Desde el primer vistazo, una
de las características que más llaman la atención en el Nuevo Peugeot 508 es su
altura. Con 1,40 m, es 6 cm más bajo que su antecesor.
Estéticamente, esta cota
acerca a la nueva berlina de la Marca al universo de los deportivos y los
coupés, de los que se han tomado métodos de diseño y el cuidado por los mínimos
detalles para optimizar la aerodinámica.
Además de ser clave para
conseguir un diseño de líneas puras y fluidas, la altura del Nuevo Peugeot 508
incide directamente en sus prestaciones. Su Scx de 0,26 es una referencia entre
las berlinas del segmento D y es garantía de eficiencia y respeto al medio
ambiente.
Al iniciar con el proyecto que
daría lugar al Nuevo Peugeot 508, el equipo de diseñadores de la Marca se
enfrentaba al reto de crear un modelo que expresara, en un segmento
tradicionalmente “de prestigio”, la apuesta de Peugeot por la “montée en gamme”
(subida de gama), con una mayor calidad de acabados y una auténtica revolución
tanto en el apartado tecnológico como en el estético.
Para salir airosos de este
desafío, contaban con el éxito del Peugeot 308 y de la gama SUV, que habían
logrado algo similar en sus respectivas categorías. Además, contaban con la
guía estética de una sucesión de concept-cars de la Marca, como los Onyx,
Exalt, Instinct, que habían hecho soñar tanto a los especialistas como al gran
público en todas las grandes citas del motor y la tecnología.
El resultado de sus trabajos
es el Nuevo Peugeot 508, que ha causado sensación desde su estreno
internacional en el Salón del Automóvil de Ginebra. Su espectacular diseño
exterior, que traslada elementos de los deportivos y los coupés al universo,
generalmente conservador, de las berlinas del segmento D no ha dejado a nadie
indiferente. Sin embargo, más allá de apuestas estéticas, con sus 1,40 m de
altura y su innovadora arquitectura, el Nuevo 508 logra una auténtica
cuadratura del círculo: conjugar aerodinámica, eficiencia y prestaciones con
espacio interior, personalidad propia y respeto al medio ambiente.
Su baja altura es clave para
dar a este modelo unas líneas fluidas y aerodinámicas que le dan una estética
muy cercana a la de los coupés. Sus proporciones equilibradas le dan un estilo
propio en el que, como en los grandes deportivos, todo está pensado para
optimizar la aerodinámica. Si su reducida superficie acristalada le da un aire
afilado, la eliminación de los marcos de las puertas ha permitido rebajar la
altura de su carrocería respecto a sus rivales, además de eliminar la
interferencia clásica que producen en las corrientes de aire, junto al capó o
el montante de las ventanillas, que también han recibido un tratamiento
especial.
El capó, horizontal, se ha
rebajado al máximo y destaca por su gran tamaño, que se ha conseguido
retrasando el montante del parabrisas. Su línea de techo, baja, tensa y fluida
se acerca al universo Premium. Su inclinación, sobre todo en la zaga, ha permitido
mantener la habitabilidad de este modelo, que figura entre las mejores de su
segmento y garantizar la accesibilidad.
Precisamente, el diseño de la
zona posterior del Nuevo Peugeot 508 ha llevado a modificar completamente la
manera en la que se diseña la estructura del vehículo. Así, las aletas traseras
de esta berlina radical se han moldeado con unas dimensiones propias de
automóviles deportivos. Rompiendo de este modo con los códigos tradicionales
del segmento se ha logrado una imagen dinámica, un estilo robusto y un espacio
interior de referencia.
Todos estos alardes de diseño
se han manifestado, además, en un menor consumo y un mayor respeto al medio
ambiente. Durante toda la fase de desarrollo del Nuevo Peugeot 508 se ha salido
a la caza del CO2 desde varios enfoques.Con su diseño aerodinámico y su
arquitectura se ha logrado un CX de 0,26. Esta menor resistencia al aire se
traduce en un menor consumo y en una reducción de las emisiones. A todo ello
hay que sumar una gama de motores gasolina PureTech y diésel BlueHDi que
sobresalen por su eficiencia y la reducción de peso proporcionada por la
plataforma EMP2 de Groupe PSA. El resultado: una berlina del segmento D que se
sitúa en el grupo de cabeza de su categoría en cuanto a eficiencia y
prestaciones.
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