Los conductores
españoles se definen como tranquilos y precavidos aunque un 12% se identifica
como conductor compulsivo. Pero una cosa es cómo nos reconocemos y otra es la
realidad de cómo atuamos cuando nos subimos al coche y nos vemos afectados
tanto por las prisas como por el nerviosismo y la tensión que genera el
tráfico, sobre todo en las ciudades más congestioandas.
Para descubrir cómo
conducimos realmente los españoles Wazypark, la primera aplicación móvil de
«crowdparking» ha realizado el «I Estudio Wazypark sobre hábitos de los
conductores al volante», para el cuan ha preguntado a más de 2.000 usuarios de
la aplicación.
Según los datos
recogidos por el estudio, un 40% de los españoles reconoce haber cometido
infracciones de tráfico en alguna ocasión, aunque sí es cierto que entre éstos,
3 de cada 5 confiesa que no era consciente en ese momento que lo que hacía no
estaba permitido.
No obstante, los
conductores españoles son bastante responsables al volante. El 84% de los
encuestados se definen como conductores tranquilos y precavidos, capaces de
adaptarse con facilidad a las condiciones y situaciones de la carretera y
cumplir con las normas establecidas. En segundo lugar están los compulsivos
(12%), impacientes por naturaleza que aceleran cuando el semáforo se pone en
ámbar y se pone nervioso con aquellos que circulan despacio; mientras que en
menor medida, un 3% se declara como conductor agresivo, amante de la velocidad
y que se enfada ante cualquier situación en la carretera.
Exceso de velocidad y
hablar por el móvil, las infracciones más habituales
Entre las
infracciones más comunes de los españoles destaca la de no respetar los límites
de velocidad: 7 de cada 10 encuestados confiesa no circular a la velocidad
establecida, muchas veces por desconocimiento del límite fijado en la vía por
la que circula. Por otro lado, el 33% afirma haber hablado o enviado mensajes
con el móvil mientras conducía e incluso un 3% reconoce haberse hecho un
selfie, una distracción que puede acarrear fatales consecuencias.
Saltarse una señal de
stop o un ceda el paso (32%) y hacer un cambio de sentido en sitios no
permitidos (26%) son otras de las faltas más frecuentes al volante. Asimismo y
aunque se encuentran al final de la cola, aún hay personas que afirman conducir
bajo los efectos del alcohol (7%) y las drogas (0,6%), una conducta muy grave e
irresponsable que puede poner en serio peligro no solo sus vidas sino la del
resto de conductores.
A su vez y aunque no
son sancionables, la costumbre, la relajación y la confianza en uno mismo hacen
que aparezcan malos hábitos al volante. Así lo evidencia la encuesta que indica
que más de la mitad de los españoles está habituado a conducir con una sola
mano en el volante. Otro 47% reconoce apurar al máximo el combustible hasta la
reserva y un 16% asegura conducir en más de una ocasión cansado y con sueño.
Otros de los malos hábitos son no dejar distancia de seguridad (14%), fumar
(12%) y no indicar las maniobras (7%), entre otros.
A veces, las
diferentes situaciones ocurridas en la carretera suelen provocar cambios de
comportamiento en la conducción llevando a situaciones de desesperación. Entre
lo que más molesta a los conductores españoles destacan el conductor lento y
que entorpece la circulación del resto (26%), no encontrar aparcamiento (21%) y
los atascos (11%). La manera de reaccionar ante estos contratiempos son muy
variadas pero las más comunes son la de desahogarse diciendo cualquier
palabrota que se les venga a la cabeza o pisar el acelerador en cuanto tengan
oportunidad. Tocar el claxon por encima de sus posibilidades es otra de las
opciones para liberar ese estrés al volante según los encuestados.
El 63% de los
encuestados admite haber sido multado por mal aparcamiento alguna vez. Entre
las razones a esas sanciones encontramos la del despiste, más de la mitad de
los conductores ha olvidado en alguna ocasión poner el ticket correspondiente
una vez aparcado el vehículo. Por otro lado, el 29% reconoce haber sido multado
por estacionar en doble fila o en zonas prohibidas, como en un vado o en la
acera, por no encontrar aparcamiento. Encontrar un sitio donde estacionar el
coche es cada vez más complicado en las ciudades españolas debido al elevado
parque automovilístico y la insuficiente oferta de plazas para aparcar en la
vía pública.
La app Wazypark trata
de resolver ese problema poniendo en marcha el crowdparking siendo los propios
conductores los que avisan cuando dejan un sitio libre a través de la
aplicación y ayudar así al resto de la comunidad a aparcar a la primera.
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