Son más económicos e igual de
seguros y potentes; el experto de GNC de SEAT desmonta algunas de las creencias
erróneas sobre estos vehículos
Estos modelos pueden recorrer
hasta 1.300 kilómetros sin necesidad de repostar gracias a su doble depósito de
gas y gasolina
Al ser sostenibles pueden
circular durante las restricciones de tráfico por polución
Son más económicos e igual de
seguros y potentes que un coche de gasolina o diésel. Por desconocimiento o por
novedad, existen varios mitos que rodean los vehículos que funcionan con gas
natural comprimido (GNC). El responsable
de Producto de GNC de SEAT, Andrew Shepherd, desmonta estas falsas creencias y
descubre cómo funcionan estos vehículos sostenibles:
1) ¿La misma sensación al
volante? Sí. La idea de que la conducción de un coche GNC es distinta a la de
los coches convencionales es errónea. De hecho, “la sensación circulando es la
misma, ya que las prestaciones de los motores de gas son idénticas a las de los
coches diésel o gasolina con la misma potencia”, explica el experto.
2) ¿Un depósito de gas es
igual de seguro? Sí. “Absolutamente, los depósitos de gas están diseñados,
fabricados y homologados según los más altos estándares de la industria”,
señala Shepherd, y explica que estos depósitos “incluyen una válvula de
seguridad que, en un caso extremo, evacuaría el gas a la atmósfera de manera
controlada”. Además, los componentes
están testados para resistir “condiciones extremas: el depósito alcanza una
presión máxima de unos 200 bars, pero está diseñado para poder soportar más del
doble”. Por otra parte, Shepherd resalta que el mito que el gas se pueda
congelar en condiciones de uso es “imposible” ya que “para licuar el gas
natural, tendría que estar sometido a temperaturas inferiores a 160 grados bajo
cero”.
3) ¿Se puede circular en
episodios de polución? Sí. Estos coches están clasificados con la etiqueta
‘ECO’, por lo que pueden circular cuando se restringe el tráfico en algunas
ciudades durante los episodios de contaminación. Además, esta distinción tiene
ventajas para los propietarios de estos modelos, como una bonificación del 75%
en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, la exención del pago del
impuesto de matriculación y descuentos en aparcamientos y peajes.
4) ¿Puedo continuar circulando
si se acaba el gas? Sí: Cuando el depósito de gas se agota, el coche cambia
automáticamente de combustible. “El conductor puede continuar sin necesidad de
parar, mientras que un testigo en el cuadro de instrumentos le indicará que en
ese momento el coche pasa a funcionar con gasolina”, explica Andrew Shepherd.
De hecho, se puede circular sin necesidad de repostar hasta 1.300 kilómetros, la distancia entre Barcelona y
Fráncfort, gracias a esta tecnología híbrida de SEAT. Repostar el depósito de
gas es posible en todos los países europeos que cuentan con gasineras ya que
“el sistema se hace mediante una boquilla universal”.
5) ¿Puedo circular sólo con
gas? Sí. Los vehículos GNC funcionan por defecto con gas y se puede circular
sin recurrir al otro depósito. Aún así, es necesario llevar un mínimo de
gasolina para el momento del arranque si la temperatura exterior es muy fría o
justo después de repostar gas natural. Es recomendable consumir esta gasolina
en un período de unos 6 meses.
6) ¿Su precio es similar a los
vehículos tradicionales? Sí. Estos coches tienen un precio de venta similar al
de los diésel y gasolina, a lo que hay que añadir los beneficios a largo plazo.
En este sentido, Andrew argumenta que “llenar el depósito cuesta tan sólo,
aproximadamente, 13 euros” por lo que los coches de GNC “permiten ahorrar un
30% respecto a los vehículos diésel y un 55% respecto a los gasolina”.
7) ¿El mantenimiento es
parecido? Sí. La mecánica de los vehículos de gas es igual a la de los coches
tradicionales. “Es falso que bujías o filtros tengan que cambiarse con mayor
frecuencia”, rebate el experto en SEAT ante los mitos que apuntan que los
motores GNC se calientan y que son más caros de mantener. Lo único que los
diferencia es que, “antes de cada revisión de ITV, se tiene que certificar la
estanqueidad del sistema de gas y, cada 4 años, realizar una inspección visual
de los depósitos en un taller especializado”. Son revisiones que muestran los
más altos estándares de seguridad que rodean los coches de gas natural.
Para Andrew Shepherd este
combustible tendrá un papel protagonista en la movilidad del futuro, ya que en
2017 las matriculaciones de vehículos a gas crecieron en España un 237%.
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