XXIII Congreso Nacional de Transporte Urbano y
Metropolitano en Bilbao
ATUC, la asociación
del transporte público urbano, defiende un modelo de movilidad basado en
personas y alejado del modelo de hormigón basado en costosas infraestructuras
Hace 25 años comenzó
a gestarse en Bilbao un cambio radical que tuvo en el Museo Guggenheim su
principal icono. Sin embargo, hay otros “Guggenheims” como el transporte
público que ha cambiado por completo la manera de moverse por la ciudad. ¿Cómo?
En 2015 el porcentaje de ciudadanos que cogían el coche para ir a trabajar
descendió del 27,2% al 25,2%. En cambio, un 43% ya opta por el transporte
público. Razón de peso para que otras ciudades sigan su ejemplo y para que
Bilbao albergue el XXIII Congreso Nacional de Transporte Urbano y Metropolitano,
organizado por la Asociación de Empresas Gestoras de Transporte Urbano
Colectivo (ATUC), que se celebra hoy en el Palacio Euskalduna.
Y es que para que el
ciudadano escoja el transporte público para ir a trabajar, un desplazamiento
diario y exigente que requiere eficacia para llegar con puntualidad, es vital
el servicio. En este sentido, la velocidad comercial de los autobuses por
ciudad es de media 12 kilómetros por hora, una cifra que la capital vizcaína
supera en un 21% hasta los 14,6 kilómetros por hora, según el balance 2015 de
Bilbobus.
Una mayor velocidad
comercial redunda en menor tiempo de viaje y mayor frecuencia de paso, es
decir, mejor servicio al usuario. Todo ello propicia que la valoración que
hacen los bilbaínos de Bilbobus –operado por la empresa Biodibe formada por
ALSA y PESA- sea de notable alto y haya pasado de un 7,47 sobre 10 en 2012 a un
7,73 el año pasado, según el “Observatorio Urbano de Barrios de Bilbao”,
elaborado por la Universidad de Deusto.
Las cifras de Bilbao
constatan así el nuevo modelo de movilidad al que deben dirigirse las ciudades,
en el que tener un coche propio es cada vez menos importante y en el que las
áreas rodadas deben dar paso a zonas peatonales, limitando el tráfico privado a
áreas sensibles, para dejar el resto y mayor parte del espacio urbano al
transporte público y a las zonas peatonales. En la actualidad, el 90% del
espacio en las ciudades españolas se dedica al tráfico.
El 360 de la
movilidad sostenible
Dentro del amplio
abanico de iniciativas posibles en materia de transporte público, Bilbao se ha
involucrado en interesantes proyectos que tocan todos los puntos de la
movilidad sostenible. Una de ellas es la movilidad eléctrica. Así, durante el
pasado mes de abril, realizó pruebas en 16 líneas distintas en autobús
eléctrico, con una autonomía de 200-250 kilómetros y que con una carga de 7
horas se asegura la conducción durante 14-16 horas, el tiempo que se requiere
para cumplir con el servicio.
Otro de los frentes
por los que apuesta Bilbao es la intermodalidad, es decir, el uso combinado de
distintos medios de transporte público: autobús, metro, tren y tranvía. Sin
embargo, esta intermodalidad va más allá en el conjunto del País Vasco con la
idea de habilitar las tarjetas de transporte de los tres territorios hacia un
modelo de “billete único”. A modo de ejemplo, quien posea una tarjeta de
transporte Barik de Vizcaya la podrá utilizar en la red de autobuses de DBus de
San Sebastián.
Además, también se
trabaja en combinar el transporte público con otras formas de movilidad como la
bicicleta. En este sentido, los autobuses de Bilbao incorporaron recientemente
a su flota de forma experimental un autobús con portabicicletas, con el objetivo
de fomentar el uso combinado de estos dos medios de transporte.
Por su parte, una
tercera pata dentro de la movilidad sostenible es la integración de la
tecnología en el uso del transporte público. En una sociedad conectada, donde
ocho de cada diez españoles tienen un smartphone, cada vez se demanda más
información y servicio cuando y donde se necesite.
Esta es precisamente
la idea de la paradas inteligentes, aquellas que proporcionan información sobre
tiempos de espera en el momento, y que en Bilbao son ya 133 sobre el total de
516 que hay en la ciudad, es decir, una de cada cuatro. Este porcentaje es
superior a la media nacional que es de un 10%, según el Observatorio de Costes
y Financiación del Transporte Urbano.
Según el presidente
de ATUC, Miguel Ruiz, “Bilbao es un ejemplo para otras ciudades españolas en
materia de transporte público, pero aún es más importante que los nuevos
desarrollos urbanísticos empiecen a incluir la movilidad dentro de su diseño.
Así se idea por ejemplo el proyecto de la “isla” en el canal de Deusto donde
solo habría tráfico rodado en el borde, dejando la almendra central para zonas
peatonales, un tranvía y un carril bici. Esto es liderar la movilidad
sostenible”.
En este sentido, para
ATUC es prioritario superar el “modelo del hormigón” basado en la construcción
de costosas infraestructuras y empezar a diseñar uno nuevo en el que prime la
calidad de vida de las personas. Y el transporte público debe actuar como un
elemento integrador junto con otras formas de movilidad sostenible, con las que
comparte el objetivo de reducir la cantidad de coches y la idea de una ciudad
más habitable y humana.
La Asociación de
Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (Atuc) agrupa a las
empresas de transporte público de España, trabajando por una movilidad
sostenible y la mejora continua de un sector que genera más de 25.000 empleos y
mueve más de 5.000 millones de euros al año en facturación. Gracias a las 80
compañías de bus, metro, tren y tranvía que integran este colectivo y entre las
que se encuentran EMT Madrid, TMB de Barcelona y Metro Bilbao entre otras,
además de grupos nacionales como Alsa o Avanza, más de 3.000 millones de
personas pueden viajar al año, lo que supone el 95% de los desplazamientos que
se realizan en nuestro país. Más información en www.atuc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.