Tesla Model X y Mercedes-Benz
SLR Stirling Moss son los automóviles que equipan el parabrisas más grande del
mercado, y el más pequeño, respectivamente.
En el caso del parabrisas del
SUV eléctrico, conformar un elemento de vidrio para automoción de una
superficie tan grande supone un reto tecnológico.
¿Cuál es el parabrisas más grande, y el más pequeño, de cuantos se
montan en un automóvil? En Carglass nos hemos puesto manos a la obra para
responder a esta pregunta y hemos localizado a los dos ganadores.
El Tesla Model X tiene el
honor de ser el automóvil que monta el parabrisas más grande del mundo. Este
modelo lleva el concepto de parabrisas panorámico -aquellos que se extienden y
cubren parte del techo del vehículo- a otro nivel. De hecho, la marca denomina
a este parabrisas “Big Sky” (gran cielo). Gracias a él se consigue una gran
visibilidad, además de un habitáculo muy luminoso y con una enorme sensación de
espacio. De hecho, Elon Musk, CEO de Tesla, asegura que “este parabrisas ofrece
una experiencia de conducción única, similar a la que se experimenta en la
cabina de un helicóptero”. Para evitar los deslumbramientos por el sol, dispone
de un tintado doble inteligente, que no tiene elementos metálicos para mejorar
la conectividad del coche.
El parabrisas panorámico del
Tesla Model X tiene nada menos que tres metros cuadrados de superficie y está
fabricado por el especialista AGP, que dispone de una tecnología propia para la
conformación de elementos de vidrio de hasta cuatro metros cuadrados de
superficie.
En el lado opuesto, el
Mercedes-Benz SLR Stirling Moss tiene el “parabrisas” más pequeño de cuantos se
han fabricado en los últimos años, un “honor” que comparte con algunos
deportivos artesanales británicos, que también optan por una configuración de
doble deflector frontal. Según la definición de la rae, un parabrisas es un
“bastidor con cristal que lleva el automóvil en su parte delantera para
resguardar a los viajeros del aire cuando el vehículo se pone en movimiento”.
Y, efectivamente, los pequeños deflectores que incorpora este modelo están
diseñados para desviar el flujo de aire y que éste pase por encima de la cabeza
de los dos ocupantes del espectacular superdeportivo de Mercedes.
Eso sí, estos mini parabrisas
no ofrecen ninguna protección en caso de vuelco, como sí lo hace un parabrisas
convencional, que aporta hasta el 30% de la resistencia de la estructura del
vehículo y es un elemento clave para evitar el hundimiento del techo en caso de
vuelco. Ni tampoco sirven como apoyo del airbag del acompañante cuando éste se
despliega.
Cada uno de los minúsculos
parabrisas del Mercedes-Benz SLR Stirling Moss tiene una superficie aproximada
de 300 cm2, es decir, 0,030 m2.
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