jueves, 16 de agosto de 2018

CONOCIENDO A DIETMAR CHALUPA, PILOTO DE PRUEBAS PARA DUNLOP


Conociendo a Dietmar Chalupa, piloto de pruebas para Dunlop

“The Grüner Hölle (Infierno Verde – Nürburgring Nordschleife) es tan hermoso como implacable”





¿Hay algún lugar más adecuado para reunirse con el piloto de pruebas de Dunlop Dietmar Chalupa que el legendario circuito de Nürburgring? Situado en el estado más densamente boscoso de Alemania, no es de extrañar que a lo largo de los años, la pista de carreras haya llegado a ser conocida por su ominoso apodo, el Infierno Verde. Incluso con entusiastas que no compiten en carreras, el nombre suena como una campana. Es un lugar lleno de historia, una historia de victoria, pero como su nombre indica, también de tragedia: a lo largo de los años la pista, con una reputación de ser una de las más duras del mundo, ha sido escenario de muchos accidentes. Dietmar ha estado probando vehículos equipados con neumáticos Dunlop aquí durante la friolera de treinta años: "Debido a su reputación, la seguridad es una prioridad absoluta en el Ring: si no tienes la cabeza clara y el enfoque nítido, no te subas al automóvil aquí. Es tan simple como eso."

Nos reunimos con Dietmar en las instalaciones de pruebas de Dunlop. Aquí hay estacionada una pequeña fortuna en coches: los últimos modelos de marcas como BMW, Mercedes y Porsche esperan a que Dietmar los lleve a sus sesiones de pruebas. El objetivo: crear un neumático que esté en perfecta armonía con el vehículo en el que está instalado. Cuando preguntamos por qué se convirtió en piloto de pruebas, no tiene que pensar mucho tiempo: "Desde que era pequeño, he tenido el sueño de convertirme en piloto de pruebas algún día. Como la mayoría de los niños de esa edad, tenía una gran colección de coches de Matchbox, pero creo que mi amor por la conducción y el desarrollo de productos realmente despegó cuando conseguí mi primera moto Bonanza. No solo la monté; la reconstruí e incluí un sidecar en toda regla, para poder llevar a mis amigos a conducir conmigo por el bosque. Ahora que he crecido, veo la misma sensación de inventiva y fascinación en mi hijo: tiene una café racer en la que trabaja en casa. Me alegra poder ayudarlo con eso de vez en cuando".

30 años de recuerdos

"He podido convertir mi sueño en un trabajo de ensueño, uno que he estado haciendo durante mucho tiempo," continúa Dietmar. "Debo decir, sin embargo, que este trabajo no es para todos. Tienes que tener una cierta habilidad para esto, ese pequeño extra que simplemente no puedes aprender. Estoy contento de haber tenido lo que se necesita para, literalmente, hacer un esfuerzo adicional y construir una carrera profesional rica para mí."

El trabajo de Dietmar permanece en gran medida a la sombra. A diferencia de los pilotos que compiten en la multitud de carreras celebradas en Nürburgring, es poco probable que demuestre su talento frente a una gran audiencia. Eso no significa que Dietmar no esté presionando el metal y superando el límite: su trayectoria incluye trabajos importantes con fabricantes como AMG y Porsche, marcas con una larga reputación de apelar a la necesidad de velocidad. Es lo que impulsa a Dietmar: la sensación de ser parte de un proceso de innovación que continuamente avanza. Los avances e innovaciones que ve todos los días son los que le mantienen en el buen camino y le permiten seguir haciendo su trabajo con el mismo entusiasmo que cuando comenzó hace 30 años: "Si tan solo pudiera llevarle conmigo para dar una vuelta, lo vería por usted mismo (risas)."

"Con una carrera tan larga como la mía, ha habido muchos momentos memorables, pero el momento de mayor orgullo en toda mi carrera fue uno en el que realmente pude llegar al límite: estoy hablando del desarrollo del Dunlop Sport Maxx Race 2 para el Porsche GT2 RS, GT3 y GT4. El camino al éxito estuvo plagado de desafíos, pero mis colegas y yo logramos conseguir el éxito de una manera que me hace sentir muy orgulloso de ser parte de este equipo. No me malinterpreten: hacer vueltas de prueba con un Mini o un Mercedes es igual de desafiante." Dietmar explica: "En un entorno donde los detalles más pequeños pueden marcar la diferencia, debes ser muy consciente de lo que quieren tus clientes, y proporcionar recomendaciones a los equipos de desarrollo sobre esa base, con una precisión casi exacta."

El indispensable toque humano

Se plantea la pregunta: en un entorno de alta tecnología como este, ¿no es extraño que el juicio de lo que funciona y lo que todavía necesita mejorar es algo subjetivo? "Oh, en absoluto," exclama Dietmar, "¡La conducción de pruebas es algo subjetivo por definición! Con los años, desarrollas un cierto estilo para expresar exactamente lo que quieres decir, pero a veces, simplemente no puedo expresar con palabras lo que siento que debe mejorarse. Esa es la oportunidad ideal para invitar a un ingeniero o a un científico de compuestos de caucho a que trabaje en el neumático para que realicen una prueba de conducción, de modo que puedan ver áreas de mejora por sí mismos. El aspecto humano - discusión, interacción, un cierto Fingerspitzengefühl - es crucial. En cierto sentido, soy responsable de los neumáticos de marcas de alta gama que se conectan con sus clientes en un nivel emocional profundo: no se puede ignorar el aspecto humano. Es muy importante que tengamos las sensaciones correctas."

El indispensable apoyo humano

Nürburgring es, sin duda, un entorno de pruebas ideal. Los neumáticos que pueden llegar al final aquí pueden llegar a cualquier parte. Las velocidades de más de 250 kilómetros por hora no son inusuales aquí, y Dietmar tiene que ser así de rápido casi todos los días. Sin embargo, nos tranquiliza: "Incluso después de 30 años, todavía hay secretos por descubrir aquí. Es crucial que no subestimes esta pista: por algún motivo recibe su apodo de Infierno Verde. Sus curvas y vértices hermosos pero implacables esconden una siniestra historia de accidentes y más accidentes. Es por eso que tengo que estar en plena forma, no solo físicamente, sino también mentalmente. Eso es imposible sin el apoyo total de mi familia y mis colegas. Esa frescura mental requiere un buen equilibrio entre el trabajo y lo personal. Y cuando estás estresado, aunque sea un poco, puedes despedirte de ese día de pruebas. No, literalmente: no se te permitirá estar en la pista sin una mente clara y un enfoque nítido. Puedo estar realmente de humor para salir, pero si no estoy al 100%, no puedo ir. No hay nadie que me juzgue por eso: la seguridad es la prioridad número uno aquí. Todo lo demás es secundario. Y vale la pena: solo he tenido un accidente muy leve en el transcurso de estos treinta años."

Una familia lejos de casa

Hubo otros pilotos que no tuvieron tanta suerte como Dietmar. El Nürburgring se ha cobrado muchas vidas a lo largo de los años. ¿Su familia no se preocupa? Dietmar se ríe: "Mi esposa lo mantiene simple: no quiere que le molesten los detalles, y solo tengo que asegurarme de que vuelva a casa seguro los viernes, y la llamo todas las noches de la semana para hacerle saber que estoy bien." ¿Volver a casa los viernes? "Bueno, sí, vivo a unos 250 kilómetros de aquí, cerca de Hanau, así que me quedo aquí los días de la semana". Es un testimonio de la pasión de Dietmar por su trabajo. Al mismo tiempo, también tiene que ver con las circunstancias cambiantes de su trabajo. "En el pasado, podía permitirme pasar un par de semanas aquí en el Ring, luego tomarme un tiempo libre en casa con la familia. Ahora, todo se ha vuelto tan intenso, con ciclos de desarrollo de neumáticos más rápidos que nunca y tantos prototipos de modelos y tamaños de neumáticos para probar, que se ha vuelto imposible estar en casa más de un fin de semana," confiesa Dietmar. "Afortunadamente, el equipo aquí casi es como una familia para mí, y mi esposa y mis hijos me brindan todo el apoyo para seguir haciendo lo que hago, incluso si no es tan evidente. Pero en los fines de semana, nos aseguramos de pasar suficiente tiempo juntos, saliendo en moto con mi esposa y mi hijo cuando nos da la gana, por ejemplo. Mi hija juega al fútbol, ​​verla jugar es algo que espero cada semana. Y cuando mi hijo está trabajando en sus motos, lo hace en nuestra casa."

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