EDUCACIÓN ¡POR FAVOR!
Después de los últimos datos
que nos ha ofrecido la DGT, relativos a las campañas que está llevando a cabo
durante todo el año, sobre: conducir con alta tasa de alcohol, drogados, sin
llevar el cinturón de seguridad, sobrepasar los límites de velocidad, sin
dispositivos de retención infantil o por conducir hablando por el móvil. No tengo más remedio que hacer una reflexión en voz alta.
Durante los siete días, los
agentes de Tráfico han denunciado a 21.939 conductores por incumplir alguno de
los preceptos recogidos en la normativa de Tráfico y Seguridad Vial.
¿No tienen la impresión que
son muchos los conductores que son denunciados cada semana?
Según el director de Tráfico,
Gregorio Serrano, “estas cifras no vienen más
que a confirmar la preocupación de la DGT por el aumento de conductores que se
ponen al volante tras haber consumido cannabis, cocaína u otras sustancias que
afectan a la conducción”. “Por este motivo, estamos incrementando el número de
pruebas de drogas que realizan los agentes en carretera a los conductores. Este
año realizaremos 100.000 y las previsiones del año que viene es alcanzar los
150.000. Además, les hemos entregado a la Agrupación de Tráfico 40 furgonetas
habilitadas para la realización de estas pruebas y dotaremos, durante el 2018,
a todos los motoristas de kits portátiles para que puedan hacer de una forma
más dinámica estos controles de alcohol y otras drogas”.
¿Se pueden apretar más las
tuercas, o cada vez que se aprietan sale más agua?
CONCLUSIÓN:
Aquellos que cumplen con las
normas cada día, que intentan no ser temerarios, ni negligentes, y son conductores responsables con las
normas, primero: porque entienden
que las normas están establecidas para que podamos convivir y, además, en este caso,
podamos también vivir con seguridad, en una ciudad donde cada día somos más, y
si no es de forma organizada es imposible
convivir.
Las señales tienen como
objeto, indicarnos del peligro que nos podemos encontrar en nuestro camino, de
informarnos en definitiva, y alejarnos del peligro, y de la confrontación con
otros conductores.
Las normas de circulación, a
las que estamos sometidos todos los conductores,
son como la vida misma, socialmente, todos sabemos cuáles son nuestros derechos y cuáles son nuestras
obligaciones…, pero a esas alturas de la “película”, algunos/as no lo entienden. Siguen viviendo en
una ciudad sin ley, sin entender que un individuo asocial cada vez tiene menos cabida en un
mundo donde las normas hacen que seamos más respetuosos y libres y, sobre todo, más seguros. Y estoy convencido que la EDUCACIÓN tiene
que ver mucho con todo esto.
Recuerde, su libertad termina,
cuando empieza la de los demás.
No quiero mirar a nadie, pero
seguro que ustedes conocen a muchos que caminan por la vida, sin respetar a
nadie.
No caigan en la tentación. Y
sigan cumpliendo las normas. Puede ser aburrido pero, responsable
y seguro.
Pepe Bejarano
11//11/2017
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