- Desde 1929, Peugeot se distingue en el mundo del automóvil por nombrar sus modelos con un número de tres cifras. Si la de las centenas sitúa al vehículo dentro de la gama de la marca, la de las unidades define su “generación” histórica.
- Esta tradición arraigada nació con el Peugeot 201, un modelo de gama media que, con 142.309 unidades producidas hasta 1936, fue clave para la supervivencia de la Marca durante la Gran Depresión y supuso su primer gran éxito comercial, afianzando su carácter generalista.
- Además de ser el origen de uno de los sistemas de nomenclatura más antiguos en el sector, el Peugeot 201 aportó importantes innovaciones en la forma de concebir, diseñar fabricar y vender automóviles.
Tendría que haberse llamado
Peugeot 629, como abreviatura de “6 CV 1929”, pero el destino quiso que fuera
bautizado “Peugeot 201” por ser el 201º proyecto desarrollado por la Marca. En
ese aspecto, seguía la secuencia que se estaba siguiendo desde los inicios de
la aventura Peugeot en el mundo del automóvil con el Type 1. Sin embargo, se
estaba muy lejos de la costumbre actual de identificar un modelo por su marca y
su nombre. Hace casi un siglo, se seguían hábitos menos rígidos. Así, uno de
los antecesores del 201, oficialmente el Type 190, se comercializaba como “el
Peugeot de 5 CV”. El Peugeot 201 fue un hito, entre otras cosas, al ser la
primera vez que se asociaba de un modo tan estrecho marca y nombre de modelo.
El sistema de nomenclatura
inaugurado por el Peugeot 201 quedó definitivamente asentado en los años 30.
Si, en un principio, la estrategia de la Marca era contar con un solo modelo
del que se derivaba una amplia gama de carrocerías como berlina, roadster,
cabriolé, camioneta e incluso modelos de competición, la Gran Depresión obligó
a la familia Peugeot a agudizar su ingenio para aumentar las ventas.
En el otoño de 1931, el
entonces Presidente de la Marca, Jean‑Pierre
Peugeot y el Director Comercial, su hermano François iniciaron una ronda de
visitas por la Red Comercial en busca de soluciones. De esas conversaciones con
los concesionarios surgió la idea de aumentar la oferta de producto lanzando
nuevos modelos para responder a necesidades y tipos de cliente muy diversos. De
ahí a encargar al Estudio de Diseño Peugeot un modelo más grande y con motores
más potentes que el 201 sólo había un paso. Así nació el Peugeot 301, lanzado
comercialmente en 1932, al que siguieron los Peugeot 401 y 601, dos años
después dando lugar a la primera gama de modelos de la historia de Peugeot.
Adelantándose al concepto de plataforma modular, todos ellos compartían
carrocería, ejes y suspensiones. Este hito afianzó la vocación generalista de
la Marca y definió el modo en el que iba a dar nombre a sus turismos durante
casi un siglo.
La primera excepción a la
regla tuvo lugar con el lanzamiento del Peugeot 309, destinado originalmente a
ser un modelo Talbot, en 1985. Con la llegada, a partir de 2008 de nuevas
siluetas como los monovolúmenes, SUV y crossover, se optó por distinguirlos con
dos ceros centrales en lugar de uno. En 2012, con el lanzamiento del Peugeot
301, se decidió seguir una numeración algo distinta para modelos destinados a
mercados emergentes. Finalmente, en 2013, se decidió mantener el “8” final,
símbolo de buena suerte en China, para las siguientes generaciones de modelos
de la Marca.
El proceso de creación y
diseño del Peugeot 201 fue innovador para la época. El pliego de condiciones
que dio lugar a este modelo surgió del “Referéndum Peugeot”, un precursor de
los modernos estudios de mercado en el que se preguntó a los automovilistas franceses:
“En pocas palabras, díganos cómo sería el vehículo que cubriría mejor sus
necesidades”. De sus preferencias por un vehículo de gama media y económico en
su precio de compra y su coste de utilización surgieron las principales
características del 201. Para asegurar la fiabilidad que ya se había convertido
en sinónimo de la Marca, se desarrollaron nada menos que 40 prototipos.
Finalmente, la puesta de largo
del Peugeot 201, en el Salón de París de 1929, fue todo un éxito, aunque se
cernían negros nubarrones sobre el contexto económico. Sin embargo, este modelo
supo sobreponerse a la Gran Depresión y, ya en marzo de 1930, se habían
recibido 5.000 pedidos. Gracias a él, Peugeot veía crecer sus volúmenes de
venta un 35% en un mercado en caída libre (-38%).
El Peugeot 201 se convirtió en
el Peugeot arquetípico de los años 30, gracias a su éxito de ventas, con
142.304 unidades comercializadas entre 1929 y 1936, y gran variedad de
carrocerías, siluetas y versiones. A lo largo de su andadura comercial incorporó
innovaciones sobresalientes para su época: en 1931, se convirtió en el primer
automóvil de serie con suspensión delantera independiente, garantía de un
óptimo comportamiento en carretera y de bajas vibraciones en la columna de
dirección. Su carrera deportiva tuvo victorias destacadas, como el Rally de
Montecarlo de 1932, en la categoría de motores con menos de 1.500 cm3.
En el apartado industrial, el
Peugeot 201 supuso decir adiós definitivamente a los métodos artesanales. Con
la nueva maquinaria y los métodos de trabajo importados de Estados Unidos, la
Marca del León era capaz de sacar un margen astronómico del 26% por cada 201
vendido.
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