• La
Asociación Andaluza de Empresas Fabricantes de Carrocerías y Remolques para
Vehículos Industriales y de Empresas Fabricantes de Remolques Agrícolas,
ANFACAR, ha remitido un escrito a la presidenta de la Junta de Andalucía,
instándole a que se pongan en marcha los mecanismos necesarios para dotar con
más personal técnico a la empresa pública VEIASA, gestora de las estaciones de
ITV en Andalucía, con la finalidad de contribuir a la reducción de los plazos
de tramitación de las reformas de vehículos industriales y comerciales
• La
agilización de estos trámites implicaría
un aumento de la competitividad de las empresas andaluzas de este sector
industrial, que en 2015 generó una facturación superior a los 50 millones de
euros, empleando a más de 1.000 personas
Sevilla, 20 de marzo de 2017. La
Asociación Andaluza de Empresas Fabricantes de Carrocerías y Remolques para
Vehículos Industriales y de Empresas Fabricantes de Remolques Agrícolas,
ANFACAR, integrada en la Federación de Empresarios del Metal, FEDEME, ha
iniciado una campaña para reivindicar la necesidad de dotar con más personal
técnico a las estaciones de ITV de Andalucía. Como parte de esta campaña, la
patronal de este sector, en la que se agrupan los principales carroceros y
remolqueros de Andalucía, ha remitido un escrito a la presidenta de la
comunidad, Susana Díaz Pacheco, instándole a poner en marcha los recursos
necesarios para aumentar el personal en estas estaciones, gestionadas en
Andalucía por la Empresa Pública de Verificaciones Industriales, VEIASA, y
contribuir así a la reducción de los plazos de tramitación de las reformas de
vehículos industriales y comerciales.
La labor de las empresas que
integran este sector consiste en adaptar vehículos industriales y comerciales a
un uso profesional, como camiones basculantes, portacoches, ambulancias,
furgones frigoríficos, vehículos de bomberos,
etc. Dichos trabajos de adaptación conllevan siempre la necesaria
tramitación administrativa para que los vehículos puedan circular en
cumplimento un marco normativo cada vez
complejo
Cuando estos trabajos se realizan
sobre un vehículo matriculado, la correspondiente tramitación obliga a una inspección técnica del vehículo reformado y
su documentación en una estación ITV. De
acuerdo al marco normativo vigente (Real Decreto 866/2010), la mencionada tramitación
ante ITV debe realizarse una vez que los
trabajos sobre el vehículo están terminados,
impidiendo por tanto que un vehículo ya reformado pueda circular hasta
no tener cumplida dicha inspección. En consecuencia, las demoras en los plazos
de trabajo de las estaciones ITV repercuten muy significativamente en la
competitividad de estas empresas y en la de los propietarios de estos
vehículos.
Tal y como se alerta desde este
sector, “la situación en Andalucía es preocupante y es un hecho que VEIASA
carece del personal técnico necesario e imprescindible para llevar a cabo la
revisión documental e inspección que requiere la mencionada tramitación
técnica, dado el importante volumen de vehículos que se reforman en nuestra
comunidad”.
Como consecuencia de ello, se están
produciendo importantes demoras para la tramitación de reformas de vehículos industriales y
comerciales, situación que sitúa a las empresas de este sector en una clara
desventaja competitiva ante el hecho de que en otras comunidades autónomas
españolas los plazos de tramitación son significativamente menores.
“En nuestro habitual contacto con el personal
de VEIASA, se nos ha informado repetidamente de las severas limitaciones que
tienen para la contratación de personal técnico”, apuntan desde ANFACAR. Sin
embargo, la patronal entiende que “hay motivos más que suficientes para
levantar dichas limitaciones presupuestarias y posibilitar la contratación de
personal técnico por parte de VEIASA, sobre todo por la imperiosa necesidad de
potenciar el sector industrial andaluz,
en el que están incluidas todas
las empresas fabricantes de carrocerías”.
La agilización de estos
trámites implicaría un aumento de la
competitividad de las empresas andaluzas de este sector industrial, que en 2015
generó una facturación superior a los 50 millones de euros, empleando a más de 1.000 personas.
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