NO LE DE MÁS VUELTAS
Lo decía Tom Hanks
protagonizando la película Forrest Gump: “La vida es como una caja de bombones,
nunca sabes lo que te va a tocar”. Y es que nunca contemplamos la posibilidad
de que las circunstancias o casuísticas que nos acechan puedan influir en los
planes que nos hemos marcado. Podemos llamarlo sino, destino, hado, suerte,
azar, eventualidad, mala suerte, etc., no será por sinónimos, definiciones y
supersticiones que puedan definir los avatares de nuestras vidas.
Haciendo un símil, la caja de
bombones es como una rotonda: nunca sabes qué te vas a encontrar.
Teniendo en cuenta que la
mayoría de nuestras ciudades y, sobre todo, nuestros pueblos han optado por
este trazado vial, es verdad que todos, sin excepción, podemos contar alguna
anécdota o hecho real que nos ha ocurrido cuando hemos querido entrar o salir
de una rotonda: desde acceder a la rotonda sin pedir permiso, como un elefante
en una cacharrería, sin importarnos que en la rotonda circulaban vehículos, o
querer salir de ella desde el centro cruzando todos los carriles hasta la
salida que más nos convenía, al final estos dos ejemplos siempre han terminado
en accidente.
Y es que tengo la impresión de
que todavía no nos hemos enterado cuáles son las normas que marca el reglamento
para LAS ROTONDAS:
No hagas maniobras peligrosas: las rotondas
están para agilizar el tráfico, no para aprovechar y adelantar por donde no se
debe, así que haz solo las maniobras permitidas y no uses el ensanchamiento de
la calzada para rebasar al resto de coches. El resto de conductores no se
esperarán este adelantamiento y el riesgo de accidente puede ser bastante alto.
Prioridad: no hay duda
aceptable, la prioridad siempre la va a tener el coche que ya esté dentro de la
rotonda. Ni el que va por la derecha, ni ninguna otra regla es aceptada. Solo
ten en cuenta que debes ceder el paso a quien ya está en la rotonda y calcular
cuándo meterte, para no hacer una incorporación precipitada. Por eso, cuando
cojas la rotonda, tienes que mirar hacia ambos lados, la precaución siempre es
lo primero.
Usa los carriles
correctamente: ten claro la dirección que quieres tomar y cuando lo hagas,
ocupa el carril correspondiente. Lo más correcto es usar el carril exterior
para girar a la derecha o seguir de frente, mientras que el carril interior se
usa para hacer un cambio de sentido, para cambiar de sentido o girar a la
izquierda.
Vehículos especiales: observa
siempre qué tipo de vehículos están circulando por la rotonda. En el caso de
que tengan grandes dimensiones, tendrás una visibilidad reducida, por lo que
deberás extremar la precaución para que el riesgo de accidente no incremente.
Uso correcto de los
intermitentes: otro de los clásicos en las rotondas, es el mal uso que se hace
de los intermitentes. Es primordial indicar bien tu movimiento y que el resto
de conductores sepan si vas a tomar una salida o si permaneces dentro de la
rotonda. Usa el intermitente derecho para salir de la rotonda y el izquierdo
únicamente para cambiar de carril dentro de la misma. ¡No te líes!
Más vale dar una vuelta de
más, que provocar un accidente: rectificar es de sabios, y si hay un elemento
que permite rectificar en la carretera, esas son las rotondas. Si te has pasado
la salida, no hagas maniobras peligrosas, continúa por la rotonda y da otra
vuelta para tomar la salida correcta.
Si se dan cuenta, las rotondas
como transitar por cualquier otro lugar independientemente de que tengamos unas
nociones básicas de las normas, lo que hay que ponerle es un poquito de
educación y sentido común. Si no, todo será como la susodicha “caja de
bombones” nunca sabes qué te va a tocar o quién te va a tocar.
Con todo mi afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.