martes, 28 de agosto de 2018

ESPAÑA LIDERA LA CAÍDA DE VENTAS DE LOS COCHES DIÉSEL: YA SOLO SUPONEN EL 38% DEL TOTAL

El desplome, de 10 puntos, muy por encima de lo que esperaba el sector


       Los efectos del dieselgate y la guerra política abierta desde que estalló la crisis de las emisiones hacia los vehículos que funcionan con este tipo de carburante se han trasladado radicalmente al consumo, siendo España el país que ha sufrido un mayor impacto en las ventas.




Concretamente, la comercialización de automóviles diésel se ha reducido en nuestro país en diez puntos porcentuales a lo largo del primer semestre del año, lo que se traduce en la mayor caída de entre todos los países europeos. Así, los coches que funcionan con este combustible han pasado de suponer el 48,4% del total de las matriculaciones al cierre de 2017 a quedarse en un 38,4% de cuota de mercado en junio de este año.

Por detrás, le siguen de cerca Bélgica e Irlanda, ambas con un descenso también dramático de 8,9 puntos, mientras que en el Reino Unido las matriculaciones de diésel se han reducido en 8,5 puntos.

La caída registrada en España está muy por encima de las estimaciones que había hecho el sector, que a pesar de prepararse para un escenario negativo, no esperaba un golpe de tal magnitud. De hecho, el desplome de la demanda, que se sitúa en mínimos de los últimos 20 años, y la dificultad para ajustarse a la nueva normativa europea de homologación del consumo está generando problemas de adaptación en las plantas de la mayoría de los fabricantes.

La inestabilidad en las fábricas implicará el cierre temporal de algunas de ellas para adecuar su producción
La situación de inestabilidad que se vive en las fábricas implicará el cierre temporal de algunas de ellas para adecuar su producción. Volkswagen ha sido la primera en anunciar medidas drásticas antes esta situación, notificando el parón de ocho días a principios de septiembre en su planta de Navarra.

Este anuncio es una de las primeras consecuencias que llegan a raíz de la batalla medioambiental abierta en Europa y el resurgir de las políticas proteccionistas en Estados Unidos y el Reino Unido. Además, a ello se suma la postura antidiésel del Gobierno socialista, que en boca de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que este combustible "tiene los días contados". "Durará más o menos, pero sabemos que el impacto de las partículas que emite en lo que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida", apuntó Ribera.

Con estas declaraciones la ministra dejó en el aire la llegada de futuras penalizaciones, ya sea a través de la aplicación de nuevos gravámenes a los carburantes o vía fiscalidad en la compra de estos vehículos. Una situación de incertidumbre que ha hundido la demanda de coches diésel entre las familias y los particulares, donde ha supuesto un 20% de las ventas totales tras caer el 40% en julio. Así, el gasóleo solo consigue mantener el tipo entre los rent a car y las empresas, canal que incluye las automaticulaciones. "Esta reducción tan drástica puede tener un severo impacto en la industria y en el sector, además de la incertidumbre que se está generando en el cliente", explica la Asociación Española de Fabricantes Anfac.

Así, los fabricantes alertan de las graves consecuencias e implicaciones que las manifestaciones del nuevo Gobierno pueden tener de cara al empleo y a la producción de coches en nuestro país, donde 18 millones de vehículos funcionan con motores diésel y más de 40.000 empleos están directamente vinculados los mismos.

La gasolina sale ganando
La campaña antidiésel tiene un claro objetivo: el incremento de las ventas de coches eléctricos. Si bien, de momento, la jugada no está teniendo el resultado esperado, ya que a la acusada y generalizada caída de las ventas en motores diésel en toda Europa no le está acompañando un repunte de la comercialización de vehículos menos contaminantes. Todo lo contrario. La nueva situación se rige por un repunte de la venta de motores de gasolina.

En el desglose por países, la mayoría no llega al 2% de eléctricos. Con excepciones, ya que en el caso de Noruega los eléctricos representan un total del 39,4%. En este país, los motores diésel comenzaron su caída en 2007 cuando lideraban el mercado del automóvil con una cuota del 74,4%, sin embargo la caída en las ventas ha llevado a un incremento del coche eléctrico situándolo por encima de todas las opciones contaminantes y dejando al diésel con una representación del 23,1%. Pero el caso noruego no se ha extendido al resto de países. Con los porcentajes más bajos de representación en el mercado de los eléctricos se encuentran Italia y Grecia con un 0,2%. Muy de cerca les sigue España, con tan solo el 0,6%. Y es que, la caída del diésel se ha traducido en un aumento de la demanda de los motores de gasolina y no de vehículos más amables con el medio ambiente.

En Francia y Alemania, a pesar de contar con más del 1,5% de representación de coches eléctricos, el mercado de la gasolina es el más importante. En el caso alemán, es el líder en Europa con una representación del 57,9%, mientras que Francia la gasolina tiene una cuota del 47,6%.

Desde ACEA, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles, advierten de que las medidas poco realistas de la Unión Europea están llevando a una fragmentación en el mapa europeo, con un claro contraste de las ventas en eléctricos, entre Europa Central y Oriental y entre las regiones del Norte y del Sur.

Fuente: ElEconomista.es




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