Salón del Automovil de París
Un ciudadano europeo medio pasa
durante toda su vida cerca de cuatro años en un coche, según un reciente
estudio elaborado por Citroën. No es de extrañar, por lo tanto, que tanto el
interior de los vehículos como las prestaciones que ofrecen “sean cada vez más
importantes para los consumidores y, por ello, para las propias marcas”,
explicaba la semana pasada la directora general de Citroën, Linda Jackson, en
el Salón del Automóvil de París.
En este evento, que se celebra cada
dos años en la capital francesa y constituye uno de los más importantes del
sector, comenzó a vislumbrarse el futuro del automóvil, que camina
irremediablemente hacia el coche eléctrico y el motor híbrido. Pero hay otra
tendencia clara: la digitalización, la moda y la estética están buscando su
hueco en el sector. Buena prueba de ello es que, como dice el director de
marketing de la casa francesa, Arnaud Belloni, “si los ingenieros eran los que
antes tenían la última palabra, ahora no tienen más remedio que entenderse con
los propios diseñadores”. Y si hace unos años la potencia del motor, el tamaño
del vehículo o los elementos de seguridad orientaban la elección hacia un
modelo u otro, hoy hay muchos más aspectos que determinan esa decisión.
Un buen patrón de esta tendencia se
encuentra, por ejemplo, en la última versión del Citroën C3, un vehículo en el
que las prestaciones tecnológicas juegan un papel fundamental. A los ya
conocidos servicios de movilidad por satélite se le suman, entre otros,
herramientas de entretenimiento, como una cámara fotográfica y de vídeo, que
por primera vez se incorporan a un automóvil, en este caso, en el espejo
retrovisor central. “Este dispositivo permite tomar instantáneas para compartirlas
en las redes sociales, tanto en el interior del coche como del exterior, al
circular por un lugar que se quiera fotografiar”, prosigue Jackson.
Este tipo de tecnología también se
alía con los usuarios a la hora de dilucidar las causas de un accidente, ya que
graba vídeo automáticamente al detectar un acelerón o frenazo repentino. Estos
métodos constituyen, para los expertos en el sector, el comienzo del fin de los
partes y las discusiones entre conductores tras un choque. Y con el fin de
hacer la conducción más fácil, otro de los sistemas que sorprendió fue la nueva
versión del Connected Drive de BMW, con la integración de la herramienta Alexa,
pensada para “poder dar órdenes al vehículo desde el propio sofá de casa”,
explican desde la marca alemana. De esta forma es posible, por ejemplo,
aclimatar el vehículo minutos antes de partir para que la temperatura esté “a
gusto del conductor” nada más subirse al automóvil.
Otra de las novedades de la casa
bávara presentadas en París es el mecanismo de aparcamiento remoto del nuevo
modelo Serie 7. El coche, gracias a un pequeño mando a distancia, puede
estacionarse desde el exterior, y así afrontar de forma más cómoda las
maniobras más complicadas. De igual forma que da la comodidad de aparcar en
aquellos huecos que, por ser muy estrechos, no hacen posible que el conductor
salga del vehículo al no poder abrir la puerta.
El futuro del diésel no está
todavía claro y el sector, si bien no se atreve a dar el paso definitivo al
coche totalmente eléctrico, presenta varias novedades para afrontar el cambio.
Uno de los casos más claros es el del Peugeot 3008, un automóvil que por
primera vez incorpora un patinete eléctrico en su acabado. Dadas las últimas
medidas adoptadas por algunos ayuntamientos, como el propio consistorio
parisino, de prohibir la entrada en el centro de la ciudad a vehículos con
altas emisiones contaminantes, este tipo de mecanismos pretenden ser una
respuesta. El patinete e-Kick, que se lleva plegado en el maletero del vehículo
mientras carga su batería, puede alcanzar los 25 kilómetros por hora, con una
autonomía para 15 kilómetros de recorrido.
Y como no podía ser de otra forma,
ya son varias las casas automovilísticas que comienzan a vislumbrar la unión
entre sus modelos y el dron, el artefacto tecnológico que ha revolucionado el
mercado. Mercedes-Benz presentó una furgoneta repartidora que, pese a ser solo
un concept, adelanta todo lo que se le viene encima al sector. El techo de la Vision
Van, como se ha bautizado a este proyecto, sirve como pista de aterrizaje y
despegue para drones de reparto que tratan de ahorrar tiempo en el último tramo
de la entrega. Además, camino de la autonomía completa, el sistema está pensado
para que los drones reciban el material directamente gracias a un robot, sin la
intervención del ser humano.
Pero no todo es tecnología, y la
moda y el diseño también tienen algo que decir. La firma DS, del grupo PSA,
presentó su taller de la alta costura de la automoción. Un atelier de estilo
francés situado en el concesionario de DS World, en el triángulo de oro de
París. La idea es que los clientes de la casa puedan elegir el acabado,
totalmente personalizado, del interior de sus vehículos gracias al trabajo de
artesanos de la marroquinería, los cueros y las telas. La exclusividad comienza
a formar parte del ADN de los coches, que empiezan a dejar atrás la mera
combinación de diferentes modelos y colores para dar paso a la elección total
del interior de los vehículos.
Fuente: Cincodías.com
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