Tras el cambio de la
hora, en Europa el tiempo comienza a mejorar. Una serie de rituales marcan el
cambio de temporada: limpiar la terraza, el primer corte de césped, y, para
muchos, el cambio de los neumáticos de invierno a los de verano.
Alrededor de un 43%
de los conductores europeos cambia a los neumáticos de invierno para las
estaciones frías, con grandes diferencias por regiones. Mientras que el 92% de
los polacos y el 88% de los alemanes conduce con neumáticos de invierno, las
cifras caen hasta un 23% en Francia y solo un 8% en el Reino Unido[1]. El uso
general de neumáticos de invierno en Europa está en aumento, en cierta parte
debido a los imprevisibles inviernos que hemos vivido en los últimos años, pero
también debido a nuevas regulaciones de seguridad vial. El análisis realizado
por Bridgestone muestra que los conductores de familia, principalmente padres,
son el grupo que más cambia a neumáticos de invierno cada año.
Pero a pesar de la
información cierta que indica que los neumáticos de invierno no rinden de forma
adecuada en clima templado, un sorprendente número de conductores no se
molestan en cambiar a neumáticos de verano. Otras investigaciones de
Bridgestone muestran, por ejemplo, que al menos un 10% de los conductores
italianos[2] mantienen los neumáticos de invierno durante el verano, y esta
cifra crece hasta un 18% en Dinamarca[3].
Jake Rønsholt,
Director General de la Unidad de Negocio de Productos de Consumo de Bridgestone
Europa afirma: “si estás tentado a seguir con tus neumáticos de invierno
durante el verano, el consejo desde Bridgestone es sencillo: no lo hagas. Solo
los neumáticos de verano pueden proporcionarte la seguridad y el rendimiento
que necesitas en las estaciones más cálidas”.
Cambia a los
neumáticos de verano ahora
Con sus componentes
especiales y su diseño de la banda de rodadura, los neumáticos de invierno
están diseñados para permanecer blandos y flexibles en condiciones de frio,
proporcionando tracción y agarre a bajas temperaturas en superficies secas,
mojadas y heladas. Pero a medida que la temperatura aumenta, los neumáticos de
invierno pierden estos beneficios, el agarre disminuye y la banda de rodadura
comienza a desgastarse más rápidamente.
Por otro lado, los
neumáticos de verano utilizan un compuesto más duro que ayuda a que no se
conviertan en más blandos y resbaladizos en vías “cálidas”. Ante temperaturas
más altas, los neumáticos de verano proporcionan un mejor rendimiento que los
neumáticos de invierno en todo tipo de terreno, particularmente en el frenado y
la manipulación, resistencia al desgaste, resistencia al rodado y ahorro de
combustible.
Más seguro en
superficie mojada y seca
Las pruebas de
Bridgestone muestran que el rendimiento entre los neumáticos de verano e
invierno en términos de frenado y conducción en temperaturas más cálidas pueden
variar entre un 30% y un 8% respectivamente, dependiendo de las condiciones de
la vía y de la temperatura. En climas húmedos, con una temperatura ambiente
sobre 30 grados, un vehículo equipado con neumáticos de verano de buena calidad
tiene una distancia de frenado hasta un 30% menor que la de un vehículo
equipado con neumáticos de invierno. En algunas condiciones, esta diferencia
puede incluso igualar dos veces la longitud del coche.
Para ver la
diferencia de rendimiento entre los neumáticos de verano y los de invierno echa
un vistazo a los siguientes vídeos:
Frenado en seco –
https://www.youtube.com/watch?v=gang-svyxU4
Frenado en mojado –
https://www.youtube.com/watch?v=o2rT2QDHUOs
Eslalon –
https://www.youtube.com/watch?v=l8KSSTBiD7E
El cuidado de los
neumáticos, igualmente importante
Además de cambiar al
neumático apropiado para cada estación, es también esencial prestar la atención
adecuada a los neumáticos. Para una conducción segura, especialmente en el
manejo y en el frenado, las dos pautas más importantes son comprobar
regularmente la presión de inflado de los neumáticos y la profundidad del
dibujo.
Pautas básicas
Bridgestone
recomienda comprobar la presión de inflado de tus neumáticos una vez al mes. Si
no estás seguro de la misma, puedes ver los niveles de presión recomendados por
el fabricante del vehículo en el manual de instrucciones del coche, en el marco
de la puerta del conductor, en la tapa del depósito de combustible o en la
guantera. Para medir la profundidad del dibujo, coloca una moneda de 1 euro en
una de las ranuras; si todavía puedes ver el círculo dorado de la moneda, la
banda de rodadura se ha desgastado por debajo del mínimo legal de 1,6 mm y es
hora de cambiar de neumáticos.
Lamentablemente,
investigaciones europeas recientes muestran que muchos conductores no prestan
el correcto cuidado a sus neumáticos: el 76% de los automovilistas no
comprueban la presión de los neumáticos una vez al mes, y un 54% solo comprueba
la profundidad del dibujo una vez al año o nunca[4].
En resumen, para una
conducción segura, asegúrate de que cambias a los neumáticos de verano cuando
el invierno llega a su fin y que compruebas regularmente la presión y la
profundidad del dibujo de los mismos.
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