
secundarios, el empleo de materiales reciclados en componentes plásticos y el
uso de electricidad verde. Para el futuro, Audi tiene la intención de acordar
con sus proveedores la aplicación de estas medidas, que deberán ser plenamente
efectivas en el año 2025. El uso de la energía verde ha sido un elemento
fundamental en los acuerdos de los proveedores con los fabricantes de celdas de
baterías de alto voltaje desde 2018. La empresa estudia la eficacia de estas
medidas sobre la base del análisis del ciclo de vida y las certifica por
terceros independientes. Audi tiene previsto realizar más seminarios el próximo
año para identificar un potencial adicional. El programa completo incluye
sub-proveedores, así como proveedores directos.
Bernd Martens, Director de
Compras y Tecnología de la Información (IT) de AUDI AG, declara: “Ya en el
primer año del ‘Programa CO2’ hemos identificado 50 medidas concretas con
nuestros socios que contribuyen a la descarbonización constante de nuestra
empresa. También creamos más transparencia en la cadena de suministro”.
Como primer paso, Audi se ha
centrado en el aluminio, ya que la producción de este material consume mucha
energía. Audi ha lanzado varias innovaciones para avanzar en este sentido.
La marca de los cuatro aros
introdujo en 2017 en su planta de Neckarsulm el denominado circuito cerrado de
aluminio. Los sobrantes de chapa de aluminio generados en la planta de prensado
se devuelven directamente al proveedor, donde se preparan y reprocesan. Gracias
a la reutilización de este aluminio en el proceso de producción, la marca ha
reducido las emisiones de CO2 en unas 90.000 toneladas sólo en 2018. En el
futuro, Audi extenderá el circuito cerrado de aluminio a otras fábricas.
Con vistas a un uso económico
de los recursos, Audi también estudia la posibilidad de aumentar la proporción
de componentes fabricados con aluminio secundario. Además, la empresa
sensibiliza a sus proveedores directos sobre el uso de energía renovable en la
producción de componentes, también a nivel de los sub-proveedores.
Audi exige a sus proveedores
de celdas de batería que utilicen electricidad verde en la producción. Este
requisito es un componente indispensable y vinculante para todos los pedidos
nuevos relacionados con el suministro de celdas de batería de alta tensión.
Antes de llevar a cabo la fabricación de un pedido, los proveedores deben
presentar un concepto de energía ecológica adecuado.
La marca de los cuatro aros
tiene la intención de contribuir a la consecución de los objetivos del Acuerdo
de París sobre el cambio climático. La compañía persigue la ambiciosa visión
autoimpuesta de conseguir unas balance neutro de emisiones de CO2 para el año
2050. Para ello, la labor de Audi comienza desde el inicio de la cadena de
valor, pasando por los 30 seminarios con los distintos proveedores, que desde
2018 han identificado un total de 50 medidas con un potencial de reducción de
1,2 toneladas de CO2 por vehículo.
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