España tiene un
problema de natalidad. Y es que lleva 35 años por debajo del nivel de reemplazo
generacional que supone tener una media de 2,1 hijos por mujer. Estos son
algunos de los datos del ‘Informe de Evolución de la Familia en España 2016’.
Además de los
problemas que eso supone para la economía y el estado del bienestar (¿quién
pagará las pensiones de jubilación?), también tendrá consecuencias a la hora de
conducir. ¿Cómo serán los conductores en España dentro de 20 años?: esto es lo
que indica la pirámide de población
De entrada, la
pirámide de la población ya no tiene una forma piramidal. Antiguamente, la base
era muy ancha (había muchos nacimientos) y terminaba en una punta bastante más
pequeña (con los años, las personas iban falleciendo). Ahora, el número de
nacimientos ha disminuido y se ha alargado la vida de los mayores. Dicho de
otro modo, la población española ha envejecido y cada vez nos encontramos con
un mayor número de conductores con mayor edad, con más limitaciones y
enfermedades crónicas que pueden afectar a la conducción.
Aún así, los mayores
auto-regulan mucho su conducción. Son conscientes de sus limitaciones y no
asumen más riesgos de los que pueden, ni realizan tanto kilómetros, etc. El
mayor riesgo de accidente que podrían tener por su condición física se ve
minimizado por la auto-regulación que en su mayoría aplican.
Mayor igualdad entre
hombres y mujeres
Otro cambio
importante es una mayor participación de las mujeres como conductoras. De
media, la mujer es más longeva que el varón, y además cada vez son más las
mujeres que acceden al carné de conducción. En 2008, en la franja de los 55-59
años, 91,1 % de los varones tenía carnet de conducir, mientras que tan sólo el
59,2 % de las mujeres tenían el permiso.
A medida que las
mujeres tuvieron acceso a la conducción (cambio en la sociedad y en el
desarrollo económico), esa proporción se ha reducido. En los 30-34 años, 79,6 %
de los varones tienen carnet de conducir frente al 75,1 % de las mujeres. Esta
franja es la que dentro de 20 años tendrá entre 45 y 50 años.
Menor siniestralidad,
pero con consecuencias más graves
Así, si se mantiene
la tasa actual de natalidad en España (por debajo de los 2,1 hijos por mujer
que permite el reemplazo generacional), dentro de 20 años la mayoría de los
conductores -más de 10 millones de automovilistas- tendrá más de 55 años.
Una de las
consecuencias a tener en cuenta como sociedad es que las personas mayores son
más frágiles y, en caso de accidente, a la misma velocidad los mayores sufren
mayores lesiones o más graves y se produce un mayor número de fallecidos. En
2014, la tasa de letalidad para un varón de 45-54 años es de 2.0, mientras que
en la franja de los 75-84 años es de 6.4.
Este dato no sólo
afectará a las estadísticas de siniestralidad de los próximos años, sino que
debe hacernos reflexionar como sociedad (conductores, fabricantes,
autoridades), pues nos afectará en cuestiones como sanidad público y seguros.
Fuente | Revista DGT
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