La marca de automóviles Pi,
basada en la tecnología Pi, se encuentra en los inicios de implantación; una
estrella se alza en el firmamento de los vehículos eléctricos. Su futuro y
potencial de mercado serán tan infinitos como el propio número Pi
Pi, la nueva marca de
automóviles alemana del Neutrino Energy Group
La movilidad del futuro será
eléctrica; eso está completamente claro para el Neutrino Energy Group. Sin
embargo, los tiempos de carga en las estaciones serán pronto cuestiones del
pasado. Los automóviles de la marca Pi obtienen su energía de convertidores que
la extraen de la radiación invisible. La letra griega Pi fue elegida para
representar a la marca, puesto que simboliza el infinito. Al igual que los
sistemas fotovoltaicos generan electricidad a partir de la luz visible, la
tecnología de neutrinos convierte la radiación no visible en energía. Esto
ofrece una gran ventaja: la producción de energía no depende de la luz del día.
Las partículas, extremadamente diminutas y de elevada carga energética, están
disponibles durante las 24 horas, los 365 días del año y en cualquier lugar del
planeta. Con la concesión del Premio Nobel de Física en 2015, la existencia de
estas partículas está demostrada científicamente. Esto también debería de
conducir al fin de la fuerte resistencia previa que ha soportado esta
tecnología. El universo proporciona una cantidad infinita de energía que aún no
se ha aprovechado. Es decir, cada día llega más energía radiante que todas las
reservas de energía fósiles disponibles en el mundo.
En este momento, los grandes
fabricantes de automóviles están anunciando qué cambios se van a dar
próximamente respecto a la movilidad y cómo van a responder a los mismos. La
movilidad eléctrica están aún enfrentándose con demasiados problemas: la falta
de una amplia red de estaciones de carga, los tiempos de carga demasiado
prolongados y las baterías demasiado grandes y pesadas, además de su escasa
autonomía. Incluso si se espera con optimismo que en el futuro la autonomía de
las baterías pueda incrementarse considerablemente y los tiempos de carga se
puedan mejorar significativamente, se tendría que llevar a cabo una inversión
de miles de millones de euros para una eficiente red de estaciones de carga.
Otro problema es obtener la electricidad para este tipo de vehículos. Y este es
un inconveniente que empeoraría con el éxito creciente de esta tecnología. En
la actualidad, la electricidad aún se produce en gran medida a través de la
combustión de los combustibles fósiles. Sin embargo, se considera a la
movilidad eléctrica como el "lavado verde". Y es que los consumidores
pretenden ser respetuosos con el medio ambiente, pero en realidad no es así. En
el peor de los casos, este tipo de producción de energía puede generar más
partículas, óxidos de nitrógeno y gases de efecto invernadero que utilizando
motores de combustión interna en los vehículos. Lo único que cambia es dónde se
originan los gases de escape. Deriva desde el escape del vehículo hasta la
chimenea de la central eléctrica. Así que se necesita una solución radicalmente
diferente: ¡Pi!
Hoy la pregunta ya no es si el
automóvil del futuro estará equipado con un motor eléctrico.
Toda la movilidad se basará en
la electricidad. Las únicas preguntas son cómo y cuándo ocurrirá la
implementación. Durante años, inventores, técnicos y científicos han soñado con
generar electricidad para la propulsión de los vehículos mientras transitan. Nuevos
materiales obtenidos a través de la nanotecnología hacen de este sueño una
realidad. Este es precisamente el enfoque de la nueva marca de automóviles
alemana Pi. El Neutrino Energy Group está trabajando paso a paso en la
realización y lanzamiento de la conversión de energía radiante en electricidad
para poder propulsar los vehículos.
Los vehículos de la marca Pi
están equipados con un convertidor de energía que actúa como una pequeña
central eléctrica que convierte la energía radiante disponible en la potencia
necesaria para la conducción del automóvil. Inicialmente, los automóviles Pi
también estarán provistos de baterías. Estas servirán durante un periodo
transitorio como un búfer para la conversión automática de electricidad, pero
no serán necesarias posteriormente. Si se necesita más energía para los
adelantamientos o las pendientes hacia arriba, la energía se puede tomar del
depósito de almacenamiento. Pero la investigación y el desarrollo alrededor del
automóvil continúa. De hecho, en la actualidad se están llevando a cabo
investigaciones de un material fabricado completamente de carbono cristalino.
Esto ofrece la ventaja de que toda la carrocería del vehículo se podría
utilizar para obtener energía. En última instancia, se trata de un cálculo matemático
basado en el peso del vehículo, la posible velocidad o aceleración y la energía
necesaria para ello.
Pi es la respuesta a los
desafíos de la movilidad eléctrica del futuro.
Esta labor debe resolverse con
la próxima generación de vehículos eléctricos. Pi se ha puesto manos a la obra.
La movilidad del futuro se caracterizará por disponer de diferentes tipos de
vehículos y nuevos usos. Otro ejemplo son los vehículos autónomos
autopropulsados. La transformación de la movilidad a través de las tecnologías
de propulsión ecológicas y la conducción autónoma está recibiendo un gran
impulso en la actualidad. Esto se debe a una mayor conciencia medioambiental;
no solo en Europa, también en los mercados emergentes de modo particular. Por
ejemplo, los países más contaminantes como Chica se están convirtiendo en
modelos, siendo uno de los mayores contaminadores en sus primeros años, aunque
experimentando un cambio radical en la actualidad. En las ciudades contaminadas
las tecnologías limpias y respetuosas con el medio ambiente lograrán cada vez
mayor aceptación, se propagarán después por sus correspondientes países y, con
suerte, a nivel mundial.
Un vehículo que pueda
prescindir de la combustión directa e indirecta de combustibles fósiles es el
hito más importante en el futuro desarrollo de la industria automotriz, así
como para disfrutar de un porvenir limpio y civilizado. La movilidad actual de
los vehículos eléctricos es un fraude organizado en detrimento del medio
ambiente y de los consumidores. La tecnología Pi de hoy no solo cumple con los
estándares ambientales actuales, también con aquellos que se están en debate en
la actualidad. Por tanto, con el uso de tecnología Pi no hay por qué
preocuparse por los futuros impuestos por emisiones de CO2 y de óxido nítrico.
Después de todo, esta tecnología no quema combustibles fósiles ni emite
emisiones perjudiciales para el medio ambiente. Por el contrario, Pi va mucho
más allá. Esta tecnología convierte constantemente la electricidad. Hace que la
teoría de la gravitación y la teoría de la relatividad de Einstein (e = mc²)
sea visible para todos.
La marca de automóviles Pi,
basada en la tecnología Pi, se encuentra en los inicios de implantación; una
estrella se alza en el firmamento de los vehículos eléctricos. Su futuro y
potencial de mercado serán tan infinitos como el propio número Pi.
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