viernes, 14 de octubre de 2016

AUDI R8 SPYDER: EL SÚPER DESCAPOTABLE

Seguramente muchos conductores se sentirían intimidados al conducir por la calle un Lamborghini Huracan. Pero Audi les ofrece una alternativa mucho más llevadera en el día a día y con el mismo impresionante V10 atmosférico alojado en su estructura de aluminio.

Un año después de la llegada a nuestro mercado de la segunda generación del R8 Coupé, lo hace su versión descapotable Spyder. Sus credenciales son irreprochables para estar entre lo más selecto de los mejores deportivos de carrocería abierta: 540 CV (15 CV más que en la anterior generación), 3,6 s para acelerar de 0 a 100 km/h (el Huracan lo hace en 3,2 s) y una velocidad punta de 318 km/h.


No obstante, Audi no ha querido hacer un coche intimidante reservado solo a los circuitos, el nuevo R8 Spyder ha recibido especial cuidado en su desarrollo para poder ser utilizado como un vehículo, muy exclusivo eso sí, pero realista en el día a día. Dotado de una caja de cambios automática de doble embrague S-tronic de siete relaciones y tracción a las cuatro ruedas, el R8 Spyder contiene su consumo medio homologado en 11,7 l/100 km.

En palabras del Stephan Winkelmann, CEO de Audi Sport, el departamento encargado en Audi de desarrollar los modelos más deportivos, "el R8 Spyder ofrece lo último en diversión a bordo de un descapotable". Sensiblemente más ancho que el anterior, el diseño ha incidido en la forma de cuña que caracteriza a los superdeportivos más rápidos, acentuada por los afilados faros de tecnología LED.

Chasis reforzado

En el Spyder, solamente 20 segundos, lo que tarda en esconderse la capota en su compartimento, nos abren unas posibilidades fascinantes de disfrutar de su increíble potencia a cielo descubierto. Esta operación se realiza de forma automática gracias a un mecanismo electrohidráulico y se puede accionar en marcha hasta una velocidad de 50 km/h. Muy ligera, pues solamente pesa 44 kg en todo su conjunto, la capota contribuye a que el centro de gravedad del Spyder sea muy bajo, como corresponde a un deportivo de tan excepcionales prestaciones.

El R8 Spyder está construido a mano (se tardan unas 40 horas en terminar una unidad) en la fábrica especial de Neckarsulm (Alemania). Para preservar una rigidez de su estructura similar a la del Coupé, las vigas de aluminio que talonan su chasis se han realizado en mayor grosor. Pero sin que el peso total del coche se haya visto incrementado de forma importante, ya que el Spyder da en la báscula un valor de tan sólo 1.612 kg, gracias en su mayor parte a la profusión del aluminio (casi un 80% del peso total) combinado con piezas de carbono reforzadas con polímero asimismo utilizadas en la estructura Audi Space Frame (ASF).

Al conducir por primera vez el Audi R8 Spyder, nos sentamos delante de un nuevo volante multifunción Performance Plus, al estilo del introducido por Ferrari en sus modelos. En el de Audi también hallamos diversos botones muy cerca de nuestros dedos, como el arranque, el selector de respuesta en seco, mojado y nieve, o el del sonido de escape que libera los decibelios del motor V10. Además, la transmisión y suspensión pueden adaptarse a a cuatro diferentes modos de más deportivo a más trtanquilo gracias al sistema Audi drive select.

Un deportivo muy cómodo

Frente a nosotros disponemos de toda la información propia del vehículo en el cuadro digital Audi virtual cockpit con gráficos en 3D. Desde los parámetros de potencia o par del motor a las fuerzas G, temperatura de los neumáticos o cronómetro para circuito, disponemos de todas las referencias que podríamos desear en un deportivo de grandes vuelos.

Pero, para momentos más tranquilos, también tenemos al alcance de la mano el mando MMI touch (que también se puede activar mediante la voz) para manejar de forma intuitiva el navegador o el sofisticado equipo de sonido Bang & Olufsen que, por primera vez en Audi, integra altavoces en los reposacabezas de los asientos para una perfecta audición incluso desplazándonos a gran velocidad descapotados.

Las sensaciones de conducción del Spyder transmitan ante todo mucha confianza. Traza las trayectorias como sobre raíles gracias a su tracción integral y, en la nueva generación del R8, el tren delantero demuestra mayor aplomo y precisión. La comodidad a bordo es excelente por el eficaz aislamiento de la capota textil y por unas suspensiones perfectamente equilibradas entre la firmeza y el filtrado de las irregularidades. Sobre todo si el R8 Spyder va dotado de las suspensiones regulables opcionales Magnetic ride.

El motor parece inagotable. Acelera de forma lineal hasta las 8.700 revoluciones con un poder que sólo un gran V10 atmosférico de gran cilindrada puede ofrecer. El cambio de doble embrague, rapidísimo en su actuación, permite cambiar de marcha sin que el 5.2 V10 pierda régimen en ningún momento, realizando también unas perfectas reducciónes con doble embrague y un sonido embriagador.


Quizá lo más característico del R8 Spyder es ofrecer un soberbio motor deportivo de corte clásico, pero con una comodidad de marcha y una practicidad de uso ausentes por lo general en otros GT con esta elevada potencia. Tan elevada como su precio que, si acudimos a algunas opciones ofrecidas por Audi como la suspensión electromagnética, los frenos cerámicos para uso en circuito o la iluminación láser puede superar los 250.000 euros. Y eso sin hablar de las innumerables y posibles personalizaciones contempladas por el programa Audi Exclusive.

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