La industria automotriz de la
de UE invierte 54.000 millones de euros del presupuesto anual de investigación
y desarrollo del sector para hacer que los turismos y los vehículos comerciales
sean aún más seguros, según ha informado la Asociación Europea de Fabricantes
de Automóviles (ACEA) en un comunicado.
A pesar de que el número de
automóviles en las carreteras ha aumentado en casi 60 millones desde 2001 hasta
hoy, el número de accidentes ha disminuido en este mismo periodo, pasando de
54.900 justo después del cambio de siglo a 25.260 en 2017.
La Unión Europea tiene las
carreteras más seguras del mundo, con 49 muertes por millón de habitantes,
cifra que se sitúa por debajo de las 174 muertes por millón de habitantes que
se producen de media en el mundo.
En las últimas décadas, la
introducción de sistemas de seguridad pasiva, como cinturones de seguridad
pretensados, bolsas de aire y zonas de deformación que absorben energía, han
contribuido de manera "importante" a la seguridad vial protegiendo a
los ocupantes de un vehículo y otros usuarios de la carretera en caso de
accidente.
La tecnología de seguridad
pasiva consiste en reducir el impacto de un accidente o el nivel de lesiones
durante y después del choque, es decir, desde el momento en que se produce el
primer contacto. Como resultado, la mayoría de los vehículos europeos ahora
obtiene puntuaciones altas en las pruebas de choque. Sin embargo, la tecnología
de seguridad pasiva está alcanzando un nivel de madurez, por lo que el margen
de mejora es limitado, según explicó el secretario general de ACEA, Erik
Jonnaert.
Las medidas de seguridad
activa ofrecen un gran potencial para mejorar la seguridad vial al evitar
"por completo" las situaciones de emergencia, o al menos al ayudar
"activamente" al conductor a manejarlas. Los sistemas de seguridad
activa previenen o mitigan un accidente antes del impacto.
De cara al futuro, según
explica el secretario general de ACEA, la seguridad activa debe tener prioridad
cuando se trata de dirigir inversiones futuras o de establecer nuevos
requisitos de seguridad para vehículos ya que puede ofrecer mayores beneficios
y evitar accidentes en lugar de "solo" mitigar los efectos de un
choque.
Al mismo tiempo, ACEA reconoce
que la tecnología del vehículo es solo una pieza del complejo rompecabezas de
seguridad. El error humano (como la distracción, la mala anticipación y la
violación de las leyes de tránsito) es la causa del 90% de los accidentes
actuales. En este sentido, se debes combinar la tecnología de vehículos de
vanguardia con un mejor comportamiento del conductor, un mejor diseño y
mantenimiento de las carreteras y una mejor aplicación de las normas de
tránsito existentes.
"Si queremos avanzar
hacia el objetivo de reducir a cero las muertes y lesiones graves a cero en el
futuro, debemos poner más énfasis en una estrategia de seguridad vial
integrada. Porque la única forma de alcanzar este objetivo es asegurarse de que
los vehículos seguros sean conducidos por conductores seguros en carreteras
seguras", apuntó el secretario general de ACEA, Erik Jonnaert.
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