Un estudio publicado en
'Preventive Medicine' asocia la longitud de la red de vías ciclistas con el
tipo de transporte elegido y los beneficios para la salud.
Si uno de cada cuatro europeos
escogiera la bicicleta para moverse diariamente por la ciudad se evitarían
10.000 muertes prematuras al año. Un porcentaje alcanzable según el estudio
publicado en Preventive Medicine, que
asocia la longitud de la red de vías ciclistas con el tipo de transporte
elegido y los beneficios para la salud.
El estudio —que forma parte
del Proyecto PASTA (Physical Activity through Sustainable Transport Approaches)
financiado por la Unión Europea— analiza los datos de 167 ciudades europeas y
sugiere que la longitud de la red de vías ciclistas está asociada al tipo de
transporte elegido, pudiendo aumentar la selección de la bicicleta como medio
de transporte hasta el 24,7% del total de los desplazamientos.
Si pedaleas por la calzada,
respiras un 50% más de contaminación que por el carril bici
Así, con más carriles bici,
una de cada cuatro personas escogería la bicicleta como medio para desplazarse
diariamente. El análisis estima que si en todas las ciudades estudiadas la
bicicleta fuera seleccionada en el 24,7% de los desplazamientos, se podrían
evitar más de 10.000 muertes prematuras al año.
“Este es el primer estudio que
evalúa las asociaciones potenciales entre la longitud de la red de carriles
bici, el tipo de transporte seleccionado y los impactos asociados en la salud
en ciudades europeas”, afirma Natalie Mueller, investigadora del Instituto de
Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y primera autora de la publicación. La
evaluación del impacto en la salud mostró que cambiar a la bicicleta como medio
de transporte es beneficioso para la salud debido al aumento asociado de
actividad física, “cuyos beneficios contrarrestan los efectos perjudiciales de
la contaminación del aire y los accidentes de tráfico”, añade Mueller.
La contaminación mata en
España a 57 personas al día
En las diferentes estimaciones
que hicieron los investigadores, los mayores beneficios para la salud se
basaron en el supuesto de que las ciudades disponían de carriles bici en todas
las calles. Londres sería la ciudad que más muertes prematuras al año, hasta 1.210,
seguida de Roma (433 muertes prematuras al año) y Barcelona (248 muertes
prematuras al año). Solo con un incremento del 10% en la infraestructura
ciclista, también se aumentaría significativamente el uso de bicicleta y se
evitarían 21 muertes prematuras en Roma, 18 en Londres y 16 en Barcelona.
Los investigadores también
llevaron a cabo un análisis económico para comparar el coste de la ampliación
de las redes de vías ciclistas con los beneficios económicos estimados de la
mortalidad prematura evitable. Los resultados muestran que la mejor relación
coste-beneficio se conseguiría con un aumento del 10% en la red de vías
ciclistas, en el que el ratio de beneficios por euro gastado sería de hasta 70
a uno en el caso de Roma, 62 a uno en Zúrich y 35 a uno en Barcelona.
La ciudad que más muertes
podría evitar sería Londres (1.210). Barcelona, 248
“La red de carriles bici
debería ser una prioridad en las agendas de los gobiernos municipales que
tienen la responsabilidad local directa para proporcionar ‘opciones saludables’
a su ciudadanía”, indica Mark Nieuwenhuijsen, coordinador de la Iniciativa de
Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal y último autor del
estudio.
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