En 1998 dejaron de
comercializarse dos modelos que significaron mucho para Citroën en las últimas
décadas del siglo XX. Si el Citroën AX, lanzado en 1986, fue un precursor en
materia de eficiencia y vocación ecológica, el Citroën ZX supuso el regreso de
la marca a la competición de máximo nivel y al segmento más popular del mercado
europeo del automóvil.
Pensado para sustituir al
Citroën Visa y a todo un mito como el Citroën 2CV, el AX cumplió con creces sus
objetivos, con más de 2.400.000 vehículos producidos.
“Nacido Campeón” tras su
victoria en el Dakar de 1991, el Citroën ZX afianzó la vocación generalista de
Citroën cubriendo el gran hueco que existía tradicionalmente entre los
utilitarios de la marca y sus berlinas de gama alta. Su éxito cimentó una larga
lista de superventas, como el Citroën Xsara y las diversas generaciones y configuraciones
del Citroën C4.
Estética rompedora,
aerodinámica y bajo peso para reducir al máximo el consumo, motores
innovadores, habitáculo optimizado, bajos costes de mantenimiento… este pliego
de condiciones, que podría firmar cualquier modelo actual, corresponde al
Citroën AX, lanzado comercialmente hace 30 años. Además de sus prestaciones y
su éxito comercial, este modelo destacó por una campaña de lanzamiento
“Genial”, que ha quedado en la memoria colectiva, por sus versiones deportivas
y por contribuir a la apertura de China a Occidente con la “Operación Dragón”,
en 1988.
El Citroën AX fue fruto de la
crisis del petróleo de 1979. El precio del barril de crudo se encareció un 270%
en tan sólo dos años. En este contexto, era necesario reflexionar sobre el
futuro de la movilidad y ofrecer soluciones que redujeran al mínimo el consumo
de combustible. Lxs ingenierxs de Citroën, con el respaldo del gobierno
francés, se pusieron manos a la obra. Se estudiaron todos los factores que
podían contribuir a gastar menos, manteniendo las mismas prestaciones o,
incluso, mejorándolas. Del peso a la aerodinámica, pasando por el rendimiento
de los motores, no se dejó ningún cabo suelto.
Fruto de estos años de
investigación, el Citroën AX se desveló ante el gran público en el Salón de
París de 1986. La marca apostaba por una estética rompedora, una aerodinámica
récord, con un Cx de 0,31, y pesos de entre 640 Kg y 695 Kg para conquistar el
segmento de los turismos urbanos. Como reto añadido, debía remplazar a un modelo
icónico: el 2 CV.
La optimización del espacio
interior, con un maletero de 273 litros pese a sus dimensiones compactas, un
confort en los mejores niveles de la marca y los bajos costes de mantenimiento
eran otras de sus grandes bazas. En el Citroën AX, todo era nuevo: desde los
bajos del vehículo a los motores, con el estreno de las mecánicas de gasolina
TU de 4 cilindros, que marcaron época por su fiabilidad y prestaciones. La
vocación innovadora de este modelo y su obsesión por lograr consumos mínimos le
llevaron a ser pionero en el desarrollo del vehículo eléctrico, con la
comercialización de versiones con batería de níquel-cadmio en 1993.
Esta apuesta por la innovación
técnica y estética conquistó de lleno al gran público. Entre 1986 y 1998, se
fabricaron 2.425.138 unidades del AX, que también fue un vehículo “Made in
Spain”, con 812.951 vehículos fabricados en Vigo, un tercio de la producción
total.
En España, el Citroën AX fue
un éxito de tal calibre que, entre 1986 y 1988, hizo aumentar la cuota de mercado
en más de dos puntos. Además, fue elegido “Coche del Año” en 1988. Unos logros
que dejaron abierto el camino para que Citroën liderase las matriculaciones
durante varios ejercicios en la década de 2000.
Citroën ZX
Para conocer la historia del
Citroën ZX hay que remontarse a noviembre de 1985, con la puesta en marcha del
Programa N2. Su objetivo: convertir a Citroën en una marca totalmente
generalista con un modelo que, además de salir a la conquista del segmento C,
en el que más matriculaciones se registran en Europa, cubriera la brecha que
tradicionalmente existía en la gama Citroën: no había ninguna opción intermedia
entre modelos como el Citroën AX y el Citroën BX, una berlina de gama
media-alta.
Este modelo no vino huérfano
de innovaciones. El Citroën ZX dio prioridad al confort, las prestaciones y el
sentido práctico con grandes novedades como su novedoso tren trasero de “efecto
autodireccional programado” que asegura un comportamiento excepcional en
carretera o su banqueta trasera abatible, toda una novedad que se ha
convertido, desde entonces, en un elemento imprescindible.
Si su configuración interior y
sus uniones al suelo eran novedosas, su estrategia de lanzamiento comercial fue
revolucionaria: el Citroën ZX se presentó en competición, con una versión
Rally-Raid que empezó a disputar pruebas como la Baja Aragón antes del
lanzamiento de la versión “de calle”. De hecho, este modelo se desveló en el
Salón de Ginebra de 1991, dos meses después del aplastante triunfo de Ari
Vatanen en el París-Dakar de aquel año. Una hazaña que este modelo repetiría
otras tres veces, en 1994, 1995 y 1996, con Pierre Lartigue al volante.
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