La industria del automóvil
está en plena transición hacia vehículos eléctricos, en parte por las cada vez
más restrictivas regulaciones medioambientales. Un cambio en el que Europa, que
históricamente ha tenido una potente industria del motor, parte rezagada. Así
lo constata un informe del departamento de análisis de la aseguradora de
inversiones Euler Hermes, matriz de Solunion, que vaticina que la
transformación en ciernes es de tal calibre que puede dar un revolcón a la
industria automovilística mundial, incrementando notablemente el peso de China.
El país asiático es el mejor
posicionado para el nuevo paradigma, gracias a unas políticas regulatorias muy
favorables a la electromovilidad, cuatiosas ayudas a los fabricantes de
vehículos para su reconversión y un plan para implantar una red de puntos de
recarga muy ambiciosa. Estados Unidos y Japón también inician la partida con
mejores cartas, según el informe.
«Europa afronta grandes
vientos en contra que pueden erosionar su posición de liderazgo», asegura
Catharina Hillenbrand-Saponar, responsable del estudio. De un total de nueve
indicadores, el Viejo Continente solo lidera los referidos a presencia en el
mercado de sus fabricantes -las marcas europeas lanzarán 130 modelos eléctricos
en los próximos años, de un total previsto de 350- y capacidad de innovación y
fortaleza financiera, quedando muy atrás en cuanto a sus políticas
regulatorias, infraestructuras y fabricación de componentes críticos, como las
baterías. Mientras que China planea fabricar en los próximos años baterías con
una capacidad acumulada de 50GWh, las inversiones mil millonarias anunciadas en
Europa únicamente permitirán alcanzar una capacidad de 6GWh.
Gracias a ello el país
asiático obtiene una puntuación total de 3.39 puntos, seguido de Estados
Unidos, con 2.25, y Japón, con 2.24, por el 2.10 de Europa. Del país americano,
los expertos valoran especialmente su regulación, que incentiva la compra de
vehículos alternativos y mantiene cuotas obligatorias en varios estados pero, a
diferencia de Europa, cuyo enfoque pasa por desincentivar el uso de los
vehículos convencionales.
Japón, por su parte, lidera la
clasificación en infraestructuras de recarga, gracias a que dispone de una
estación de recarga por cada seis vehículos eléctricos; pero los analistas
avisan de que en breve China tomará la delantera con su plan de contar con
500.000 electrolineras en 2020. También se encuentra en cabeza en lo referido a
las materias primas necesarias, gracias a que procesa el 48% del cobalto
mundial y tiene unas relaciones de primer orden con África, especialmente con
República Democrática del Congo, de donde se extrae el 57% del cobalto.
Pese a esta acumulación de
malas noticias, Hillenbrand-Saponar cree que Europa todavía tiene posibilidades
de adelantar hasta el liderazgo de la transición, gracias a la fortaleza
financiera de sus fabricantes automovilísticos y a su habilidad para innovar.
Eso sí, el sector tendrá en los próximos años grandes necesidades de financiación,
y deberá reinventarse en medio de una «relativa falta de apoyo político», según
la autora.
Fuente: ABC ECONOMÍA
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