Por primera vez, Volvo Cars facilita el acceso a sus conocimientos sobre seguridad a través de una biblioteca digital central e invita a la industria automovilística a utilizarla para hacer de la carretera un lugar más seguro para todos.
Este anuncio, que refleja la filosofía de la compañía de promover la seguridad compartiendo los conocimientos que contribuyen a salvar vidas, coincide con el 60 aniversario del que quizá sea el invento más importante en la historia de la seguridad del automóvil: el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje.
Se calcula que este sistema, introducido por Volvo Cars en 1959, ha salvado ya más de un millón de vidas en todo el mundo, no solo en vehículos Volvo, sino también en muchos otros automóviles, gracias a la decisión de la compañía de compartir su invento para mejorar la seguridad vial. Desde entonces, Volvo siempre ha dado prioridad al progreso de la sociedad por encima de los beneficios económicos.
Para celebrar este hito y hacer hincapié en el hecho de que la tradición de compartir va más allá de patentes y productos, Volvo Cars presenta ahora el proyecto E.V.A. Esta iniciativa refleja y celebra los sesenta años que lleva Volvo compartiendo con el mundo sus investigaciones sobre la seguridad del automóvil, pero también pone de relieve un importante problema de desigualdad respecto al desarrollo de la seguridad en los vehículos.
«Tenemos datos sobre decenas de miles de accidentes reales que nos ayudan a garantizar que nuestros vehículos sean lo más seguros posible en las situaciones de tráfico real», señala Lotta Jakobsson, profesora y especialista técnica superior del Centro de seguridad de Volvo Cars. «Esto significa que nuestros vehículos han sido desarrollados para proteger a todas las personas, con independencia de su sexo, altura, complexión o peso, y no solo al «individuo medio» representado por los dummies».
A partir de los propios datos de investigación de Volvo Cars y otros estudios, el proyecto E.V.A. demuestra que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir ciertas lesiones en un accidente de automóvil. Por ejemplo, las diferencias de anatomía y fuerza cervical entre el hombre y la mujer significan que las mujeres son más propensas a sufrir lesiones por latigazo cervical.
Basándose en estos estudios y en sus propios datos sobre colisiones, Volvo Cars creó dummies de pruebas de colisión virtuales para comprender mejor estos accidentes y desarrollar tecnologías de seguridad que ayudaran a proteger a hombres y mujeres por igual. El primer avance tecnológico fue el sistema de protección contra latigazos cervicales (WHIPS) introducido en 1998, que ha contribuido al aspecto exclusivo de los asientos y reposacabezas de Volvo.
La idea de dar prioridad al progreso social sigue impulsando la labor de desarrollo de soluciones de seguridad de Volvo Cars. La empresa no solo desarrolla nuevas tecnologías para cumplir las normas de seguridad o superar las pruebas reglamentarias, sino también porque sus propios datos de investigación, basados en un análisis exhaustivo de decenas de miles de accidentes reales, indican dónde puede mejorarse la seguridad.
En los años ochenta, Volvo Cars comenzó a centrarse en los impactos laterales después de que sus datos indicaran que muchas personas resultaban heridas en este tipo de accidentes debido a la corta distancia entre la zona de impacto y el ocupante. Esto dio lugar a diversas innovaciones a partir de los años noventa, como el sistema de protección contra impactos laterales (SIPS), los airbags laterales o los airbags de techo laterales. Todas estas innovaciones, basadas en los datos de investigación de Volvo, son ahora estándar en la industria del automóvil.
Más recientemente, los datos de investigación de Volvo Cars han identificado un problema de lesiones en la zona lumbar, es decir, en la parte baja de la espalda, en todas las personas, con independencia de su sexo y complexión. Un análisis más profundo llevó a Volvo a centrarse en el peligro de sufrir lesiones como consecuencia de la salida del vehículo de la calzada. Esto dio lugar a un avance tecnológico que se introdujo por primera vez en el XC90 y que ahora se encuentra en todos los vehículos basados en la plataforma de arquitectura SPA: un amortiguador de energía montado en los asientos que supera con creces los requisitos que exige la normativa a los fabricantes de vehículos.
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