Los motores se testan durante
12 horas y su temperatura puede superar los 900 grados
Con estos ensayos se certifica
la calidad y el buen funcionamiento del vehículo en cualquier condición
climática
Las cajas de cambios pueden llegar a estar
hasta 14 horas en un horno a 900ºC
El pueblo de Oymyakon, en Siberia,
con 50 grados negativos, se considera el punto habitado más frío del planeta.
La localidad de Al Aziziya, en Libia, con máximas de 57 grados, la zona más
cálida del mundo. Para garantizar que un coche pueda circular por lugares con
condiciones climáticas tan dispares, las piezas y los prototipos también se
someten a temperaturas extremas. Así
varía el termómetro tanto en la fase de desarrollo como en la de fabricación:
1) Motores al rojo vivo a 910
grados: Esta es la temperatura que alcanzan los motores durante los ensayos, de
12 horas, previos a su fabricación. Se revolucionan hasta las 6.500 rpm para
simular su vida útil en todo tipo de circunstancias. El objetivo es certificar
la máxima potencia controlando el consumo y las emisiones.
Se comprueba la funcionalidad de las piezas en
una cámara climática a -40 y 110 grados centígrados
Los prototipos se calientan a 60ºC para
confirmar que los materiales no desprendan ningún olor desagradable
Los vehículos superan pruebas para confirmar
su funcionalidad en condiciones reales de calor
2) Del frío ártico a los 45
grados del desierto: Salpicaderos, asientos y volantes, entre otras partes del
coche, se ponen a prueba en una cámara climática del Centro Técnico de SEAT. En
su interior, las temperaturas oscilan entre los 40 grados bajo cero y los 110
grados positivos. Los prototipos también se testan en condiciones reales de
frío y calor. En un punto cercano al Círculo Polar Ártico, se someten a más de
60 análisis, 30.000 kilómetros a 35
grados negativos y un lago helado como pista de circulación. En el otro extremo
del planeta, en una zona desértica, a 45 grados centígrados, se realizan
pruebas de tracción, de aspiración de polvo y de circulación por gravilla. Con
estos ensayos se quiere asegurar la resistencia y funcionalidad de todas las
piezas.
3) Un asiento que alcanza los
40 grados: Los asientos calefactables llegan a esta temperatura en 15 minutos.
Para comprobar que la temperatura se distribuye de manera uniforme, se coloca
el vehículo en una cámara a -20 grados centígrados y se analiza a través de una
cámara termográfica. El objetivo, garantizar el confort del futuro conductor.
Los prototipos se testan en un punto cercano
al Círculo Polar Ártico en condiciones extremas de frío
El motor tiene que superar un ensayo de 12
horas en el que alcanza los 910ºC
La resistencia de los asientos se pone a
prueba en una cámara a -30 y 80 grados centígrados
4) ¿A qué huele un volante a
60 grados?: El calor ayuda a diferenciar más fácilmente los olores. Por eso un
equipo de especialistas del departamento de Calidad de SEAT, calienta el coche
por encima de 60 grados para, luego, entrar dentro de él y comprobar cómo
huelen los distintos materiales. El objetivo es detectar posibles olores que
puedan llegar a resultar desagradables.
5) A 900 grados para garantizar
la durabilidad: Temperaturas altas para testar el vehículo, pero también para
producir algunas de las piezas. Para la fabricación de los cambios de marchas,
por ejemplo, es necesario fundir 15.000 toneladas de aluminio a 700 grados.
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