La 16ª Edición del la “SaharaMarathon” tuvo final
feliz para el Bultaco Runners con la victoria de Vicente Grande Duque.
El verdadero triunfo fue la participación de Bultaco
Motors en una aventura solidaria junto a los refugiados saharauis.
En esta ocasión el
resultado era lo de menos, pero el gen competitivo de Bultaco hizo que la
“SaharaMarathon” tuviera al representante de Bultaco Runners como flamante
campeón de su 16ª Edición. Así, Vicente Grande Duque finalizó una experiencia
vital llena de solidaridad en lo más alto del pódium.
Los 42,195 kilómetros recorridos por el atleta del
Dedo Rampante sobre el desierto solo fueron la punta de un iceberg que comenzó
varios días antes. Porque el desafío no era completar la maratón, sino
disfrutar de una experiencia solidaria en la que se convivía con las familias
que desde hace más de 37 años habitan los campos de refugiados de Smara, Aoserd
y Elayoun, situados en el territorio argelino de Tindouf, cercano al Sahara
Occidental y Mauritania.
Allí, los más 500 corredores, de 22 nacionalidades
distintas, han compartido las jaimas y costumbres de los refugiados saharauis.
Haciéndose un hueco en el desierto para dormir a la luz de la inmensa luna del
Sahara y entrenando sobre las dunas, junto a niños descalzos que cubrían sus
carencias con la ilusión de acoger a sus invitados más especiales.
La organización de la “SaharaMarathon” se encargó de
cubrir los gastos diarios de todas las familias que alojaban a los
participantes de la prueba y el victorioso atleta de Bultaco Runners expresaba
de esta forma lo que para él ha significado la experiencia: “He convivido con
una familia que era todo generosidad y amabilidad, mientras que a su alrededor
no hay más que casas e instalaciones de adobe, afectadas por las inundaciones de
octubre, que necesitan de una actuación inmediata. Deberíamos aprender los
occidentales de la felicidad y el cariño que trasmite esta gente con lo poquito
que tienen”.
En cuanto a la carrera en sí, Vicente Grande Duque la
resume de esta forma: “El ambiente era espectacular, corriendo en medio de un
pasillo de personas gritando y realizando con sus labios un sonido que
estremece a cualquiera. Los últimos kilómetros los hice en solitario y fueron
terribles debido a las dificultades del terreno, pero finalmente el esfuerzo
mereció la pena. Por eso, quiero agradecer a Bultaco Motors, mi patrocinador,
que me ha dado todas las facilidades y ha puesto a mi disposición los medios
necesarios para poder llevar a cabo esta aventura”.
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