Si la pasión por la competición automovilística es el
punto de partida, y si la meta consiste en disfrutar de la conducción al aire
libre, entonces el nuevo MINI John Cooper Works Cabrio va por la línea ideal
desde el primer momento. El segundo modelo John Cooper Works de última
generación combina su motor y su chasis, concebidos para el uso en circuitos de
carreras, con rasgos de diseño y un equipamiento propios, así como con
numerosas mejoras que distinguen al nuevo MINI Cabrio.
De esta manera, resulta aún más fascinante el concepto
automovilístico de un descapotable de cuatro asientos y extraordinarias
prestaciones deportivas, que sigue siendo único en el segmento de los coches
pequeños. Conducir la nueva edición del MINI John Cooper Works Cabrio (consumo
combinado de combustible de 6,5 l/100 km; emisiones combinadas de CO2: 152
g/km) es una de las formas más exclusivas de disfrutar al volante de un coche
de la marca. El motor de 170 kW/231 CV, el más potente de la marca británica,
entusiasma por su espontánea entrega de la potencia, y su sonoridad despierta
emociones. La capota textil, por primera vez de accionamiento completamente
eléctrico, es especialmente silenciosa, y se puede abrir o cerrar en apenas 18
segundos pulsando el correspondiente botón de mando. La alargada silueta y las
superficies vigorosamente marcadas del descapotable de cuatro asientos se
completan mediante elementos de diseño especialmente desarrollados para el
modelo John Cooper Works con la finalidad de optimizar la entrada de aire
refrigerante y para mejorar las cualidades aerodinámicas.
El reglaje del chasis, llevado a cabo recurriendo a la
amplia experiencia acumulada en la competición automovilística, y los elementos
de aumento de la rigidez de la carrocería, propios en un modelo descapotable,
garantizan un comportamiento muy dinámico y una gran maniobrabilidad en situaciones
de conducción francamente deportiva.
En comparación con el modelo antecesor, el nuevo MINI
John Cooper Works Cabrio también tiene una mayor capacidad de aceleración, su
habitáculo es más espacioso y de carácter más selecto, ya que, entre otros, las
barras antivuelco que se activan automáticamente cuando es necesario, están
plenamente integradas detrás de los asientos posteriores. La potencia que ahora
también permite tener la sensación de estar conduciendo un coche de
competición, incluso con la capota abierta, proviene de un motor de 2.000 cc,
que se basa en la última generación de motores con tecnología MINI TwinPower
Turbo, que tiene una potencia que supera en 15 kW/20 CV a la del modelo
anterior. Pero también aumentó la diferencia frente al nuevo MINI Cooper S
Cabrio. Concretamente, la diferencia de potencia del deportivo que lleva el
logotipo de John Cooper Works es de 29 kW/39 CV.
Además, el nuevo motor tiene un par máximo de 320 Nm.
Con la caja de cambios manual de seis segundos, el MINI John Cooper Works
Cabrio es capaz de acelerar en tan sólo 6,6 segundos de 0 a 100 km/h, es decir,
en 0,3 segundos menos que el modelo antecesor. Con la nueva generación de la
caja Steptronic Sport opcional de seis marchas, apenas transcurren 6,5 segundos
para acelerar hasta a misma velocidad, es decir, 0,6 segundos menos que con el
modelo anterior. Por otra parte, también fue posible mejorar la capacidad de
recuperación en un diez por ciento: al acelerar desde 80 hasta 120 km/h,
transcurren tan sólo 6,1 segundos.
Las fascinantes prestaciones del MINI John Cooper
Works Cabrio y la maniobrabilidad siempre controlable, también en situaciones
de conducción extremadamente deportiva, son el resultado de la minuciosa
configuración de todo el conjunto, que además del motor de gran potencia,
incluye un sistema de escape deportivo, el chasis deportivo, las llantas de
aleación ligera de 17 pulgadas de John Cooper Works, los frenos deportivos
desarrollados en colaboración con el especialista Brembo, el kit aerodinámico John
Cooper Works y, adicionalmente, el diseño propio del puesto del mando del
conductor, con asientos deportivos John Cooper Works. Las propiedades
dinámicas, la expresión estética y la fascinación que despierta el coche al
conducirlo, consiguen que también la variante descapotable del modelo más
deportivo de la gama brille por su autenticidad deportiva, que es resultado de
la amplia experiencia acumulada en deporte de competición automovilística,
gracias a la tradicional cooperación entre MINI y John Cooper Works. El nombre
del legendario constructor de coches deportivos John Cooper, que en su día
logró colocar exitosamente al classic Mini en los circuitos de carreras, es
hasta hoy sinónimo de un máximo e intenso placer de conducir, así como del
éxito que el pequeño coche británico sigue teniendo en las carreras.
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