Tradición e innovación combinadas con el placer de
conducir que ha situado a esta berlina en la vanguardia de su segmento: el
dinamismo, la propulsión trasera, la equilibrada distribución de pesos y un
chasis avanzado. Estos son los cuatro pilares básicos que han definido al BMW
Serie 3 durante toda su historia.
El BMW Serie 3 E21, el primero de todos, fue presentado
en 1975, y desde el primer momento, causó sensación. En menos de seis años, se
convirtió en el modelo de BMW más vendido hasta la fecha; los compradores
deseaban conducir esta nueva clase de automóvil que nació con esta primera
generación (E21), la berlina compacta deportiva.
Para ver la primera carrocería de cuatro puertas en un
BMW Serie 3 hubo que esperar hasta 1983, cuando BMW sorprendió a todos los
aficionados con la presentación de esta nueva variante desarrollada sobre la
base de la segunda generación. Adquiría entonces una faceta mucho más práctica
pero sin perder ni un ápice de deportividad. Con el BMW Serie 3 E30 llegó
también el primer BMW Serie 3 Touring y el primer BMW M3 de la historia, un
vehículo que desde el primer momento se alzó como la referencia no solo entre
los modelos de su categoría, sino entre los deportivos en general.
Con la llegada del Serie 3 E36 en 1990, BMW volvía a
superarse con un producto totalmente nuevo, de estética muy cuidada y moderna,
pero que, como hasta la fecha, no renunciaba a las proporciones clásicas de la
marca: su alargado capó, sus cortos voladizos delanteros y traseros y el
habitáculo orientando al conductor son rasgos que lo definían y que siguen
presentes en la sexta generación. Otra característica que introdujo el BMW
Serie 3 E36 y que permanece hoy en día son faros delanteros dobles cubiertos
con un cristal.
Un reparto de pesos ideal 50:50 en los ejes delantero y
trasero.
Ocho años más tarde, en 1998, llega el BMW Serie 3 E46. A
pesar del aumento de tamaño, mantenía el reparto de pesos ideal 50:50 en los
ejes delantero y trasero. Esto era posible gracias a la lógica disposición de
los elementos, y a que muchas partes de los ejes eran de aluminio. Su
conducción estimulante, su amplio equipamiento tecnológico y sus sistemas de
ayuda a la conducción hicieron que esta generación del BMW Serie 3 fuera, de
nuevo, la referencia dinámica del segmento.
Para su quinta generación, el BMW Serie 3 experimentó una
evolución notable en su diseño exterior. Era semejante a sus antecesores e
inmediatamente reconocible como un BMW Serie 3, pero se diferenciaba
considerablemente de los demás por las llamativas formas de las superficies de
su carrocería, que jugaba con líneas cóncavas y convexas. Con el BMW Serie 3
E90 llegó también el BMW iDrive a la gama de la berlina compacta deportiva, lo
que permitió despejar el salpicadero de mandos y botones.
En octubre de 2011, los seguidores de la marca fueron
testigos de la presentación del BMW Serie 3 F30, que debutó en un evento que
pudieron seguir en directo a través de las redes sociales. Las nuevas
tecnologías cambian nuestra forma de vivir y el Serie 3 F30 presume de ofrecer
una combinación sin parangón de sistemas de asistencia a la conducción,
servicios de movilidad y conectividad con BMW ConnectedDrive.
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