- Los franceses no quieren invertir más dinero en las unidades de potencia
- Toto Wolff cree que la categoría debe trabajar en eliminar las emisiones
- Helmut Marko pone de ejemplo el ahorro conseguido con la congelación de los V8
Mercedes, Renault y Honda no
descartan congelar el desarrollo de sus unidades de potencia para 2021 debido a
su temor por los cambios ecológicos que se puedan llevar a cabo en el futuro.
Los fabricantes no quieren invertir más dinero en los motores y creen que lo
más lógico es frenar el trabajo como ya se hizo en 2007 con los V8.
Según informa el portal alemán
Auto Motor und Sport, ninguno de los tres principales fabricantes se ha
comprometido a día de hoy de forma oficial con la Fórmula 1 más allá de 2020.
Los jefes de equipo de Renault, Mercedes y Helmut Marko en representación de
Honda, ya hablan abiertamente sobre una posible congelación en 2021.
Sin duda, Cyril Abiteboul es
el que se muestra más preocupado por el nuevo reglamento técnico y financiero.
El francés advierte que la marca del rombo no va a invertir más capital en
continuar con el desarrollo de sus unidades de potencia. Renault ya ha pedido
la congelación en reiteradas ocasiones en años anteriores.
"Con el techo
presupuestario y una distribución más justa del dinero, dos de nuestras
demandas ya se han cumplido. Pero no es suficiente para nosotros", ha
manifestado.
"Si no queremos que la
Fórmula 1 nos cueste más, la única manera es congelar el desarrollo de los
motores a partir de 2021. Para entonces, todos habremos alcanzado un nivel
similar", ha añadido.
Toto Wolff ha apoyado la idea.
Siempre y cuando el nivel sea casi idéntico, Mercedes está dispuesta a congelar
el desarrollo de sus unidades de potencia. Esas que tantos triunfos les han
dado en los comienzos de la era híbrida.
"Si encontramos en el
banco de prueba que la potencia y el par de los cuatro motores está dentro de
un rango del uno por ciento, una congelación del desarrollo tiene
sentido", ha declarado.
Helmut Marko, asesor de Red
Bull, ha hablado en representación de Honda. Los nipones tienen unas
preocupaciones similares a las de Renault. Ha recordado que la congelación de
los antiguos V8 hizo que se ahorrara grandes cantidades de capital.
"La congelación de
motores debe llegar. De lo contrario, los recursos se agotarán. La última parte
es siempre la más cara", ha explicado.
"Ya hemos visto que en la
era V8 se ahorró mucho dinero con la congelación del desarrollo. Con los
monstruos que tenemos actualmente, el efecto del ahorro es aún más
sustancial", ha destacado.
La FIA también se prepara para
tiempos difíciles. A partir de 2021, se introducirán nuevas normas sobre la
gasolina empleada. El 25 por ciento debe producirse a partir de combustibles
sintéticos, es decir, casi sin emisiones de dióxido de carbono
Para el año 2025, el 100 por
ciento de la gasolina debería ser ecológica. Wolff cree que esto no será
suficiente y llama a todas las categorías del deporte de motor a reducir al
máximo las emisiones de dióxido de carbono para atraer a los fabricantes.
"Las industrias del
entretenimiento y del deporte de motor deben trabajar para lograr un equilibrio
neutro de dióxido de carbono en el futuro. De lo contrario, las grandes
empresas no van a querer participar", ha advertido Wolff para terminar.
Otra cuestión que preocupa al
paddock y en especial a las escuderías punteras, es lo restrictivo que resulta el
reglamento de 2021. Se dice que Ferrari podría usar su derecho a voto si fuera
necesario.
Un tribunal debe verificar
antes del mes de octubre –cuando está previsto que se publique la nueva
normativa– si esta 'arma' de los de Maranello es aún válida. ¿Quién firmará el
nuevo acuerdo del Pacto de la Concordia? Si no hay firmas, no hay competición.
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